La discreta vida de Manuela Falcó Corsini, la hija de Amparo Corsini y el marqués de Castel-Moncayo (hijo mayor y gran heredero del Marqués de Griñón) que compite en estilo con su tía Tamara Falcó

Vestida de Miu Miu, con la melena suelta y pendientes de flores, Manuela Falcó Corsini, la segunda hija de Amparo Corsini , se convirtió en uno de los objetivos favoritos de los fotógrafos en la reciente boda de Isabelle Junot robando el protagonismo, incluso, a su célebre tía Tamara Falcó .

Se puede decir que Manuela fue uno de los descubrimientos de la ya bautizada como «boda del año». No es para menos, estamos hartos de ver las mismas caras y salvo nuestra adorada Victoria Federica y sus esfuerzos de influencer los cachorros de la jet set patria son tímidos y tienen pocas ganas de figurar.

Manuela Falcó Corsini seguía la misma estela de vida ultrasecreta en los círculos más top (con vida en el londinense barrio de Chelsea incluida) hasta que protagonizó el año pasado una entrevista exclusiva con producción de moda incluida en el Hola Fashion que nos hizo disfrutar de su buena percha y de declaraciones del tipo: «En casa nunca hemos dado importancia a los apellidos sino al valor del esfuerzo» o «de mi abuelo Carlos Falcó (el difunto marqués de Griñón) he aprendido la importancia de saber rodearse de las cosas pequeñas que te hacen feliz».

En ese reportaje aparte de constatar que sólo hubiéramos podido financiar las medias de rejilla de Calzedonia de todo el despliegue de estilismo descubrimos que la joven de 19 años quería explorar sus propio camino cursando Historia del Arte en Escocia (cuando lo tendría muy fácil si quisiera dar rienda suelta a una carrera como empresaria de moda al estilo de otras it girls de la alta sociedad) y que de su padre, el banquero Manuel Falcó, había heredado la empatía mientras que de su madre se quedaba con el gusto estético y el amor por las Humanidades.

Si Manuela Falcó Corsini quisiera podría convertirse en nuestra versión cañí de Carlota Casiraghi: es guapísima, posee aspiraciones intelectuales (su sueño es escribir un libro), tiene una madre estilosisima con un fondo de armario comparable al de Carolina de Mónaco al que recurre cuando lo necesita, puede presumir de criterio suficiente para recorrer los mercadillos de Notting Hill y encontrar chollos vintage que vayan con su estilo y cuenta con el apoyo incondicional (e influyente) de su tía Tamara Falcó que ha amadrinado el debut social de su sobrina favorita desde el primer día. ¿Está naciendo una estrella?