Falsa alarma: la reina Sofía asistirá tanto a los Premios Princesa de Asturias como a la boda de su sobrino en Grecia

La especulación ha sido intensa, pues hubiera sido histórico que doña Sofía faltara a su cita con los Premios Princesa de Asturias, una fecha marcada en rojo en el calendario de Casa Real, pues supone uno de los momentos de mayor exposición de la monarquía en su agenda oficial anual. Durante cuatro días de celebraciones, discursos y eventos, los ojos del país están puestos en las nuevas generaciones Borbón: en esta gala estrenaron su voz pública tanto el entonces príncipe Felipe como ahora la princesa Leonor. La presencia de la reina emérita Sofía supone un reforzamiento a la idea de continuidad en una familia trágicamente fracturada, algo que sin duda subraya el esfuerzo de acudir el viernes a la entrega de premios en el teatro Campoamor de Oviedo y el sábado, a la boda de su sobrino, Felipe de Grecia , en Atenas.

La reina emérita Sofía volará previsiblemente a Atenas el sábado por la mañana, de forma que podrá reencontrarse con su nieta, la princesa Leonor, tras sus primeras semanas en el internado de Gales y, quizá, conocer al nuevo novio de la otra abuela de la princesa , Paloma Rocasolano. La boda del príncipe Felipe, hijo menor de los reyes Constantino y Ana María, y Nina Flohr, hija del fundador de VistaJet, una compañía suiza de jets privados, se celebrará por la tarde en la catedral ortodoxa de Atenas. La reina Sofía acudirá a esta señalada celebración familia acompañada por la infanta Elena, pero no está confirmado que se sume la infanta Cristina, quien ya acudió con su hija Irene a la celebración en St. Moritz del matrimonio civil entre Felipe y Nina el pasado mes de diciembre.

La presencia de la reina emérita compensa, sin duda, la ausencia de Felipe y Letizia en una boda que conlleva cierta nota de incomodidad, tanto para la familia real griega como para la española. El incidente de Palma de Mallorca llevó a Marie Chantal de Grecia a publicar un tuit menoscabando a la reina Letizia, un paso en falso innecesario, sobre todo teniendo en cuenta la estrecha relación que une al rey Felipe con su marido, Pablo de Grecia. Desde entonces, ambas parejas no han vuelto a coincidir, con lo que la boda de Felipe de Grecia, hermano pequeño de Pablo, hubiera podido servir a una posible reconciliación. La coincidencia de la boda con la entrega de los Premios Princesa de Asturias impedirá ese reencuentro, un hito que seguro es más que deseado por ambas familias.