Misa y procesión
Misa y procesión
La madre del rey Felipe VI, doña Sofía, es el único miembro de la Familia Real que sigue acudiendo a su cita de Semana Santa en Palma. La agenda de la emérita estos días cuenta con algún acto oficial, mientras que la de los reyes Felipe y Letizia está en blanco. Los padres de la princesa Leonor y la infanta Sofía han preferido apartarse de la vida pública estas vacaciones para disfrutar de más tiempo con sus hijas, ambas fuera de casa durante el curso.
Pero doña Sofía sigue sin fallar a Palma, donde la quieren como el primer día. Y es que hace ya más de 50 años que la Familia Real escogió Mallorca como destino de sus vacaciones – entonces familiares–, y el palacio de Marivent como «hogar» temporal. Tanto adoran a la reina emérita allí que hace menos de un mes la destacaron con la Medalla de Oro de las Islas Baleares, una distinción que ella recibió con enorme emoción y agradecimiento.
Ahora, la reina está de nuevo en Palma donde ayer presenció, en la espectacular Catedral-Basílica de Santa María, conocida popularmente como la catedral de Palma, el concierto anual de Pascua en beneficio en Projecte Home Balears y las personas drogodependientes. La reina no estaba sola, pues acudió acompañada de su inseparable hermana Irene quien, como ella, es una enorme amante de la música clásica.
Tanto doña Sofía como su hermana Irene son dos grandes melómanas. Y ayer pudieron disfrutar encantadas de la Orquesta Sinfónica de Les Illes Balears, que está dirigida por Pablo Mielgo, y de la Coral de la Universitat de les Illes Balears, encabezada por Núria Cunillera y la Capella de la Seu y dirigida por Joan Company.
A su exquisita interpretación del Réquiem de Mozart se les unieron las fantásticas voces de la soprano Irene Mas, la mezzossoprano Begoña Gómez, el tenor Joan Lainez y el barítono Josep Miquel Ribot. Un acto emocionante para la emérita no solo por su altísima calidad cultural y benéfica, sino porque disfrutó también de la compañía de su querida hermana Irene quien, como se sabe, está enferma.
La reina Sofía a su llegada a la misa de Palma de Mallorca. /
Pero la reina Sofía sigue, a sus 84 años, imparable con sus responsabilidades como madre del Rey. Y este año tampoco ha querido fallar a su cita de Semana Santa con Mallorca, donde el próximo domingo acudirá a otro de los eventos que nunca se pierde en estos días: la misa del Domingo de Resurrección que se celebrará en la Catedral de Palma y, muy previsiblemente, con doña Sofía y su hermana de nuevo como únicos representantes de la Familia Real.
La reina Sofía además viajará este jueves, 28 de marzo, a la ciudad de Málaga para presenciar el impresionante desembarco de la legión y posterior traslado del Cristo de Mena uno de los momentos clave de la Semana Santa malagueña y al que hace 30 años que no acude un miembro de la Familia Real. El último fue don Felipe, entonces príncipe de Asturias, en 1996.
Así lo han informado a EFE fuentes conocedoras de la visita de la reina emérita. Doña Sofía contemplará el ritual que la Legión lleva a cabo en la plaza junto a la iglesia de Santo Domingo, de donde es alzado a hombros el conocido como Cristo de Mena, en una ceremonia que tiene su momento álgido con la interpretación del 'Novio de la muerte'. La madre del rey Felipe estará acompañada del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre y otras autoridades civiles y militares y representantes de la Congregación de Mena.
La Familia Real escogió por primera vez Palma para sus vacaciones en el verano de 1973. Más de cinco décadas en las que tan solo doña Sofía ha acudido religiosamente a sus citas del verano y la Semana Santa en Marivent, su residencia mientras está en la isla. Y con respecto a la misa del Domingo de Pascua, también llamado Domingo de Resurrección, durante 30 años toda la Familia real acudió al completo, sumándose los esposos de las infantas, doña Letizia y todos los nietos de los reyes eméritos.
La reina Sofía este año alternará la Semana Santa mallorquina con una visita a la ciudad de Málaga. /
Sin embargo, los divorcios, cambios de residencias y enfados varios que han afectado a la Familia Real, y a la familia del rey, a lo largo de estos años han acabado con este encuentro tradicional que cada año nos dejaba una bonita estampa familiar a las puertas de la Catedral de Palma.
Pero como ocurre en todas las familias, el paso del tiempo y las circunstancias obligan a veces a modificar hasta las tradiciones más arraigadas. Y este año, entre los planes de las infantas y de los propios reyes Felipe y Letizia no está cumplir con ninguna costumbre familiar. Mientras que los monarcas disfrutarán de estos días en privado, aunque es probable que con alguna aparición «sorpresa» con sus hijas, se sabe que la infanta Elena viajará a Abu Dabi para disfrutar de la compañía de su padre.
Don Juan Carlos ha estado recibiendo tratamiento médico en Ginebra, tras participar en una regata en Sanxenxo, donde participó en una regata. Y la infanta Cristina, que está estos días en Barcelona, es muy probable que viaje pronto a la ciudad suiza para acompañar a su hijo Miguel, pendiente de una operación tras haberse lesionado en un accidente de esquí. No es grave, pero sí requerirá de intervención quirúrgica.