Infidelidad, bisexualidad y prostitución: la escandalosa vida matrimonial de Lord y Lady Mountbatten

El matrimonio de Lord y Lady Mounbatten fue piedra de escándalo durante treinta años. Era un secreto a voces que se trataba de una relación abierta y durante años se habló de bisexualidad, homosexualidad, prostitutas y decenas de amantes.

Pincha en la imagen para ver plebeyos que se casaron con miembros de la realeza./getty images

Pincha en la imagen para ver plebeyos que se casaron con miembros de la realeza. / getty images

Elena Castelló
Elena Castelló

Él, Lord Louis Mountbatten, era un apuesto bisnieto de la reina Victoria , más tarde tío y mentor del príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel II , y del príncipe Carlos. Nació en Frogmore House, en Windsor, como príncipe Luis de Battenberg, que se convirtió en Mountbatten cuando la realeza británica abandonó los nombres germánicos, durante la I Guerra Mundial. Ella, Edwina Ashley, provenía de una familia aristocrática y estaba considerada «la Mujer más bella de Inglaterra». Cuando Lord Mountbatten la conoció, en 1920, era una figura deslumbrante en la sociedad londinense, con solo 20 años, y depositaria de una herencia de 53 millones de libras, que le había legado su abuelo, el financiero Ernest Cassel. Así podía financiar un fastuoso estilo de vida siempre de fiesta en fiesta.

Así que el día que Louis y Edwina Mountbatten caminaron hacia el altar, en 1922, su enlace se convirtió en la boda de la década. La ceremonia, celebrada en la capilla de Santa Margarita, en Westminster, atrajo a una multitud de 8.000 personas y asistieron numerosos miembros de la familia real, incluidos la reina María, la reina Alexandra y el entonces Príncipe de Gales, el futuro Eduardo VIII, que abdicó por amor a Wallis Simpson. El matrimonio duró 38 años, pero estuvo lejos de ser perfecto. Lord Mountbatten admitió una vez: «Edwina y yo pasamos toda nuestra vida de casados ​​metiéndonos en las camas de otras personas». Lo primero que pidió Edwina, tras la boda, fue ir a París, para «explorar los peores lugares que encontremos». Pero, desde el principio, parece que el matrimonio no tuvo complicidad en el dormitorio. «Ojalá supiera cómo coquetear con otras mujeres, y especialmente con mi esposa», le escribió en una carta Lord Mountbatten a Edwina. «Ojalá hubiera coqueteado más en mi juventud y pudiera excitarte más de lo que me temo que hago».

Louis Mountbatten, al que en familia llamaban Dickie, empezó a ausentarse largas temporadas por su cargo en la Marina y comenzaron a aparecer las primeras grietas en el matrimonio. El primer romance de Edwina aparentemente comenzó en 1924, después del nacimiento de su primera hija, Pamela, de la que sintió enormes celos. El elegido fue Hugh Molyneux, un ex oficial del ejército descrito por la prensa como «el hombre más guapo de la Alta Sociedad».

Edwina tuvo, al menos, 18 amantes más, según sus biógrafos, entre ellos el primer ministro de la India Jawaharlal Nehru y el cantante Leslie 'Hutch' Hutchinson, muy popular en los años veinte y treinta. Se decía que estaba obsesionada con el sexo.

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Después de Molyneux, llegó Stephen Sanford, un cazador de caza mayor que se unió a los Mountbatten en sus vacaciones anuales en Deauville, en Francia, con el Príncipe de Gales. Dickie, aparentemente, no sospechó nada hasta que el Príncipe de Gales se lo dijo, e incluso entonces se negó a creerlo. «Cuando mi padre se enteró, por primera vez, de que mi madre se había enamorado, quedó devastado», recordaba su hija Pamela. «Pero finalmente, gracias a su afecto mutuo, mis padres lograron negociar una solución a la crisis y encontraron una forma de convivir». Mountbatten se dio cuenta de que tenía pocas opciones para evitar el divorcio, algo que le aterraba, así que, a pesar de que era más tradicional y estaba más enamorado, también comenzó a coquetear y a tener amantes. La pareja acordó un discreto matrimonio abierto. Fue lo que hizo que funcionara. Y se convirtieron uno de los matrimonios más brillantes y atractivos del panorama social, iconos de estilo.

En 1931, Dickie inició una relación con Margaret Whigham, la futura duquesa de Argyll, que tenía 18 años, y que se hizo famosa por su propio escándalo sexual en 1963, cuando fue fotografiada acostándose con un hombre desconocido. Otra de sus aventuras fue con Yola Letellie, una «socialité» francesa que tenía veinte años y estaba casada con el dueño de un periódico francés. Parece que continuaron su relación hasta la muerte de Mountbatten. Yola se convirtió en una visita frecuente en las casas de los Mountbatten y hacía regalos a sus hijas.

Más tarde, Mountbatten parece que fue cliente de la célebre Madame Claude, una prostituta que se dedicó con éxito a los negocios y terminó dirigiendo una 'exclusiva' red de «escorts», en Francia. Varios archivos del FBI, descubiertos recientemente, revelan que, en la década de 1940, era Mountbatten era «un homosexual con una perversión por los niños pequeños» y que se sospechaba estuvo envuelto en los abusos de un internado escocés. Parece que le volvían loco los hombres y los jóvenes uniformados. En la investigación, los Mountbatten son descritos como »personas de moral extremadamente baja« y bisexuales, un gran tabú en ese momento.

Sobre las aventuras de Edwina existen jugosas anécdotas, como la de esa vez que llegó de compras y se encontró al mayordomo explicándole que «'el señor Larry Gray está en el salón, el señor Sanford está en la biblioteca, el señor Ted Phillips está en el tocador, el señor Portago está en la antesala, y no sé qué hacer con el señor Molyneux».

En 1932, el periódico dominical «The People», publicó un artículo bajo el título «La Sociedad sacudida por un escándalo terrible», en el que un columnista escribía: «Hoy puedo revelar la consecuencia de un escándalo que ha sacudido la vida social hasta las profundidades. Involucra a una de las principales anfitrionas del país. Su unión con un hombre de color –otro tabú terrible en la Inglaterra de los años treinta– se volvió tan evidente que se convirtieron en la comidilla de Londres. A ella se le ha dado un aviso para que abandone Inglaterra ... Un aviso que no se puede ignorar».

Enseguida se supo que se trataba de Edwina y de que «el aviso» era del Palacio de Buckingham. Los Mountbatten se vieron obligados a demandar al periódico. El juez falló a favor de Edwina y recibió una disculpa. El amante parece que fue el cantante y músico de Granada Leslie 'Hutch' Hutchinson, una de las estrellas de cabaret más importantes del mundo durante las décadas de 1920 y 1930, con el que tuvo un largo romance, y al que se decía que le había regalado una funda de pene con joyas incrustadas.

Louis Mountbatten fue nombrado el último virrey de la India. / Getty images

En los años cuarenta, Louis Mountbatten fue nombrado el último virrey de la India y cuando se estableció en la antigua colonia por orden de su Majestad, Edwina se adaptó rápidamente. Sostuvo una relación larga y muy estrecha con Jawaharlal Nehru, futuro primer ministro, una relación que no se sabe si fue física, pero sí muy íntima y que perduró hasta la muerte de Edwina.

Los Mountbattens tuvieron dos hijas, Patricia y Pamela. Como madre, Edwina era distante y ausente, y Patricia y Pamela fueron criadas por niñeras. A medida que crecían, las niñas se involucraron en la vida social de sus padres, incluida la asistencia a fiestas de fin de semana con el rey Eduardo VIII y Wallis Simpson en la finca de Mountbatten en Hampshire.

Edwina murió mientras dormía en 1960, a la edad de 58 años, de un derrame cerebral. Se encontraba en una visita de inspección de la Brigada de Ambulancias de San Juan Jesselton, Borneo. Se dice que tenía un montón de cartas de Nehru en la mesilla. De acuerdo con sus deseos, Lady Mountbatten fue enterrada en el mar, frente a las costas de Portsmouth. Sigue levantando hoy una mezcla de admiración y de escándalo. Además de por su errática vida sexual, también porque fue una persona comprometida, que ayudó con la repatriación de prisioneros de guerra del sudeste asiático. En 1943 recibió la condecoración de la orden del Imperio Británico en reconocimiento a su trabajo de guerra.

Lord Mountbatten fue asesinado en un atentado del IRA, en Mullaghmore, Irlanda, el 27 de agosto de 1979, en el que también murieron su nieto de 14 años y un ayudante de navegación de 15 años de edad, y la madre del marido de su hija Patricia. Se le recuerda con respeto por su vinculación con la familia real y sus servicios al país.