Liechtenstein es un pequeño principado de habla alemana de apenas 25 kilómetros de largo, situado entre Austria y Suiza. Su discreción es tal que muchos no saben de su existencia, ni de que está regido por una familia principesca entroncada con casi toda la realeza europea. Ahora está de luto por la muerte de la princesa Marie de Liechtenstein el pasado 21 de agosto tras sufrir un infarto cerebral, a la edad de 81 años. ¿Quién era esta aristócrata de este principado del centro de Europa, de menos de 40.000 habitantes, de la que apenas se sabía nada fuera del principado?
Las campanas de la catedral de Saint-Florin de Vaduz empezaron a sonar por la muerte de la princesa Marie de Liechtenstein, el pasado sábado 21 de agosto, y, poco a poco, lo hicieron las de todas las pequeñas iglesias de alrededor. La noticia de la muerte de la princesa consorte, a los 81 años, fue publicada por la Casa del Príncipe en su sitio web oficial: 'Su Alteza Serenísima la Princesa Marie de Liechtenstein murió el 21 de agosto de 2021 a las 4:43 de la madrugada en el hospital de Grabs, en Suiza, de forma apacible y rodeada de su familia. Falleció después de que su salud se deteriorara de forma imparable tras sufrir un derrame cerebral tres días antes, y tras recibir los Santos Sacramentos, en paz y con gran confianza en Dios '. El pequeño principado estará de luto durante siete días. Las banderas en el castillo de Vaduz, residencia oficial del Príncipe de Liechtenstein , ondean a media asta, al igual que otros edificios públicos.
La princesa Marie era hija del conde checo Ferdinand Carl Kinsky von Wchinitz und Tettau y la condesa Henriette, de soltera condesa von Ledebur-Wicheln. Era la cuarta de siete hermanos y conoció el exilio desde la infancia. El título de su padre, príncipe del Sacro imperio, fue creado por la emperatriz María Teresa de Austria en 1742. Marie nació como condesa Marie- Aglaé Bonaventura Theresia Kinsky von Wchinitz und Tettau en Praga en 1940, en lo que entonces era el Protectorado de Bohemia y Moravia regido por los nazis y hoy es la República Checa. Su familia decidió huir en 1945, para escapar de los soviéticos, y se instaló Alemania, donde se educó Marie, asistiendo a la escuela primaria de Ering am Inn y luego al internado de las Hermanas Benedictinas en el Convento Wald, en Württemberg.
Siempre tuvo un talento especial para el dibujo, una de sus grandes pasiones, al igual que el teatro. Creció soñando con ser artista. Finalmente, Marie pasó un período en Inglaterra en 1957 para mejorar su inglés, antes de asistir a la Academia de Artes Aplicadas en la Universidad de Munich durante seis semestres, graduándose en 1961, en diseño. Se fue a París, para otra «estancia lingüística» más breve, antes de trabajar como diseñadora gráfica en una imprenta en Dachau, en Alemania.
Marie tenía apenas dieciséis años cuando conoció al Príncipe Hans Adam. Él se enamora inmediatamente de ella, una chica dulce y cultivada, prima lejana. El príncipe tiene cinco años menos que ella y tiene que esperar hasta su mayoría de edad, a los 21 años, para proponerle matrimonio. Las dos familias están encantadas. Tras el compromiso, la futura princesa concede una primera entrevista. «Estoy feliz porque hemos hecho los preparativos en total complicidad con mis padres y mis suegros», confiesa.
La novia escogió su vestido con la ayuda de su suegra, la princesa Georgina. Después de anunciar su compromiso el 1 de marzo de 1966, Marie se casó con el príncipe heredero Hans-Adam II de Liechtenstein, el 30 de julio de 1967, a la edad de 27 años. El novio había cumplido los 21 justo dos meses antes. Todavía no había terminado sus estudios. La pareja se unió en una brillante boda en la catedral de St. Florin en Vaduz, la capital del principado. La novia lució un vestido de corte imperio en seda blanca, diseño del «couturier» parisino Jacques Heim, y la tiara de la archiduquesa Isabel Amelia de Austria, abuela del novio y sobrina de la emperatriz Sissi. La entonces princesa Sofía de España fue una de las invitadas.
Hans Adam II sucedió como Príncipe de Liechtenstein a su padre en 1984. La pareja tuvo cuatro hijos: el Príncipe Heredero Alois de Liechtenstein, que ejerce como regente desde 2004, el Príncipe Maximiliano, el Príncipe Constantin y la Princesa Tatiana, a la que se relacionó con el príncipe Felipe en los años noventa, mientras pasaba una temporada estudiando y trabajando en Madrid. Hans Adam y su difunta esposa también tienen 15 nietos.
En alguna ocasión, Marie confesó que, tanto ella como su marido, soñaban, a veces, con la idea de escaparse a una casa en el bosque, cuando hablaba de su trabajo de princesa, para añadir que, como todo en la vida, tenía aspectos maravillosos y otros difíciles. Marie y su esposo vivían desde hacía varios años en Viena, retirados de la vida pública, tras pasar el poder a su hijo Alois, el heredero y regente, en 2004. Ferviente católica, la princesa Marie era una persona discreta y natural, muy amante de la familia, con una gran capacidad para comunicarse con la gente y muy comprometida con los que sufren. Se dedicó a labores y proyectos centrados en la educación, el arte, la protección del medioambiente y el poyo a la familia. Durante 30 años fue Presidenta Honoraria de la Cruz Roja de Liechtenstein, antes de cederle el puesto a Sofía de Baviera, la esposa del príncipe Alois, su primogénito. Una de sus últimas visitas fue al Vaticano, para ver al papa Francisco, acompañando a su esposo, su hijo y su nuera, en 2017.
Sin embargo, no fue la única condesa de Wchinitz y Tettau que se casó con un príncipe de Liechtenstein. Francisca Kinsky de Wchinitz y Tettau, tatarabuela del príncipe Hans Adam II, fue esposa del príncipe Luis II, a mediados del siglo XIX. Liechtenstein es uno de los estados más pequeños y, al tiempo, uno con los poderes reales más amplios y con una de las fortunas personales más elevadas del mundo: 3.500 millones de euros. El príncipe es considerado una figura sagrada. Su consorte, Marie, fue inhumada este sábado en la catedral de Saint-Florin de Vaduz, tras un funeral de Estado.
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