Sin duda, la reina Letizia sabe cómo dar un golpe de efecto. El debate sobre la idoneidad royal de su espalda, una zona corporal habitualmente oculta que volvió a mostrar en la inauguración de la temporada de ópera en el Teatro Real, no cesa. La imponente musculación dorsal de Letizia Ortiz encuentra tantas fans como detractoras, pero el debate no se termina como en el circo romano, con el pulgar hacia arriba (el gladiador vive) o hacia abajo (el gladiador muere). Hay mucho más.
Resolvemos la pregunta clave que se hacen tanto las seguidoras de la reina como sus detractoras: ¿Cómo consigue Letizia esos músculos tan marcados? ¿Qué ejercicios demoníacos repite sin parar para cincelar su cuerpo como si fuera una campeona amateur? Sabemos el secreto del físico híper fit y mega prieto de la 'reina fitness', como ya la llaman en territorios virales. ¿Te suena la palabra rocódromo?
Olvídate del boxeo, el deporte fuera de las quinielas que, durante algún tiempo, se convirtió en la especialidad masculinizadaque practicaban las mujeres más aguerridas para entrenar la fuerza. Descarta el aburridísimo 'crossfit', otra actividad híper efectiva pero que termina siendo mecánica y dando muchísima pereza. Y, por supuesto, no te limites a las pesas. La reina Letizia ya lo hace.
Lo supimos este verano. La reina Letizia hace tiempo que ordenó instalar en la Zarzuela un rocódromo, o sea, una pared vertical en la que practicar uno de los deportes más exigentes, física y mentalmente: la escalada. El cuerpo reducido a pura fibra de la reina es cien por cien un cuerpo de escaladora. Hablamos de un ejercicio que requiere fuerza (para levantar el propio cuerpo), concentración mental (máxima), flexibilidad, resistencia y precisión.
Practicar la escalada es fascinante. No nos extraña nada que a la reina Letizia le obsesione un deporte que puede llegar a absorberte. Desde el nivel cero, cualquiera puede comprobar lo más increíble de esta actividad física: cómo la mente lleva al cuerpo a superar obstáculos y ascender a sitios que parecían imposibles. Es, además, un deporte que multiplica por mil la seguridad y la autoestima.
Dicen que Letizia dedica una hora a la semana a subir y bajar paredes imposibles, aunque su cuerpo parece indicar que su dedicación a esta actividad puede ir más allá. Los músculos que luce en el 'core' y las extremidades nos dicen que es muy capaz de balancear su cuerpo para pasar de un apoyo a otro, seguramente sin mucha dificultad. Algo que solo hacen las muy 'pro'.
En este contexto, el debate sobre la espalda musculada de la reina, sobre sus brazos híper tonificados o sus piernas perfectas, puede adquirir otros matices. Porque valorar un cuerpo femenino únicamente por su estética, por si nos parece más o menos bello, resulta corto cuando comprobamos todo lo que ese cuerpo puede hacer.
Efectivamente: los músculos de Letizia no son fruto de la musculación, sino que sirven para hacer más cosas. La escalada, además, modifica el cuerpo pero también la mente, con lo que esa espalda que quizá a algunas personas no les parezca muy apetecible, tiene beneficios para su portadora que van más allá de lo bello.
¿Tendría que ocultar la reina Letizia estas zonas de su cuerpo en las que se marcan las huellas de su intensa actividad física? Si fueran producto de un entrenamiento meramente dirigido a la mejora estética, podría admitirse el argumento. Pero si son fruto de un estilo de vida holístico, donde lo mental o lo emocional también juega un papel, además del logro deportivo que implica, ¿por qué esconder los músculos?
Apliquémosle la metáfora literaria a la espalda de Letizia: ¿acaso no necesita la reina, la primera mujer de sangre no real y divorciada en la familia real, una espalda de acero para soportar la carga de su cargo? ¿Y si la reciente seguridad de la reina, su desarmante aplomo y bienvenida autoestima, tiene también que ver con su autosuperación en la escalada y otras actividades físicas?
«Si alguien me propone un deporte innovador, me divierte intentar dominarlo; incluso la escalada», dijo el rey Felipe en una entrevista que concedió en su trigésimo cumpleaños. En la pasada Feria del Libro, la reina Letizia se paró ante la caseta de Desnivel, una librería especializada en escalada. Se llevó 'Cuerdas rebeldes: retratos de mujeres alpinistas', Yoga y escalada: aumentando la consciencia' y 'Carlos Soria, alpinista', el hombre que a sus 82 años, está afrontando el reto de completar los 14 ochomiles.