La reina Letizia junto al emérito, don Juan Carlos de Borbón /
Si en el funeral del duque de Edimburgo el morbo se centraba en la confluencia en el mismo banco de la iglesia de la reina Letizia y su «archienemiga» royal, Marie Chantal Miller, el funeral de Isabel II también proporcionará otro reencuentro memorable: la coincidencia pública de la reina Letizia y su suegro Juan Carlos de Borbón.
Hace más de dos años que no vemos a las cuatro cabezas coronadas de nuestro país juntas. Incluso antes del autoexilio del emérito a Abu Dabi que comenzó el 3 de agosto de 2020 ya era difícil que el rey Felipe VI y su mujer coincidieran ante los medios con los eméritos Juan Carlos y Sofía, no en balde el emérito decidió en 2019 despedirse de la vida pública.
Paradójicamente las últimas imágenes de archivo que muestran a los cuatro protagonistas de este drama borbónico en el mismo espacio y tiempo corresponden a otro funeral: el de la infanta Pilar de Borbón en El Escorial en enero de 2020.
A la escasa confluencia del rey Juan Carlos con su propia esposa ya estamos acostumbrados. Al fin y al cabo es vox pópuli que la pareja evita compartir espacio vital desde que nació el heredero al trono, Felipe.
Si la reina Sofía ha descolgado el teléfono para hablar con su todavía esposo en algún momento desde que se marchó a Abu Dabi sin decirle adiós, no ha trascendido. Lo que sí trascendió es que la única vez que el emérito pisó España en este tiempo prefirió ir antes a ver a sus amigos que saludar a su esposa, su hijo y su nuera a pesar de que la Casa del Rey intentó pactar con él justo lo contrario.
El rey Juan Carlos en un acto oficial en Palacio junto a la reina letizia /
Y es que el drama de la última visita del emérito a Zarzuela nos pone sobre aviso sobre lo que va a suceder durante el funeral de Isabel II. En mayo de este año el emérito, harto de Abu Dabi y una vez regularizada su situación judicial en España, anunció que deseaba visitar de forma privada España y ver a sus amigos más íntimos.
Tras su baño de multitudes en Sanxenxo puso rumbo a Zarzuela, donde no podía pernoctar pero sí comer con parte de su familia. Esperaba que le recibieran con abrazos, pero los cronistas especializados en nuestra casa real aseguraron que aquello salió como el rosario de la aurora.
La reina Sofía tenía covid y por lo visto los esposos ni se dirigieron la palabra, la reina Letizia acudió a regañadientes y no le dirigió la palabra a su suegro durante la comida y su hijo el rey Felipe VI recibió al emérito con un «te hablo como jefe de Estado y no como hijo» que provocó los gritos y la ira de Juan Carlos de Borbón. Ninguno de los protagonistas de este desencuentro se han vuelto a ver desde entonces.
Para sorpresa de todos, incluido el ministro de Asuntos Exteriores español y el periodista y amigo del emérito Carlos Herrera, el rey Juan Carlos recibió una invitación al funeral de Isabel II y la aceptó.
Se da por lo tanto la paradójica situación de que acudirán a la ceremonia en la abadía de Westminster el rey Felipe VI en calidad de Jefe de Estado junto a la reina Letizia como su esposa y también la reina Sofía. Y por su propia cuenta y riesgo y a título privado y personal, el monarca que reside en Abu Dabi.
Mientras los tres primeros viajarán acompañados del ministro José Manuel Albares en una Delegación de Estado, Juan Carlos de Borbón lo hará directamente desde Abu Dabi sin hacer escala en España y usando, posiblemente, un jet privado cedido por la familia real de los Emiratos Árabes Unidos.
Si nos atenemos al protocolo británico, el rey Juan Carlos, presumiblemente, aparecerá en la ceremonia sentado al lado de su esposa la reina Sofía, que como buena reina «profesional» está más que acostumbrada a lidiar con protocolos y situaciones incómodas de forma pública.
Ambos podrían asistir al evento en el lugar reservado para los familiares de la difunta y ex Jefes de Estado mientras que la reina Letizia y el rey Felipe VI estarían en otro lugar de la abadía como representantes de España. Según esta teoría, la tan deseada imagen de la reconciliación padre-hijo podría no ser captada el lunes.
Lo que sí va a ser difícil de captar es cualquier tipo de complicidad entre la reina Letizia y su suegro de producirse ese encuentro. Al ser una ocasión solemne nadie echará de menos las sonrisas, pero seguro que a la mujer de Felipe VI y al propio rey no se le ha olvidado cómo ha retratado don Juan Carlos a la actual consorte real desde su exilio de Abu Dabi.
No olvidemos que el último libro de memorias dedicado a Juan Carlos y escrito por una periodista francesa apuntaba a Letizia como la artífice del involuntario exilio del emérito o, al menos, como la persona que más se había alegrado de su retiro en Emiratos.
Durante los dos años que el rey Juan Carlos ha estado residiendo en Abu Dabi, a menudo sus afines en España han filtrado informaciones sobre el emérito y la relación con su hijo y su nuera que no ha dejado en buen lugar a la reina Letizia.
La periodista Pilar Eyre lo ha explicado así en más de una ocasión y asegura que para el «aquelarre juacarlista», el rey Felipe VI es un «pobre hombre» y quién maneja los hilos en Zarzuela es «la hija del taxista».
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«Son cortesanos profesionales a los que han barrido del mapa los reyes actuales y que, con el emérito en Abu Dhabi, se han alejado de los círculos de poder y se muerden los puños de rabia porque ya no pintan nada«, asegura la peridosita especializada en Casa Real.
Este grupo de partidarios del emérito serían los responsables, por ejemplo, de divulgar la famosa foto del rey en Abu Dabi con sus nietos que sirvió para eclipsar el primer evento de la princesa Leonor junto a la reina Letizia durante las vacaciones de invierno de la heredera del trono. Un photobombing que, por supuesto, habría contado con la aprobación del emérito.
Con semejantes antecedentes y tras la bronca de mayo es difícil imaginar que suegro y nuera hagan las paces el lunes, aunque nunca se sabe, parece que Enrique de Sussex, su hermano y su padre están firmando su propio pacto de no agresión justo en este momento para sobrevivir al funeral de Isabel II.
20 de enero-18 de febrero
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