La reina emérita Sofía ha decidido marcharse de España ante el inminente regreso del rey Juan Carlos: no coinciden en público desde febrero de 2020. / gtres

La difícil, injusta y compleja situación de la reina Sofía ante la inminente visita del rey Juan Carlos: los dramas y problemas colaterales del retorno del emérito

Ante el inminente retorno del rey Juan Carlos y en el 60 aniversario de su boda, el rey emérito le ha hecho un hueco en su agenda de última hora a la reina Sofía. Pero la situación demuestra que es la más afectada por el cisma que ha roto en pedazos a la familia Borbón.

La inminente vuelta a España del rey emérito Juan Carlos ha revolucionado la crónica social y política, con versiones de todo tipo acerca de cómo se habría producido esta decisión. Algunas sostienen que se trata de un plan cuidadosamente medido y milimétricamente planeado en el que no ha habido sorpresas para ninguna de las partes. Otras aseguran que el rey emérito habría decidido casi por su cuenta su visita a Sanxenxo, pese a que su hijo, Felipe VI, le habría pedido que retrasara su visita.

De una u otra manera, la persona que más complicado lo tenía para acomodarse a esta polémica vuelta al país desde Abu Dabi era la reina Sofía, entre la espada de las últimas revelaciones sobre su matrimonio y la pared de su papel institucional. En el último momento, el rey emérito le ha hecho un hueco en su agenda y ya se ha confirmado que Juan Carlos y Sofía se verán en su regreso a España. Mientras esto sucedía, lo que se había anunciado era que la reina tenía programado un viaje a Miami (para recibir al buque escuela de la Armada española Juan Sebastián Elcano y conmemorar los 500 años de la primera circunnavegación) que parecía una huida hacia adelante. El rey llega hoy a España y ya se ha anunciado que tras el fin de semana, verá en Madrid a varios miembros de su familia, entre ellos a la reina Sofía y al rey Felipe VI, tal como adelanta El Correo.

¿Qué era la reina Sofía antes de ser reina?

Existen múltiples razones por las que los reyes eméritos prefieren no coincidir en público, y no solo tienen que ver con un distanciamiento obligado por los escándalos sentimentales y financieros del rey Juan Carlos. Mucho antes de que se destapara su doble o triple vida, el rey ya no solía encontrarse con su esposa. Recordemos: según la periodista Carmen Gallardo, autora de 'La última reina', el rey había pedido al Gobierno «que no les programaran más viajes juntos porque no la soportaba». Esto dejaba a la reina Sofía en una difícil situación que, de alguna manera, el rey Felipe VI ha podido subsanar. Gracias al exilio de su padre, su madre pudo recuperar su agenda y cierta grado de dignidad. Doña Sofía no ha hecho otra cosa en su vida que ser esposa de rey y cualquier merma en esta circunstancia le afecta significativamente.

Vídeo. Familia Real española: los escándalos que la han destrozado

La posición de la reina Sofía en la trama de la relación familia de los Borbón se ha analizado desde todos los frentes en distintas biografías oficiales y no oficiales, donde se relata una educación a la antigua que la habría distanciado de sus hijas en favor del futuro rey. Nacida para llegar a reina, hemos visto cómo ha logrado recuperar cierta trascendencia en la agenda oficial de casa real a pesar de sus desencuentros con la reina Letizia, prueba de la inteligencia con la que juega sus cartas en el tablero del poder en Zarzuela.

Su profesión, reinar, es su vida, y su vida pudo convertirse en tragedia debido al rosario de escándalos financieros y sentimentales que protagonizó el rey emérito Juan Carlos. No por la pérdida personal, pues el matrimonio llevaba décadas en punto muerto, sino por la institucional. El propósito vital de doña Sofía es reinar.

Por qué la reina Sofía no ve al rey Juan Carlos

A pesar de todo, la reina emérita Sofía ha logrado conservar más o menos intacta su buena reputación y continúa siendo uno de los miembros más apreciados de la familia del rey. Eso sí: las revelaciones sobre su vida matrimonial la han colocado en una posición complicada. ¿Cómo habría de comportarse ante la visita de su aún esposo Juan Carlos, ahora que todo el mundo sabe que su matrimonio lleva décadas en punto muerto? Difícil, muy difícil. La solución más fácil era no estar. Pero está claro que, al saltar todas la alarmas en los medios de comunicación, se ha acabado decidiendo que ambos tengan un encuentro oficial. Así que el rey Juan Carlos, que llega hoy a España, pasará cuatro día en Sanxenxo (Pontevedra) y después regresará a Madrid para reunirse con los diferentes miembros de su familia. Entre ello, la reina Sofía y el rey Felipe VI.

Antes de hacerse pública la retahíla de relaciones sentimentales que ha mantenido el rey emérito Juan Carlos durante su matrimonio, no había duda sobre la presencia de doña Sofía en las competiciones deportivas. La abuela royal de los Borbón siempre acompañó las aventuras marítimas de la familia, convirtiéndose en la espectadora más fan de las regatas reales durante las vacaciones en Palma de Mallorca. Aunque en esos años el rey ya hacía su vida, ella llevaba la carga de una aparente normalidad junto a sus hijos y nietos.

Hoy más que nunca resulta comprensible que Zarzuela tratara de impedir a toda costa que trascendiera la vida paralela del rey Juan Carlos, aunque no han sido los affaires del rey los que verdaderamente le han puesto difícil la comparecencia a Sofía. Solo a partir de las últimas y recientes revelaciones se le complica, y extraordinariamente, la vida pública a la reina emérita. ¿Cómo debe actuar ahora que sabemos que Juan Carlos anunció a la familia su intención de divorciarse para casarse con Corinna Larsen? ¿Se entendería que la reina emérita recibiera al rey, se viera con él o incluso le acompañara durante las regatas de Sanxenxo?

Ahora que la reina Sofía y el rey Juan Carlos celebran el 60 aniversario de su boda, el reencuentro de la pareja es el primero en público desde hace más de dos años: no los vemos juntos desde febrero del 2020, en el funeral de la viuda del que fue presidente de las Cortes Torcuato Fernández-Miranda. Incluso se ha comentado que, en realidad, no sabemos lo que ocurre en la vida privada de los reyes, pues ha trascendido que Sofía sí podría hablar por teléfono con el rey emérito, aunque no haya acudido a verle a Abu Dabi como sí han hecho sus hijas.

Esta incomparecencia suele interpretarse como su alineamiento junto a su hijo el rey Felipe y la reina Letizia en su intención de proteger a la monarquía de todo escándalo, y tiene sentido. Pero, insistimos, en realidad no sabemos lo que ocurre en la esfera privada de los reyes eméritos. Solo se puede afirmar que, efectivamente, evitan su compañía en público.

¿Dónde se casó la reina Sofía

Con todo, la reina Sofía aparece públicamente como la persona que más complicaciones enfrenta ante el anunciado retorno del rey. Su situación es difícil, compleja y en cierto modo, injusta. Si mantiene la distancia social apuntala su fama de fría e interesada únicamente en el poder institucional que ya le asegura su hijo. Si le acompaña públicamente de alguna manera, puede entenderse que trata de mantener la apariencia de un matrimonio que no existe, por mucho que se recuperen ahora las fotos de su boda en la catedral de San Dionisio Areopagita de Atenas.

El oportuno viaje a Miami de la reina Sofía desvela, además, que no hay nada casual en esta vuelta de rey Juan Carlos a España, sino una cuidadosa planificación que requiere un delicado encaje de soluciones inteligentes. Inteligentes y provisionales. De todas formas, lo más complicado llegará en julio, cuando se celebre el juicio por acoso que enfrentará a Corinna Larsen y al rey emérito.