Su agenda es más compleja, sus intervenciones oficiales más elaboradas, en breve pasará a estudiar en el extranjero lejos de su sus padres, la reina Letizia y el rey Felipe VI , es presumible que haga nuevos amigos y, lo mejor, por fin ha cambiado de estilo dejando atrás las trencitas, el zapato plano y los vestidos infantiles por otros más propios de sus 15 años. Apostamos que este va a ser el año de la independencia de la princesa Leonor y su próximo acto oficial antes de comenzar sus vacaciones veraniegas entregando hoy los Premios Fundación Princesa de Girona es una buena muestra más de ello.
Aunque la exposición tanto de la princesa Leonor como de su hermana la infanta Sofía ha sido siempre calculada para evitar una sobreexposición pública, este año hemos podido ver algunas pistas de que la situación está a punto de cambiar si no ha cambiado ya.
Hasta la prensa extranjera alabó su buen hacer y profesionalidad cuando acudió a su primer acto oficial en solitario el pasado mes de marzo. La ocasión fue propicia para contemplar los cambios que ha vivido Leonor y su puesto en la Casa Real desde que comenzó la pandemia. La joven princesa se presentó en el acto del 30 aniversario del Instituto Cervantes con un vestido de Poète y unos pequeños tacones (adiós bailarinas, por fin) y bien arropada por el poeta y director del Instituto Luis García Montero y la Vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Carmen Calvo, cumplió con soltura con lo que se esperaba de la adolescente.
Leonor llegó, posó y venció en un acto muy simbólico en el que introdujo en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes el ejemplar de la Constitución que leyó en su primera intervención pública, cuando tenía 13 años, y El Quijote que había leído junto a su hermana en el confinamiento de la pandemia. También, micro en mano, hizo preguntas sobre la organización de la Institución y sus trabajadores y a la salida saludó a los entusiastas que la esperaban, eso sí con mascarilla y distancia social.
Mañana, en Barcelona, la princesa Leonor tiene una nueva oportunidad para brillar en un acto ideal para que luzca de nuevo su profesionalidad. A las ocho de la tarde y en el Caixaforum de Barcelona la Casa Real al completo, reyes, infanta y princesa, acudirán a la entrega de los Premios Fundación Princesa de Girona unos galardones que se convocan anualmente para reconocer la labor de cinco menores de 35 años en las categorías de Artes y letras, Empresa, Investigación científica y ámbito Social.
Estos premios se han convertido en una cita importante para la trayectoria de Leonor porque su pequeña intervención en ellos de 2019 dejó boquiabiertos a los asistentes. No solo consiguió pronunciar un pequeño discurso en un ambiente tenso, delante de 1000 adultos desconocidos, con relativa calma y en cuatro idiomas distintos (español, inglés, catalán y árabe), también logró arrancar la ovación del público. Hasta el periódico The Times, entre otra prensa extranjera, se hizo eco de su éxito y se rindió al encanto de la que bautizó como una auténtica «princesa Disney».
La edición de este año va a ser doblemente especial para la princesa porque posiblemente será el último acto oficial en el que adquiera protagonismo antes de abandonar España para comenzar sus estudios en el extranjero.
Tras sus vacaciones de verano, a finales de julio, la futura reina de España comenzará a estudiar Bachillerato Internacional en la institución educativa Colegios del Mundo Unido (UWC), concretamente en el UWC Atlantic College de Gales , un centro con 1000 estudiantes y algunos royals, como por ejemplo la princesa Alexia de los Países Bajos.
En su adolescencia (eso sí, un poco más mayor que la princesa Leonor), Felipe VI también estudió en un internado en el extranjero, concretamente cursó COU en Canadá, en el colegio Lakefield. En aquel momento la reina Sofía justificó la estancia de su hijo en otro país como una buena medida para que no se criara siempre en palacio a la sombra de los reyes. Quizá la buena experiencia, y el haber encontrado un centro tan exclusivo como resguardado de los paparazzis en el extranjero, ha motivado a doña Letizia y el rey Felipe VI a proceder igual con la heredera del trono. Lo que está claro es que lejos de los padres, y con 15 años, la princesa va a cumular una buena cantidad de anecdotario en Gales.
Pero si debemos estar pendientes de cómo será su vida de cara al nuevo curso, tampoco podemos perder de vista cómo se está desarrollando su evolución en cuanto a vestuario.
A lo largo de 2021 hemos podido apreciar pequeños detalles que apuntan a que la princesa Leonor está ya lista para adquirir un fondo de armario más maduro, como pudimos comprobar con los tacones que llevó el día de su Confirmación . Pero el adiós definitivo a los vestidos trapecio sin forma, el zapato plano y las diademas de trenzas lo ha dado recientemente: en concreto en el acto de imposición de las condecoraciones de la Orden del Mérito Civil que se celebró hace apenas dos semanas.
En aquel acto, en el que acompañaba a sus padres y al que también acudió su hermana, Leonor deslumbró con un vestido azul de crepe diseñado por la firma sevillana Vogana . Con mangas abullonadas, silueta marcada, frunce lateral y completado con unos discretos tacones el estilismo era mucho más adulto al que nos tenía acostumbrados. ¿Seguirá en esta línea en los premios de mañana? Apostamos que sí.
20 de enero-18 de febrero
Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más
¿Qué me deparan los astros?