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Máxima Zorreguieta y el príncipe heredero de Holanda, Guillermo de Orange, se casaron el 2 de febrero de 2002 en Ámsterdan en la boda real más polémica, trágica y, a la vez, romántica del siglo. Después de un flechazo muy folclórico en la Feria de Abril de Sevilla y una primera cita en Nueva York, ella, plebeya y argentina, vio cómo se vetaba la presencia de su padre en el enlace por sus dudosas relaciones con la dictadura de Videla. La ahora reina (Guillermo de Holanda fue coronado en 2013) tuvo que ganarse la aceptación del Parlamento a base de renuncias y el amor de su pueblo, con mucha cercanía y mano izquierda. Durante casi dos décadas, la popularidad de Máxima de Holanda creció como la espuma año tras año, pero unas cuantas malas decisiones durante la pandemia (y la adolescencia de sus hijas en el punto de mira de la prensa más amarilla) la hicieron protagonista de unos cuantos escándalos.
Eso sí, algo que Máxima de Holanda ha mantenido intachable durante estos 20 años ha sido su particular estilo, el más atrevido, extravagante y espectacular de la realeza. Amante de los colores y estampados extremos, de las combinaciones más arriesgadas, fiel a los complementos más llamativos, seguidora de las tendencias y perfecta embajadora de la moda neerlandesa (con dosis low cost de Zara), nos atrevemos a decir (con permiso de nuestra Letizia y Rania de Jordania) que Máxima de Holanda es la reina mejor vestida del mundo. Y estos looks lo demuestran.
Diseñado por Valentino, el vestido de novia de Máxima Zorreguieta era un sencillo modelo en seda color marfil con cuerpo ajustado con escote chimenea y falda evasé adornada con detalles de blonda de encaje. El velo medía solo cinco metros, y era de tul bordado a mano con detalles florales. La sencillez de su look de novia, el 2 de febrero de 2002, poco tiene que ver con el estilo maximalista (nunca mejor dicho) que ha hecho propio la Reina con el pasar de los años.
El 30 de abril de 2013 Guillermo de Orange fue coronado como rey de Holanda y, con él, Máxima pasó a ser consorte. Para la solemne ceremonia en la Iglesia Nueva de Ámsterdam, la recién proclamada reina eligió un inolvidable vestido azul klein de Jan Taminiau con cuerpo velado con gasa realzada con aplicaciones artesanales de pedrería y crista y falda bordada a juego, que lució con una imponente capa de hombros marcados y la impresionante tiara de zafiros que el rey Guillermo III (tatarabuelo del actual rey) le regaló a su esposa, la reina Emma.
Para celebrar el 50º cumpleaños de Máxima de Holanda, la familia Orange al completo acudió a un concierto homenaje en la sala Carré de Ámsterdam, donde la reina apostó por un llamativo y original vestido con efectos ópticos y transparencias de Iris van Herper.
Al igual que nuestra reina Letizia, Máxima de Holanda siempre hace guiños con sus looks a las culturas y países que visita en viajes oficiales. En este caso, en La India, la reina apostó por un tradicional 'shari' en tonos verdes, que combinó con sandalias doradas de plataforma de Saint Laurent y espectaculares joyas de brillantes y esmeraldas.
La entronización de Naruhito de Japón fue uno de los mayores aconteciemientos 'royal' pre pandemia. Para la cena de gala en la que se celebró la proclamación del nuevo emperador nipón, Máxima de Holanda sorprendió con un impresionante vestido de tul rojo con bordado geométrico joya en el cuerpo de Jan Taminau, uno de sus diseñadores de cabecera. Completó el look con la imponente tiara Mellerio de diamantes y rubíes, a juego con la pulsera, y un collar tipo choker.
Uno de los vestidos royal más originales y rompedores que recordamos es este impresionante diseño azul cielo con detalle de círculos 'cut out' en dorado que, firmado por Claes Iversen, lució Máxima de Holanda el pasado verano para asistir a un concierto en Oslo.
Pero si Máxima de Holanda es rompedora con sus looks de gala, en los actos de día siempre deja con la boca abierta. Su apuesta arriesgada por los colores más potentes y su perfecto manejo de los complementos, especialmente tocados llamativos y las pamelas XL, se han convertido en su seña de identidad sartorial. Este look en rojo y vino durante unos actos en La Haya el pasado mes de diciembre, con abrigo-vestido de Natan y capa es sublime.
Y hablando de complementos, no podía faltar el impresionante look con el que Máxima de Holanda debutó en Ascot en 2019, donde combinó un sencillo vestido midi de gasa en tonos tierra de Natan con un imponente tocado de flores que hizo sombra a la mismísima Kate Middleton. Además, su estilismo tenía un guiño a la Reina Isabel II: los pendientes de Máxima pertenecían a la tiara Estuardo, un regalo de Guillermo III (tatarabuelo del actual rey Guillermo) a su primera esposa, la reina María II de Inglaterra, un símbolo de hermandad entre los Países Bajos y el Reino Unido.
Jan Taminau vuelve a ser el genio detrás de uno de los mejores estilismos de Máxima de Holanda, este imponente vestido de gala azul degradé con bordados joya y capa de gasa semitransparente que la reina lució el pasado verano durante una cena en su honor en Oslo, con motivo de su visita oficial a Noruega.
Y entre imponentes vestidos de gala con sello holandés y llamativos tocados y sombreros XXL, el estilo 'working girl' de Máxima de Holanda también está protagonizado por el color... y la marca España: la reina tiene hueco en el armario para este traje de Zara que se hizo viral y que le sienta de maravilla.
