Adiós a Tatoi, el palacio en el que la reina Sofía pasó su juventud, por el que se paseó Jackie Kennedy y donde descansan sus padres

Los espantosos incendios que han asolado Grecia también han afectado al que fuera el palacio de los reyes de Grecia, el sitio donde la reina Sofía pasó su juventud, que recibió la visita de zares y la mismísima Jackie O y a la que la emérita le guarda un especial cariño.

Dicen quienes conocen a la reina Sofía que una de las razones por las que adora ir a Marivent en Mallorca es porque el palacio balear le recuerda a Tatoi, el lugar en el que descansan muchos de sus recuerdos de infancia, la tumba de sus padres, la reina Federica y el rey Pablo de Grecia, y que ahora se ha visto afectado por la llamas que han asolado Grecia. Ahora toca hacer recuento de los daños que han recibido los edificios, bosques y lagos artificiales que rodean el recinto palaciego y echar la vista atrás para saber por qué la madre del rey Felipe VI lo recuerda con tanto cariño.

Vista del palacio de Tatoi que se quiere convertir en hotel de lujo. / gtres

La turbulenta historia del palacio de Tatoi

El palacio de Tatoi se encuentra cerca de Atenas, a unos escasos 20 kilómetros y es un complejo situado en una colina rodeado de bosques y lagos artificiales. El edificio palaciego, en sí, no es el típico palacio espectacular, la capacidad de seducción de Tatoi reside en su entorno. La residencia de los reyes griegos no es de grandes dimensiones y estaba inspirada por la villa de San Petersburgo del zar, no por los palacios versallescos que siempre nos vienen a la mente cuando pensamos en la realeza.

Pero la propiedad ha pasado por varias desgracias desde que se . Tras el exilio de la familia real griega el palacio y sus edificios cayeron en la más profunda decadencia y sus bienes fueron subastados o deteriorándose poco a poco. Hasta el año 2012 el gobierno griego no se planteó qué hacer realmente con él, una pregunta que llegó a los tres ministerios que gestionan su patrimonio en medio de una gran crisis económica. La solución, en aquel momento, parecía que pasaba por subastarlo porque nadie tenía suficiente dinero para rehabilitarlo.

La reina Sofía visitando la tumba de sus padres en Tatoi / gtres

El palacio real de Tatoi fue residencia de los reyes de Grecia durante más de un siglo, desde su construcción en 1863, pero no se convirtió en la residencia oficial de la familia real hasta el siglo XX, en 1943. En 1994 la propiedad fue confiscada por el estado (la familia real griega tuvo prohibido pisar Grecia desde 1973 hasta 1993) y en 2003 tanto el palacio como el terreno que lo rodea (incluida la colina donde descansa el cementerio donde están las tumbas de diversos reyes griegos y personalidades célebres) fueron definitivamente expropiados a la familia real griega… previo pago.

Gracias a la intervención del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo el hermano de la reina Sofía, Constantino II, y su hermana Irene recibieron como compensación económica unos 12 millones de euros por la expropiación.

Con una historia tan convulsa, y tras sobrevivir a saqueos, guerras mundiales y civiles, no es extraño que, al final, intentar rehabilitar Tatoi le esté costando al estado (y a dos familias de armadores griegos) 130 millones de euros, La idea es rehabilitar el palacio central y convertirlo en museo, restaurante y hotel de lujo y volver a poner en marcha la finca y el bosque para convertirlos en un lugar turístico capaz de producir su propia gama de productos eco. Pero este gran proyecto que parecía que vería la luz el año que viene ha quedado retrasado por el incendio que, de momento, se calcula que ha consumido el 10% de la finca e incluso ha llegado a afectar a la zona de la misma donde están las tumbas de los reyes griegos.

Vídeo.

Cómo recuerda la reina Sofía su vida en Tatoi

Para la familia real griega que tuvo que abandonar Grecia y exiliarse en Londres y Roma Tatoi siempre ha sido su idea del hogar. La reina Sofía pasó su infancia y su primera juventud bajo su bosque de eucaliptos y jugando con sus hermanos y es un lugar que recuerda con gran nostalgia.

En el palacio de Tatoi aprendió a montar a caballo, a cocinar, organizaba fiestas con sus amigos, hacía carreras y, ya de mayor, fue el lugar donde el rey Juan Carlos pidió su mano a sus padres y el sitio donde quedó guardada la carroza francesa que se utilizó el día de su boda para trasladar a los novios de la catedral católica a la ortodoxa en 1962.

La reina Sofía, como el resto de su familia, no pudo volver a Grecia hasta los años 90 y desde ese momento ha realizado visitas puntuales a la tumba de sus padres en Tatoi. En 1998 confesó: «Volver a Tatoi fue un golpe a todos mis recuerdos. Como si me hubieran acuchillado un sueño. Tengo maravillosos recuerdos de nuestra vida en Tatoi, todavía me parece oler aquellas brisas, entre eucaliptos, pinos y cipreses...«. Afirman quienes son cercanos a la reina, que cuando el gobierno balear cedió Marivent para uso y disfrute de los entonces príncipes de España, Juan Carlos de Borbón y Sofía de Grecia, la reina intentó crear en Mallorca su propio Tatoi.