Si encontrarse con un ex ya es casualidad, encontrarlo en una boda es aún más casualidad y eso es justo lo que les pasó a Carlota Casiraghi y Felix Winckler en un prepandémico enero de 2020. Rodeados de la alta sociedad económica europea Stavros Niarchos III se casaba con una galerista rusa por aquellas fechas y en el convite coincidían la hija de Carolina de Mónaco, del brazo de su marido Dimitri Rassam, con Felix Winckler, del brazo de su prometida millonaria Irene Forte. Ahora la noticia es que Felix, el primer amor de Carlota Casiraghi, también ha pasado por el altar con todos los ornamentos propios de una boda multimillonaria siciliana con Irene Forte. ¿Pero quién es la mujer capaz de plantar cara a la mismísima Carlota Casiraghi?
Si Carlota es rica de cuna (por Grimaldi y por Casiraghi), Irene Forte no se queda atrás. Hija del magnate hotelero Sir Rocco Forte, Irene, literalmente, ha crecido a la sombra de su formidable padre y su fortuna hotelera. Por eso no es de extrañar que sus primeros trabajos estuvieran vinculados a los establecimientos de lujo que regenta su familia.
Formada en Oxford y trilingüe (habla italiano, francés e inglés con la soltura de un nativo), su trayectoria laboral comenzó a lo Marta Ortega, asegurando que había hecho de todo, desde estar en la recepción de un hotel hasta llevar la comunicación. Pero a los 27 años le llegó su gran oportunidad: le encargaron que desarrollara un único concepto de spa para las 10 propiedades de lujo que la cadena de Rocco Forte Hotels posee en Europa, y a Irene se le encendió la misma bombilla que a Gwyneth Paltrow, el verdadero negocio está en el wellness.
Tras crear para los hoteles paternos la gama de productos de belleza Forte Organics decidió que el cuidado de la piel era lo suyo y que podía usar lo aprendido en lanzar su propia firma cosmética. «La idea de la gama de cuidado de la piel Irene Forte surgió por mi pasión por el wellness, mi trabajo para Rocco Forte Spas, mis raíces italianas y, por último, pero no menos importante, mi amor por Sicilia (pasé un año trabajando en Verdura Resort en Sicilia)», explicó la nueva empresaria en una revista del sector.
Su línea cosmética Irene Forte Skincare presume de ser «la dieta mediterránea» de la piel, llevar en su composición tres años de investigación y ser una de las más instagrameables del planeta. Por lo menos ha asegurado que su propietaria se olvidara de las recepciones de los hoteles y viva en Londres como solo una heredera / empresaria puede vivir en la capital de Reino Unido.
Además de tener una fortuna con apellido familiar incluido y un negocio propio, Irene Forte es un completo catálogo de todos los tips que una chica de la alta sociedad debe tener. Empieza el día con un vaso de agua templada como aconseja el ayurveda que aprendió en la India, tarda más en hacer su rutina cosmética matutina de 10 pasos y siete cosméticos que en hacerse el desayuno, pero aún así le da tiempo a masticar pan de centeno acompañado de un café con leche de almendras, cuando está estresada hace meditación védica que aprendió en The London School of Meditation o los que le ha enseñado su entrenador de mindfulness y antes de acostarse toma agua con magnesio… vamos, lo normal.
Por supuesto, además de rica y exitosa Irene Forte es una belleza rubia que no nos extraña que haya conquistado el corazón del primer novio de Carlota Casiraghi. Feliz Winckler y Carlota Casiraghi mantuvieron un bonito romance que duró tres años cuando la hija de Carolina de Mónaco contaba sólo 18 años de edad: él fue su primer amor. No sabemos quién dejó a quién pero lo que está claro es que coincidir en una boda multinacional con tu primer amor y su nueva novia ya es mala suerte. Y si además en esa boda tu ex decida ponerse rodilla en tierra a pedir en matrimonio a su novia delante de todo el mundo no hay duda, la maldición de los Grimaldi estaba haciendo de las suyas.