Por qué las vacaciones de la reina Máxima de Holanda siempre acaban en polémica por sus derroches: empiezan los problemas con su coto privado de caza

No es la primera vez que les sucede, pero aún así les ha pillado por sorpresa. Si hay un asunto que está atacando el índice de popularidad de la familia real holandesa, con la reina Máxima a la cabeza, ese es el de cómo realizan sus vacaciones, concretamente, en cuánto cuestan esas vacaciones al estado de los países bajos. Desde hace años el elevado tren de vida de la madre de la princesa Catalina Amalia de Orange y esposa del rey Guillermo ha hecho saltar las alarmas, pero las críticas han arreciado en plena crisis por el coronavirus porque los royals de los Países Bajos han sido incapaces de renunciar a sus lujos vacacionales. Y la última de estas críticas afecta al amado coto de caza del rey Guillermo.

Cada cinco años Guillermo de Holanda y su familia reciben del estado holandés la cantidad de 4,7 millones de euros para cuidar de la reserva natural que rodea el palacio de Het Loo, ese que contemplamos todos los años en los posados veraniegos de la familia real de los Países Bajos. Para poder recibir ese subsidio el monarca debe cumplir una serie de condiciones… que hasta el momento nunca ha cumplido.

El acuerdo afirma que para que el rey pueda disfrutar de esta cantidad de dinero la reserva natural debe permanecer abierto al público 358 días del año, o lo que es lo mismo, todos los días del año exceptuando una semana. Pero la realidad es que hasta este momento el monarca y su familia cierran la reserva al público todos los años desde el 15 de septiembre hasta el 25 de diciembre. ¿El motivo? Que los royals puedan cazar a gusto.

Ante el incumplimento de su parte del acuerdo el Parlamento de los Países Bajos debatirá en enero de 2022 la posibilidad de retirar la subvención al rey: si quiere disfrutar de un coto de caza privado, podrá hacerlo, pero todos los gastos que generen el cuidado de la reserva natural deberá abonarlos el monarca de su bolsillo. La otra opción es respetar lo acordado y disfrutar en exclusiva de la reserva solo una semana al año y en solo una hectárea de la misma, en vez de en las más de 10.000 de las que disfruta en este momento.

No es la primera vez que las finanzas de los Orange llegan hasta el Parlamento del país (no olvidemos la polémica por el sueldo de la heredera del trono) ni que los días de asueto de sus monarcas están envueltos en polémica. En 2007, en plena crisis económica mundial, tuvieron que recular en sus planes de construirse una palaciega casa en Mozambique para veranear lejos de todos. Años más tarde volvieron a la carga. Esta vez la vivienda costó más de cuatro millones de euros y se localiza en una de las zonas más exclusivas de Grecia.

Tras la adquisición de la morada llegó el yate de lujo (con más críticas por el gasto de por medio) y las «escapadas» en el peor momento posible. De las vacaciones del año pasado tuvieron que volver apresuradamente por la crisis de popularidad que generó el ver las imágenes de sus monarcas posando sin mascarilla en restaurantes griegos mientras el gobierno pedía a sus ciudadanos que permanecieran en sus casas. Este año posar en un yate de lujo mientras la costa griega ardía ha vuelto a generar críticas contra la familia real que parece no dar ni una en cuanto se va de vacaciones y que han culminado con un nuevo proceso en el Parlamento holandés que le puede costar a los reyes más de 4 millones de euros.