Ambas son medio hermanas del actual rey de Jordania, Abdalá II, ambas nacieron como princesas ( como las hijas de la reina Rania ), pero salvo por sus enlaces y bodas, en las que su madre Noor de Jordania recupera la sonrisa, poco sabemos de las dos hijas de la reina viuda del rey Hussein. A pesar de vivir fuera de las fronteras del reino hachemí poseemos muy pocos datos e imágenes de las princesas Raiyah e Iman, y pocas veces han captado la atención de los medios. ¿Un anonimato buscado o motivado por el enfrentamiento velado que existe entre los hijos de Noor y los de la reina Rania ? Es difícil de precisar, pero lo que está claro es que si querían permanecer en las sombras, las hijas de Noor lo han conseguido.
Iman (que curiosamente comparte nombre con una de las hijas de la reina Rania), fue la tercera de los hijos que Noor tuvo con el difunto rey Hussein, un hombre que, no olvidemos, se casó cuatro veces y tuvo herederos con todas sus mujeres.
La princesa Iman llegó al mundo el 24 de abril de 1983, hoy debe estar cerca de cumplir los 40, pero casi desde el día de su boda, y especialmente desde su divorcio en 2017, permanece completamente alejada de los focos. Lo poco que se sabe de ella es que durante su infancia acudió a la Fay School y la Maret School, ambas en Estados Unidos. Después dio el salto al Reino Unido, donde cumplió con la tradición familiar y asistió a la Royal Military Academy de Sandhurst. Una vez completada su carrera militar (y los deseos de su familia), retornó a Estados Unidos para formarse en la American University.
En diciembre de 2012 la princesa Iman tuvo su momento de gloria mediática cuando la casa real jordana anunció su compromiso con el hijo de un ex embajador jordano en Brasil llamado Zaid Azimi Mirza del que apenas trascendió que le gustaban las artes marciales y que tenía 34 años.
La princesa Iman tenía entonces 29 años y se casó vestida de blanco y oro, ante los ojos vigilantes de los reyes de Jordania, Rania y Abdalá II, y en el palacio jordano de Bab al-Salam. La tarta de boda estaba adornada con ramas de olivo, pero poca paz hubo en el matrimonio: solo tuvieron un hijo, Omar, y en 2017 se firmaron los papeles del divorcio. Desde entonces la princesa nunca ha vuelto a aparecer en la crónica social.
Las apariciones de Raiyah en las páginas de la prensa rosa han sido también esporádicas, pero más sorprendentes que las de su hermana. La hija pequeña de Noor se ha convertido en un verso libre. Perdió a su padre a los 12 años de edad y, al contrario de lo que marca la tradición familiar, decidió seguir un camino propio en lo académico (nada de formación militar en su caso).
Estudió el Bachillerato Internacional en el United World College of the Atlantic (sí, el mismo de la princesa Leonor) y se especializó en estudios Japoneses en la Universidad de Edimburgo. Lo siguiente que hizo fue irse al otro extremo del mundo para estudiar en la universidad japonesa de Ritsumeikan, en Kioto, lo que permitió al mundo descubrirla vestida con kimono.
Aunque no recibió formación militar, no conviene pelearse con ella: es especialista en kendo y aikido. Tampoco ha respetado la tradición en cuanto a bodas, aunque esta vez más que por rebeldía ha sido por las circunstancias de la pandemia. La princesa y su prometido, el periodista británico Ned Donovan, que a su vez es nieto del escritor Roald Dahl, fueron los protagonistas de la primera boda royal de la era covid.
La ceremonia se celebró en julio de 2020 en Reino Unido, al aire libre, con distancia social, pocos invitados, la novia vestida de blanco y su madre de azul. Aunque por la pandemia los reyes de Jordania no pudieron acudir, hubo retratos oficiales. «Ojalá la ceremonia se pueda celebrar pronto en Jordania», escribía la novia en sus redes sociales. Con la complicada situación familiar que ha atravesado la familia real jordana el último años, no sabemos si el último deseo de la princesa se cumplirá o será ignorado.
20 de enero-18 de febrero
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