Gareth y Sean Wittstock, los dos hombres que sí apoyan a la princesa Charlène de Mónaco públicamente durante su crisis más sonada (mientras Alberto II calla)

Mientyras su marido el príncipe Alberto Ii de Mónaco da la callada por respuesta al vapuleo de su mujer en redes sociales y portadas de la prensa rosa, los dos hermanos Wittstock, Gareth y Sean, muestran su apoyo públicamente a la princesa Charlène.

Si la princesa Charlène de Mónaco esperaba más apoyo institucuonal en su año de crisis, lo sentimos, se equivocaba. Como si fueran parientes directos de los Windsor la familia real del principado ha escarmentado con el paso de los años y se niega a confirmar o desmentir cualquier rumor que afecte a la vida personal de uno de sus integrantes. Por eso los medios han aprendido a «interpretar» las señales que los Grimaldi envían y se dan situaciones surrealistas como cuando nos enteramos de que Carlota Casiraghi estaba embarazada de Gad Elmaleh por las miraditas poco discretas que su madre la princesa Carolina de Mónaco daba a su tripa o como cuando recientemente la prensa rosa ha «embarazado» a Pauline Ducruet, hija de Estefanía de Mónaco, por idéntico motivo.

Pero hay silencios más clamorosos que otros y el que está manteniendo el principado, y muy especialmente el príncipe Alberto, sobre la princesa Charlène es uno de ellos. Menos mal que Charlène tiene a dos hombres que sí hablan por ella y la defienden n público: sus hermanos Gareth Wittstock y Sean Wittstock.

Gareth Wittstock es uno de los defensores de su hermana, la princesa Charlène, en el principado. / gtres

Gareth Wittstock es el gran valedor de los intereses de la princesa Charlène en el principado, especialmente ahora que ella está ausente. Se mudó a La Roca para estar cerca de su hermana en cuanto esta se casó y así servirle de apoyo moral. al final el apoyo se conirtió en un puesto de trabajo porque, con los años, pasó a ser uno de los responsables de la fundación que lleva el nombre de su hermana.

El «conde de Mónaco«, como llaman sus críticos a Gareth Wittstock, permanece en Mónaco durante la estancia forzosa de Charlène en Sudáfrica posando en los eventos de los Grimaldi junto a Carolina, Estefanía, Alberto y quien haga falta para dejar muy claro a los que les gustan esparcir rumores que la familia Wittstock y los Grimaldi están juntos en esto.

Sean Wittstock y su hermana, la princesa Charlène, en una de sus visitas a Mónaco. / gtres

Sean Wittstock, el hermano más diuscreto y desconocido

Si Gareth se encarga de templar los ánimos en el viejo contienente mientras la princesa Charlène sigue recuperándose de su enfermedad en Sudáfrica, en África es el hermano menor de los Wittstock, Sean, es quien lleva la voz cantante a la hora de defender el honro de su hermana ante los medios.

No es la primera vez que lo hace. Cuando se rumoreó que la princesa Charlène había intentado huir de su propia boda, desde la otra punta del globo su hermano menor concedió una entrevista en una revistta sudafricana para que quedara muy claro que no fue así. « Mi hermana está muy feliz. Ella y su dama de honor estaban en Sudáfrica en una granja de caza una semana antes de la boda y su hibviera querido escapar del compormiso podría haberse quedado allí si hubiera querido«, explicó entonces.

Vídeo.

Junto a Sean ha parecido una nueva incorporación reciente al «team Charlène» sudafricano, su cuñada Chantell Wittstock (que también trabaja en la delegación sudafricana de la fundación de la princesa). La mujer que se casó con Sean Wittstock en 2013 ha concedido esta misma semana una entrevista en la radio sudafricana donde el mensaje era muy claro: los rumores de crisis matrimonial son 100% infundados, Charlène cuenta con todo el amor y apoyo de su familia, tanto en Mónaco como en Sudáfrica, la princesa está viviendo estos meses alejada de su marido y sus hijos con frustración pero buen ánimo, que Charlène habla con ellos a diario a través de Facetime.

También afirma que en cuanto las restricciones covid lo permitan este mismo mes tanto el príncipe como los niños visitarán a Charlène en Sudáfrica. Habida cuenta de que el príncipe Alberto ha podido viajar hasta los Juegos Olímpicos de Tokio, es de esperar que esa visita se produzca en breve... o los rumores volverána cobrar fuerza y los Wittstock tendrán que hacerles frente en bloque.