Haya, la hijastra de Noor de Jordania: princesa, fugitiva (huyó de su marido el emir de Dubái) y un conflicto diplomático para la reina Isabel II

En 2019 la princesa Haya de Jordania, cuarta esposa del emir de Dubái, abandonó a su marido y se estableció con sus hijos en Londres, protagonizando una de las huídas royals más escandalosas de los últimos tiempos. Pero cada detalle nuevo que se desvela de su polémico y mediático divorcio es aún peor que el anterior... y pone en un brete a la mismísima Isabel II reina de Inglaterra.

Llegó al Reino Unido hablando de miedo, de temer por su vida y la de sus hijos, de intimidación a las mujeres de la familia real, de posibilidades de secuestro... Era el verano de 2019 y la narración de la princesa Haya de Jordania, hija del archiconocido rey Hussein de Jordania (el suegro de la actual reina Rania de Jordania y el marido de la reina viuda Noor) conmocionó al mundo... y le planteó un problema diplomático a la reina Isabel II que muy a su pesar acabó envuelta en un divorcio con un nivel de escándalo sin precedentes en la historia reciente de las monarquías modernas.

Lo que comenzó para la princesa Haya Bint Al-Hussein como un cuento de hadas terminó convirtiéndose en una pesadilla tanto para ella como para sus hijos y, finalmente, para la monarca inglesa. Lejos del paradigma de princesa discreta (como las hijas de Rania) que viene predominando en las familias reales (y especialmente en la jordana) esta elegante mujer formada en Oxford y que llegó a ser amazona olímpica protagonizó una de esas historias que les gusta a los adictos a la prensa rosa: flechazo en un torneo de hípica y boda millonaria con un jeque árabe. Con su enlace y sus apariciones públicas sin velo Haya se convirtió en el sexta esposa del emir de Dubái Mohammed ben Rached al-Maktoum y en un referente de la «modernidad» del estado perteneciente a los Emiratos árabes Unidos.

La reina Isabel II recibiendo a emir de Dubái en una recepción en el palcio Buckingham . / gtres

Pero el cuento de hadas se convirtió repentinamente para la princesa en un culebrón de sobremesa con tintes siniestros y Haya acabó convertida en la protagonista de un juicio sin precedentes en los tribunales bitánicos. Con su huída y su relato de amenzas de muerte y princesas secuestradas ya nos impresionó. Ahora el periódico The Telegraph acaba de destapar algunos de los detalles de ese jugoso y escandaloso juicio que tanto dio de comer a los tabloides ingleses y esos detalles parecen aún peor que lo contaba la propia princesa.

Ahora hemos sabido que el tribunal superior británico encargado de arbitrar el proceso de divorcio entre Mohammed ben Rached al-Maktoum y su exesposa, consideraba probado que el jeque había autorizado espiar (y de hecho lo hizo) el teléfono de Haya Bint Al-Hussein así como el de gente de su entorno, como su asistente y la abogada de su caso. Para ello usó un software de espionaje israelí llamado Pegasus, ese que según el gobierno de Dubái solo se emplea para espiar las llamdas y mensajes de teléfonos sospechosos de cometer terrorismo.

Aunque la reina británica ha intentado permancer al margen de todo este culebrón ahora el Daily Mail ha planteado la pregunta del millón: a la vista del poder del jeque y de que Reino Unido se ha convertido en el refugio de la princesa, ¿cómo reaccionará la reina cuando tenga que restaurar sus lazos con el emir de Dubái? Isabel II es amiga desde hace mucho tiempo tanto del jeque como de su ex esposa, unidos todos por su amor por la hípica y las carreras.

«Las carreras y el amor compartido por los caballos han cimentado durante mucho tiempo los lazos familiares entre los Windsor y los Maktoums«, asegura la prensa británica. Pero tras las revelaciones del sumario del juicio, parece complicado que la monarca británica pueda volver a invitar al emir a todos los eventos sociales que se celebraban en suelo inglés y en los que se solía ver junta a la pareja. ¿Decidirá distanciarse del jeque y evitar que le fotografíen junto a él?

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El próximo año, con la pandemia en remisión gracias a la vacunación, no sería extraño que la reina recupere su agenda habitual, tanto la que tiene que ver con los caballos como los eventos que celebrará por su jubileo de platino... ¿Será el representante de los Emiratos (un aliado necesario en la política inglesa) excluído de esas invitaciones? Sin duda la princesa Haya se ha convertido en un problema más para la diplomacia inglesa.