Será el próximo 31 de agosto cuando Victoria López-Quesada y de Borbón-Dos Sicilias, ahijada del rey Felipe, contraiga matrimonio con el empresario Enrique Moreno de la Cova . Todavía no ha trascendido dónde se celebrará la boda –se habla de Madrid, en la Finca Soto Mozanaque, propiedad del duque de Alburquerque–, pero sí parece confirmado que la novia ha elegido a Lorenzo Caprile para su vestido.
Habrá que esperar al momento de la ceremonia para apreciar, de nuevo, el arte del diseñador, que ha vestido a numerosas aristócratas y miembros de la nobleza durante los más de 30 años que lleva de carrera, con unas señas de identidad muy claras: tejidos exquisitos, alta costura, romanticismo y originalidad.
«La novia debe ser la protagonista en su boda y su vestido debe reflejar su personalidad», destaca Caprile como uno de los secretos del éxito de un vestido nupcial . Victoria López-Quesada sigue la tradición familiar: su madre, Cristina de Borbón-Dos Sicilias, y su tía, Victoria de Borbón-Dos Sicilias, también se casaron con un vestido de Caprile.
El diseñador se ha convertido en uno de los más admirados de la moda nupcial y muchos de sus diseños se convierten hoy en virales en las redes sociales. Durante sus tres décadas de carrera, Caprile ha vestido a jóvenes de la aristocracia como Amparo Corsini, marquesa de Castel-Moncayo, su cuñada Xandra Falcó o Verónica Urquijo, una de las novias del momento, hermana de Teresa Urquijo, esposa del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida.
Pero, sin duda, las dos clientas que más repercusión tuvieron para su prestigio fueron Carla Royo-Villanova, princesa de Panagyurishte , quien le hizo su primer encargo, y la infanta doña Cristina, que lució ese estilo fresco y elegante que Caprile ha convertido en su marca. Repasamos algunos de estos vestidos «royal» que hicieron brillar como nunca a sus novias.
Carla Royo Villanova se casó el 2 de julio de 1993 con el príncipe Kubrat de Bulgaria, en el monasterio de la Encarnación, en Madrid. Lorenzo había dejado momentáneamente la moda, en la que había trabajado en Italia, y estudiaba Letras en Málaga. Un día, unos meses antes de su boda, Carla, que pertenecía su misma pandilla, le propuso al diseñador que hiciera su traje de novia. Lorenzo le dijo que no.
Sin embargo, no dejó de darle vueltas al asunto y cuando encontró un taller que consideró a la altura de lo que había aprendido en Italia, tomó nota. Lorenzo quería partir de un corpiño de estilo renacentista. Entonces, con el taller elegido, llamó a Carla y le dijo que aceptaba su propuesta. El resultado fue un diseño absolutamente rompedor: corsé, cintura de avispa, escote cuadrado y una majestuosa falda de inspiración velazqueña, todo elaborado en damasco de algodón.
A partir de entonces, Caprile montó su taller en Madrid, y se convirtió en el favorito de las novias de la clase alta. De hecho, el de Carla fue su primer encargo, pero ella no fue su primera novia: antes se casó una amiga de ambos que también confió en Caprile, Paloma Alonso Martínez y de las Morenas, nieta de los Marqueses de Aguilar de Campoo, para la cual Caprile diseñó un vestido art déco.
Un momento culminante de la carrera de Lorenzo Caprile fue, sin duda, la celebración de la boda de la Infanta Cristina con el exjugador de balonmano Iñaki Urdangarín, el 4 de octubre de 1997, en Barcelona. La duquesa de Palma confió en Lorenzo Caprile, que confeccionó una pieza inspirada en el modernismo catalán: de corte imperio, escote barco y manga francesa. Se elaboró con seda de la casa valenciana Rafael Catalá y viajó en furgón blindado de Madrid a Barcelona días antes de la ceremonia.
La cola medía más de tres metros y estaba bordada con lirios, azucenas y estrellas de nieve. El cuerpo estaba decorado por unos bordados vegetales que hacían juego con la tiara de diamantes, la floral , que le prestó la reina Sofía. Desde entonces, el modisto mantiene una relación personal con la infanta ya que sus hermanas también estudiaron en Santa María del Camino.
La madre y una de las tías de Victoria López-Quesada, Cristina y Victoria de Borbón-Dos Sicilias, hermanas del duque de Calabria, Pedro de Borbón-Dos Sicilias, optaron también por Lorenzo Caprile para sus vestidos de novia. La primera boda de las hermanas Borbón-Dos Sicilias, la de Cristina con Pedro López-Quesada, se celebró en julio de 1994, en la finca familiar La Toledana, situada en Ciudad Real.
Cristina lució un majestuoso diseño de corte princesa, con corpiño y escote en pico y gran falda en tafetán de seda natural y llevó la tiara familiar de botones de diamantes sobre un elevado recogido y el velo de su madre, Ana de Orléans, como han hecho después todas sus hermanas. La joya había pertenecido a la archiduquesa María Cristina de Austria, duquesa de Teschen, y la recibió como regalo de bodas la infanta Alicia de Borbón Parma , abuela de las novias, según explica la cuenta de Instagram @spanishroyaljewels.
Victoria de Borbón-Dos Sicilias, la menor de los hermanos, se casó el 23 de septiembre de 2003 con el armador griego Markos Nomikos. En una época se habló de Victoria como posible novia de Don Felipe, pero fue el propio príncipe quien aseguró que ella era «como una hermana». La boda tuvo lugar en el convento de la Asunción de Calatrava de Almagro y en la finca La Toledana, y Victoria llevó un vaporoso diseño de Caprile de corte imperio, escote barco y mangas semitransparentes, con el velo de su madre, como el resto de sus hermanas, con un elegante recogido que le hizo Gloria Delgado, que también había peinado a la Infanta Cristina el día de su boda, que decoró con los broches de diamantes de la tiara familiar.
En 1999, se casaron Amparo Corsini , hija de Carlos Corsini Alonso, fallecido en 2009, y de Amparo Montero Vargas-Zuñiga, con Manuel Falcó, hoy marqués de Castel-Moncayo, e hijo de Carlos Falcó, marqués de Griñón , y de Janine Girod. La celebración, tuvo lugar en la casa Familiar de Casa de Vacas, en Toledo. La novia llegó a la ceremonia en una calesa tirada por cuatro caballos andaluces.
Caprile decidió crear para Amparo un traje de corte imperio, inspirado en las túnicas de Fortuny y en los trajes de Poiret, inventor de la Alta Costura a principios del siglo XX. Llevó la misma tiara que lució Tamara Falcó el día de su enlace, una pieza art-decó de diamantes, propiedad de la familia Griñón.
Xandra Falcó y Jaime Carvajal se casaron en el Palacio de Mirabel, en Plasencia, el 30 de mayo 1998 y a su boda asistió el entonces príncipe Felipe, amigo cercano del novio, y la infanta Cristina con Iñaki Urdangarín. El padre de Jaime era hijo de Jaime Carvajal y Urquijo, marqués de Isasi, excompañero de colegio del rey Juan Carlos y expresidente de Ford España, y de Isabel de Hoyos y Martínez de Irujo, marquesa de Hoyos, sobrina carnal del primer marido de la duquesa de Alba y prima de los hijos de doña Cayetana.
El diseño de Caprile estaba compuesto por un vestido de encaje en color almendra con un sobrevestido con escote redondo, corpiño y larga botonadura delantera y una larga cola redonda. Xandra lució la llamada tiara de Montellano, la misma que llevó en sus nupcias Isabelle Junot con Álvaro Falcó, primo de la novia.
20 de enero-18 de febrero
Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más
¿Qué me deparan los astros?