Miguel de Schleswig-Holstein, príncipe de Grecia y Dinamarca, es quizás más reconocido como autor de libros históricos que como miembro de la Casa Real de Grecia o tío de la reina Sofía (y de su hermano Constantino de Grecia ). Hombre discreto, muy unido a su familia real griega, cumplió 82 años el pasado 7 de enero. Hoy pasa su tiempo en la isla griega de Patmos, donde reside, escribiendo, junto a su esposa, la pintora ateniense Marina Karella. El suyo fue un matrimonio morganático, que le obligó a renunciar a sus derechos a la corona de Grecia. Marina no obtuvo el tratamiento de Alteza Real, pero ha vivido durante más de 50 años una gran felicidad con su esposo. Miguel, autor de más de 30 libros, se confiesa hoy un hombre colmado.
Pero su infancia no fue fácil. Nacido el 7 de enero de 1939 en Roma, en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, Miguel es el único hijo del príncipe Cristóbal de Grecia y Dinamarca y su segunda esposa, la princesa Françoise de Orléans. Su padre se había casado en primeras nupcias con la rica heredera estadounidense, Nancy Leeds.
Imagen de la boda de Miguel de Grecia con Marina Karella. /
Cristobal era hermano del abuelo paterno de doña Sofía, el rey Constantino I. La reina Sofía y Miguel de Grecia y Dinamarca son, por tanto, tío y sobrina, aunque él es dos meses menor. Ambos sienten un gran cariño el uno por el otro y se ven con frecuencia. La reina emérita ha asistido a la inauguración de numerosas exposiciones de Marina, su esposa, que tiene obra en el Centro Pompidou de París y en el Museo de Arte Moderno de Atenas. Por su parte, Miguel asistió con su familia a la conmemoración del fallecimiento del rey Pablo de Grecia, padre de doña Sofía, y a las bodas de oro de Constantino y Ana María. Miguel es también primo hermano de Felipe de Edimburgo.
El príncipe Cristóbal, su padre, murió cuando Miguel tenía solo un año. Él y su madre dejaron Italia y se instalaron en Marruecos donde vivieron con su abuela materna en la ciudad de Larache, al comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Posteriormente, la familia se instaló en el Marruecos español, cerca de Casablanca, donde ocuparon una pequeña casa sin muchas comodidades. Más tarde, también pasaron un tiempo en España, en Málaga. En 1948, se trasladaron a París, donde el príncipe Miguel comenzó su educación.
Miguel de Grecia con su mujer y sus hijas. /
El príncipe cuenta una anécdota de esta época que le marcó profundamente. Cuando era niño, Miguel observó a su madre cumplir una tradición familiar que consistía en quemar los papeles y objetos personales de interés de un difunto. Vio como su madre se deshacía, de esta manera, de todo el legado de su padre, tras haber vendido la villa en la que habían vivido. Tal experiencia influyó mucho en su interés por la escritura y en su profesión de historiador y biógrafo, según ha contado.
La muerte de su madre en 1953, lo dejó huérfano con tan solo 14 años. Tuvo que madurar rápidamente. El príncipe Miguel fue entonces criado por su tío, el conde de París, en la capital de Francia. Más tarde, la familia se instaló en su nueva propiedad, el Manoir du Cœur Volant, en Louveciennes y Miguel con ellos, aunque pasaba largas temporadas en Atenas con la familia real griega, en compañía de sus sobrinos Constantino, Irene y Sofía. Siempre ha contado que la reina Federica y el rey Pablo le trataron como un hijo más.
Vídeo. Los momentos inolvidables de la vida de la reina Sofía en imágenes.
En 1960, se graduó en Ciencias Políticas en el Institut d'Etudes Politiques de París. A los 21 años, pisó suelo griego por primera vez. Entonces el joven regresó a Grecia y sirvió en el ejército griego durante cuatro años. Se licenció con el grado de subteniente y comenzó a participar en la vida de la realeza griega.
Poco después el Príncipe Miguel decidió casarse con la escultora y pintora Marina Karella. La boda se celebró el 7 de febrero de 1965 en el salón de baile del Palacio Real de Atenas. Tuvieron dos hijas: Alexandra (nacida en 1968), que se casó con el empresario de origen ruso Nicolas Mirzayantz, en 1998; y Olga (nacida en 1971), que se casó en 2008 con su primo segundo, el príncipe Aimón de Saboya, duque de Apulia, miembro de la antigua familia real de Italia, al que conoció en la boda del Rey Felipe. La reina Sofía y sus hermanos, Irene y Constantino acudieron a su boda, celebrada en Patmos en 2008.
Constantino II de Grecia junto a Marina Karella y Miguel de Grecia. /
El príncipe Miguel y su familia fueron los únicos miembros de la familia real a los que se les permitió permanecer en Grecia tras el «Golpe de los Coroneles» y el derrocamiento de la monarquía en 1967, aunque decidieron instalarse en París cinco años después, antes de mudarse a Nueva York en 1980. Allí estuvieron 13 años, antes de regresar definitivamente a Grecia.
Miguel se convirtió en un reputado historiador, pero fue en su faceta de escritor en la que ha cosechado un gran éxito. Han obtenido numerosos elogios por el detallismo de sus tramas. Sus historias se centran desde los zares a la vida de la Maharani de Jhansi o Juana de Arco.
Mientras vivía en Nueva York, a principios de la década de 1990, el Príncipe conoció y desarrolló una profunda amistad con una niña de seis años llamada Elisa Izquierdo y se comprometió a pagar sus estudios. Desafortunadamente, en 1995, Elisa fue asesinada por su propia madre, lo que destrozó a Miguel y Marina. Fue entonces cuando la pareja fundó la Sociedad ELIZA para la Prevención de la Crueldad contra los Niños en 2008.