La realeza europea tiene de todo: tenemos princesas deportistas, como Alexandra de Hannover y su afición por el patinaje; princesas que desean tomarse un año sabático (pero es complicado que lo consigan), como Catalina Amalia de Orange; y luego está Nicolás de Dinamarca, el único príncipe capaz de desfilar con Dior, por que sí, es tan guapo como para eso. Nicolás es el hijo mayor del príncipe «segundón» de la dinastía que gobierna en Dinamarca, el príncipe Joaquín de Dinamarca, hermano del heredero al trono, y de la primera mujer de este, la ex Alexandra Manley, hoy Alejandra condesa de Frederiksborg.
Como siete de los ocho nietos de la reina Margarita II, por muy príncipe de Dinamarca que sea, Nicolás no recibe ninguna asignación por parte de la corona, por lo que desde que cumplió los 18 años decidió aprovechar sus contactos y su buena percha para ganar dinero por su cuenta. Fichó por una agencia de modelos de su país (y después por la española Sight Management Studio) y en 2018 se lanzó a desfilar para firmas como Burberry y Dior además de convertirse en imagen de marcas como la danesa Won Hundred.
Aunque sus padres declararon públicamente su apoyo a la carrera de modelo de su primogénito, la reina Margarita II no veía con buenos ojos tanta exposición mediática de una familia real que intenta ser muy discreta (especialmente en los asuntos que tienen que ver con intercambio de dinero). Su propia madre, la condesa Alejandra, ha protagonizado recientemente un escándalo por la compra de su última vivienda, un apartamento de lujo en Copenhague que ha costado más de 11 millones de coronas danesas (casi un millón y medio de euros)... y eso que ya no forma parte de la familia real desde su divorcio de Joaquín.
Para quedar bien con todos los implicados en sus decisiones, reales y no reales, Nicolás aclaró en una entrevista que a pesar de haber fichado por una de las agencias de modelos más importantes de sus país, en realidad, su objetivo era estudiar Administración de Empresas en la Copenhagen Business School y que lo de desfilar era, en realidad, un trabajo de estudiante (el típico trabajo de estudiante por el que se estima que cobraba 5000 euros por desfile).
Para cuando en 2019 se matriculó en esos estudios en la universidad de su país para estudiar lo que se esperaba de él, parecía que había dejado atrás el mundo del modelaje porque estaba más entretenido estudiando con su ex compañera de pupitre en la misma universidad, la chica que se convertiría en su novia oficial… y con la que se fue a vivir al apartamento que su abuela le había cedido en el centro de Copenhague: Benedikte Thoustrup… algo que a la reina Margarita no le hizo tampoco mucha gracia...
Dos universitarios años más tarde, Nicolás está dispuesto a comenzar una nueva aventura, eso sí, lejos de su abuela, lejos de su madre y cerca de su padre. está previsto que estudie en París en cuanto cumpla los 22 (este mismo mes de agosto), lo que le permitirá estar más cerca del príncipe Joaquín y sus hermanastros… Y vivir con su novia y en uno de los centros de la moda mundial sin que nadie le diga nada.