Cuando en 1978 Lisa Halaby pasó de ser una ciudadana norteamericana a la cuarta esposa del rey Hussein de Jordania poco podía imaginar que como reina Noor debería enfrentarse a todo tipo de desafíos. Pero no todo fueron escollos e intrigas cortesanas en su camino (con rivalidades con reinas más jóvenes como Rania incluidas), también ha habido buenos momentos en su matrimonio de 21 años y posterior viudez, y en muchos de ellos la reina Sofía ha estado a su lado.
Durante el primer encuentro de ambas monarcas la diferencia de edad ( la reina Noor no había cumplido la treintena, la reina Sofía ya tenía 40) y de procedencia (Noor carecía de títulos nobilarios y apellidos ilustres, nuestra monarca casi los posee todos) podrían haber sido un problema para que se entendieran. Nada más lejos de la realidad. Así como el rey Juan Carlos y Hussein de Jordania ya se llamaban «hermano» mucho antes de que este se casara con Noor, la reina Sofía tuvo que esperar a la llegada de la joven norteamericana de 26 años para encontrar esa misma química dentro de la corte hachemí.
Algo unió para siempre a ambas mujeres en ese momento. Quizá fuera que las dos sentían desde hacía relativamente poco el peso de la corona sobre sus cabezas o que ambas buscaban su sitio en el complicado esquema de poder de dos países inestables. O quizá fue descubrir que poseían intereses filantrópicos comunes y que a lo largo de las décadas han llevado esas causas humanitarias como bandera de su labor y su legado. La realidad es que la amistad entre Noor y la reina Sofía ha soportado bien el paso del tiempo y las trampas del destino y paradójicamente aumentó cuando el rey Hussein falleció en 1999. Ese mismo verano, la viuda fue recibida en Marivent y pasó el verano en Palma junto a sus hijas y siempre escoltada por una cariñosa reina Sofía.
No fue ni mucho menos la última ocasión en la que se pudo ver a ambas mujeres juntas lejos de cualquier agenda oficial. De hecho, a oesar de que desde 1999 la reina Noor cedió todo el protagonismo a la nueva soberana jordana Rania y apenas conserva su tratamiento de alteza esa «caída en desgracia» sirvió a ambas mujeres para forjar su amistad, esta vez lejos de los actos oficiales y los flashes de los fotógrafos. «La reina Sofía ha sido una verdadera hermana y amiga durante todos estos años. La quiero mucho, de una manera entrañable«, confesó Noor a Vanity Fair al hablar de nuestra monarca.
No ha sido la única vez que ha hablado de la madre del rey Felipe VI en buenos términos. En 2010, durante la Conferencia Global Zero que tuvo lugar en París, Noor desveló que había conversado de forma privada con la reina Sofía sobre armas y energía nuclear, apuntando que la mujer del rey Juan Carlos era «una luchadora apasionada que comprende y apoya cualquier modo de preservar la vida».
Mucho más discreta en sus afectos la reina Sofía conserva la amistad de la reina viuda de Jordania con pequeños y grandes gestos, como cuando Noor fue una de las invitadas a la comida privada y el concierto con el que festejó su 80 cumpleaños hace ya tres años. O como cuando apoyó a su hijo en su intención de enviar a la princesa Leonor al internado de Gales en el que está cursando actualmente Bachillerato Internacional y que pertenece al movimiento UWC del que la reina Noor es presidenta desde 1995.
20 de enero-18 de febrero
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