Doña Letizia espectacular en la Feria del Libro de Madrid. /
La Feria del Libro de Madrid es territorio 100% Letizia. La reina jamás ha compartido el protagonismo de esta cita con el rey Felipe o con sus hijas, prueba de lo mucho que le importa vincularse a los libros , a la literatura, a la escritura. Cada año recordamos que su primer regalo significativo al monarca, con motivo de su compromiso en 2003, fue una edición de 1850 de «El doncel de don Enrique el Doliente», de Larra. Toda una declaración de intenciones que, como comprobamos año tras año, no fue postureo intelectual.
A nadie le le extrañó contemplar a Letizia con su nuevo uniforme oficial, el sempiterno traje pantalón y sus deportivas. La reina va cómoda y eso se contagia a su actitud , aunque es cierto que la cita con la Feria del Libro de Madrid la pone de buen humor. Tras el saludo protocolario a las autoridades, la monarca derrochó tiempo, sonrisas, saludos y preguntas con un montón de casetas y mucho público. Recorrió el paseo central y lo vio prácticamente todo, rodeada de público.
No lo puede evitar: Letizia se entrega más y mejor en los eventos populares donde puede encontrarse con la ciudadanía de a pie. Y si es lectora, mejor que mejor. Vitoreada y piropeada (¡Viva la reina!, ¡Guapa!), cumplió con el recorrido pactado por Casa Real: la caseta de la Policía Nacional, por su 200 aniversario; la zona infantil, donde se realizaba un taller; la caseta de la editorial sevillana Tránsito y de la gallega Alvarellos; la de la más que clásica editorial Acantilado y la de la novísima Casa de la Arquitectura. Pero, como es habitual, sumó muchas más paradas. Lo vio casi todo del nutrido pasillo central.
La reina, un año más, se fue cargada de los libros que le regalaron en las distintas casetas, más de una veintena. Por supuesto, tenía que llevarse el póstumo de Gabriel García Márquez, 'En agosto nos vemos' (Random House). Pero, además, le obsequiaron con 'Seis poemas galegos', de Federico García Lorca (Alvarellos) y 'Solo quería bailar' (Tránsito), de Greta García, la historia de Pili, una bailarina sevillana que termina en la cárcel. Y hubo tiempo para arrancarle algunas palabras, también desde los medios de comunicación apostados en su recorrido.
«Hay que venir a la Feria a comprar y leer», dijo a los micrófonos del programa Cámara Real, de Telemadrid. Ante el estudio móvil de RNE, donde Letizia saludó al grupo musical Vetusta Morla y les preguntó qué estaban leyendo. «La mala educación, de Alana Portero», contestó uno de sus integrantes. Por su cara, no podemos decir si la monarca conoce la última sensación de la literatura nacional, con crítica excelente y reciente en The New York Times. Puso también cara de circunstancias cuando uno de los músicos se despidió de ella: «Hasta luego, reina».
Gracias a estas intervenciones espontáneas de Letizia hemos sabido cuál es el último libro que ha leído la reina. Se trata de 'Dime una adivinanza', de Tillie Olsen, un clásico de la literatura norteamericana compuesto por cuatro relatos, protagonizados por miembros de la misma familia. Revela a Letizia como una gran lectora de mujeres, pues Olsen no figura en el grupo habitual de escritoras de culto estadounidenses (Alice Munro, Margaret Atwood, Joan Didion), sino en el de las iniciadas, junto a Grace Paley, Lucia Berlin o Lydia Davis.
El dato de esta lectura nos permite avanzar una hipótesis sobre la biblioteca de la reina Letizia: quizá los libros que lee Letizia no son ya tan clásicos como se presume y la experiencia lectora le han permitido dar el paso a territorios alternativos. Eso es algo que solo pueden saber los libreros que la atienden en sus míticas visitas de incógnito a la Feria del Libro de Madrid, cuando la reina elige los libros que le interesan y los paga de su propio bolsillo.
«Tengo el hueso soldado», contestó Letizia cuando algunos le preguntaron si este año volvería otra vez, como compradora de incógnito. Evidentemente, la fractura que sufre en un dedo del pie derecho dificulta sus movimientos, aunque en la inauguración de la Feria del Libro no se observó tantísimo su cojera. Lo cierto es que la reina iba parándose a cada paso. En la caseta de la librería La Felipa recibió, además del obligado volumen (la historia de los libreros de Madrid), un obsequio bien simpático.
La reina Letizia revisa libros en una caseta de la Feria. /
El librero de la librería La Felipa, Juanjo, contó a la reina que en 1999 el rey Felipe se había parado en su caseta, dedicada en aquella ocasión a la gastronomía y decorada ad hoc. Para demostrárselo, regaló a Letizia tres fotos enmarcadas, en las que se veía al entonces príncipe Felipe llevándose el libro de rigor ¡y una morcilla! La monarca no pudo evitar reírse ante la estampa. Lo cierto es que Letizia estaba de buenísimo humor y no dejó de hacerse fotos con sus fans e incluso firmó algún que otro libro.
Aunque la reina Letizia atendió con sonrisas y alegría a sus muchos seguidores, puede que uno de los momentos más entrañables fuera el protagonizado por una fan espontánea, que no dudó en 'asaltar' a la monarca en su recorrido. Tenía una misión: regalarle un libro escrito por su hija, dedicado a la educación consciente. Y lo logró, también gracias a las facilidades que la seguridad de la familia real da en esta cita tan popular de la agenda oficial. La señora, exultante, no podía creer su suerte. «Me voy feliz», aseguraba.
20 de enero-18 de febrero
Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más
¿Qué me deparan los astros?