Se ha sentido en el mundo del corazón como cuando Diana de Gales concedió su entrevista al programa Panorama de la BBC para confesar ante el mundo que su marido le era infiel. Alberto de Mónaco ha querido hacer un resumen del horrible año 2021 que lleva (pandemia mundial, su hija Jazmin Grace con corornavirus, su mujer la princesa Charlène enferma a miles de kilómetros de Mónaco, la crianza de sus hijos Jaime y Gabriella en solitario ...) en las páginas de la publicación francesa especializada en nobleza y alta sociedad Point de Vue y, por una vez, ha mostrado más de sí mismo como ser humano que como príncipe. El hermano de Carolina de Mónaco ha dejado claro cuál es su estado de ánimo actual: enfadado consigo mismo, la situación y, muy especialmente, con Nicole Coste , la madre de su hijo Alexandre Grimaldi-Coste.
Nicole Coste, la madre del primer hijo nacido fuera del matrimonio que el príncipe Alberto reconoció vía judicial, concedió en septiembre una explosiva entrevista a la publicación francesa Paris Match. Ella y su hijo, Alexandre Grimaldi-Coste, acapararon la portada de la famosa cabecera francesa y, de paso, las de medio planeta que se hicieron eco de sus palabras, al fin y al cabo Nicole Coste no concedía una entrevista desde 2005.
Pero algunas de esas palabras son las que, precisamente, han puesto «furioso» al príncipe de Mónaco, concretamente le molestó todo lo que Nioole Coste contó sobre su mujer la princesa Charlène. Alberto de Mónaco ha confesado a Point de Vue que no tenía ni idea de las intenciones de su ex, que él pensaba que la entrevista iba a consistir en poco menos que un retrato de la madre y el hijo juntos para celebrar la mayoría de edad del joven. Cuando vio el contenido pensó «que aquello estaba fuera de lugar, me puse furioso».
La madre de Alexandre Grimaldi no solo habló de los otros hijos de Alberto de Mónaco (algo que el príncipe considera que pertenece a su esfera más privada e íntima y que tampoco debería haber hecho), sino que aprovechó la ocasión para despacharse a gusto contra la princesa Charlène. Entre otras lindezas aseguró que Charlène había estado en contra de su hijo desde el principio de su convivencia en el palacio de Mónaco e incluso llegó a afirmar que esta aprovechó una ausencia de Alberto para mudar a su hijo a las habitaciones de palacio dedicadas al servicio. Por mucho que Nicole Coste hablara maravillas en esa misma entrevista sobre la labor de Alberto como padre, parece que a la vista de las declaraciones de este dos meses después de su portada en Paris Match, el príncipe no olvida lo que su ex dijo de su mujer... y no lo perdona.
Pero el enfado existencial de Alberto de Mónaco también se extiende hacia los medios de comunicación, que considera que mantienen una campaña de acoso sobre su matrimonio desde que Charlène abandonó Mónaco hace más de seis meses. Y, por último, está enfadado consigo mismo, considera que en esta ocasión su proverbial discreción ha dejado desprotegida su relación y a su pareja. En la entrevista con Point de Vue, Alberto de Mónaco reconoce que no supo anticiparse de la forma adecuada a las consecuencias de la ausencia de su mujer durante un periodo de tiempo tan largo.
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La decisión de la pareja y su gabinete de comunicación de no informar sobre el motivo de salud que mantenía a Charlène retenida en Sudáfrica disparó todo tipo de rumores en la prensa sobre un divorcio inminente. Para cuando quisieron acalarar lo que sucedía ya era demasiado tarde: nadie se cree la versión oficial. « Deberíamos haberlo hecho de otra forma«, asegura ahora el príncipe que se culpa de ese error de comunicación.
A pesar de ello, desde su enfado Alberto asegura que por muy príncipe y princesa que sean, tanto él como Charlène tienen derecho a mantener fuera del ojo público ciertos aspectos de su vida privada. «Mi esposa no quiso mencionar demasiado sus problemas de salud porque son algo personal. De hecho nosotros hubiéramos preferido la opción de no tener que comunicar nada al respecto. Se trataba de mantener el equilibrio y de tomar una decisión», asegura. A la vista de que Charlène volverá a Mónaco en breve y aún así los rumores de divorcio no han cesado, parece que esa decisión no fue la más acertada... Y vemos difícil que a Alberto de Mónaco se le pase su enfado.