Noor y Hussein de Jordania en 1979, en Amman. / GETTY IMAGES

Noor de Jordania, la gran perdedora de la guerra contra Rania: su hijo renuncia al título de príncipe y admite su derrota frente al rey Abdalá

Fin a una década de intrigas y conspiraciones. Noor de Jordania pierde su guerra de poder e influencia con Rania y ve cómo su hijo tiene que renunciar a su título de príncipe y sus aspiraciones al trono hachemita.

Ha sido una guerra silenciosa casi hasta el final, cuando la impaciencia del príncipe Hamza tornó las intrigas palaciegas con políticos y militares críticos en declaraciones públicas. Fue ahí cuando la prensa internacional se hizo eco del cisma larvado en la familia real hachemita desde que murió el añorado rey Hussein: su viuda y cuarta esposa Noor de Jordania y su hijo mayor, el vivo retrato de su padre, jamás aceptaron que el nuevo rey fuera Abdalá, primogénito de la princesa Muna. Hasta 2014 se conformaron con la promesa de que Hamzah bin Hussein fuese el heredero a la muerte de su hermano el rey, pero entonces este decidió que sería su hijo mayor el que le sucediera y no su hermano. Abdalá y Rania dejaban a Hamzah y Noor de Jordania absolutamente fuera de juego. La reina americana tuvo que verse una vez más despojada de su ambición royal, previa humillación a su hijo.

Parece que Hamzah bin Hussein llevaba algunos años promoviendo el descontento entre la élite política de Jordania, acusando al rey Abdalá de introducir reformas económicas y sociales que no estarían en sintonía con las esencias tradicionales de la cultura del país. Por ese motivo llegó a estar bajo custodia en abril de 2021, cuando se desveló una conspiración instigada por él para arrebatar el poder al rey Abdalá: casi un golpe de estado. Ante tal escándalo, la reina Noor de Jordania, consorte en el trono hachemita desde 1978 hasta 1999, pidió clemencia en todos los medios de comunicación, diciendo que su hijo, su debilidad, el «deleite de mis ojos», era inocente. «Rezando para que la verdad y la justicia prevalezcan para todas las víctimas inocentes de esta malvada calumnia. Dios los bendiga y los mantenga a salvo», escribió la reina Noor en su cuenta de Twitter.

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¿Quién es el rey de Jordania?

El príncipe Hamzah, inspirado por el legado de su madre, se proponía como el guardián verdadero de las esencias jordanas, pero utilizó Twitter para anunciar que, de una vez por todas, renunciaba a postularse como alternativa a su hermano:

«Conforme a lo que he atestiguado en los últimos años, he llegado a la conclusión de que mis convicciones personales, que mi padre me infundió y a las que a lo largo de mi vida he intentado duramente adherirme, no están en sintonía con los enfoques, las tendencias y los modernos métodos de nuestras instituciones. Por una cuestión de honestidad con Dios y con mi conciencia, no veo más remedio que renunciar al título de príncipe. Tuve el gran honor de servir a mi amado país y a mi querido pueblo durante los años de mi vida. Permaneceré leal a nuestra querida Jordania, como siempre lo he sido y seré».

Termina así la intensa rivalidad de Noor con Rania, la esposa del rey Abdalá II desde 1993 y la nueva imagen de Jordania en el mundo. La reina Noor disfrutó durante su reinado del crédito que le proporcionó haber modernizado el país y establecido lazos de amistad importantes con Estados Unidos, una apertura que supo combinar con un realce de las tradiciones culturales y religiosas del país. Rania, sin embargo, quiso llevar más allá la modernización del país, con una imagen mucho más occidentalizada que la ha convertido en una de las mujeres más elegantes del mundo y una influencer royal de primer nivel. Una reina para el siglo XXI que ya no va a tener competencia en la llamanda 'reina americana' Noor, que cierra aquí sus aspiraciones a volver ser relevante en el país que la convirtió casi en un mito.