El significado oculto de la presencia oficial de la reina Sofía en el estreno de la nueva temporada del Teatro Real (ante la ausencia de Felipe VI y Doña Letizia)

La situación en la isla de La Palma, asolada por la erupción del volcán Cumbre Vieja, ha trastocado la agenda oficial de los reyes: Felipe y Letizia ha acudido a consolar 'in situ' a los palmeros, un momento para mostrar la solidaridad de la monarquía que se ha sobrepuesto a la inauguración de la nueva temporada del Teatro Real, a la que iban a acudir esta noche. Lo hará, desafortunadamente en solitario, la reina emérita Sofía , una gran amante de la música clásica para la que este tipo de invitaciones anotan más en la columna del haber que en la del debe. Gran parte de su agenda oficial gira en torno a la música, muchos en calidad de Presidenta de Honor de la Escuela Superior de Música Reina Sofía. Además, suele entregar el Premio Reina Sofía de Composición Musical de la Fundación de Música Ferrer-Salat y presidir multitud de conciertos benéficos.

La relación de la reina Sofía con el mundo de la clásica ha sido, desde siempre, de genuina admiración. Recordemos que su formación universitaria tuvo que ver con la arqueología y también con la música, y que una de las amistades más distintivas en su largo reinado la unió al violonchelista ruso Mstislav Rostropóvich, fallecido en 2007 y a cuyo funeral en Moscú acudió, en viaje privado, la reina emérita. Sofía acudía a todos sus conciertos en España sin falta, y el genio del violonchelo jamás faltó en los momentos importantes de la Familia Real. De hecho, la primera aparición pública de Felipe y Letizia tuvo lugar en un concierto en el Teatro Real que Rostropovich ofreció en honor de los Reyes. Entonces, actuó en su doble condición de director de orquesta y violonchelista, algo que sólo ocurría en «ocasiones muy especiales» por el gran esfuerzo que precisaba.

Fue la madre de la reina emérita, Federica de Hannover, la que inició a sus hijos en la comprensión y el disfrute de la música clásica, una pasión anterior a su matrimonio con el rey emérito Juan Carlos. «A la Reina la conocí cuando era una muy jovencita», ha reconocido el prestigioso director argentino Daniel Barenboim. «La he visto en muchas ocasiones y puedo decir que es una persona muy inteligente y que realmente vibra por la música y por la cultura. España puede estar muy orgullosa de tener una reina que se preocupe tanto por la música. Conoce mucho y muy bien». Otro viejo conocido de la reina Sofía es Zubin Mehta, a cuyos conciertos suele acudir sí o sí. De hecho, el pasado junio viajó de Atenas a Ginebra para acudir a uno de ellos, además de visitar a la infanta Cristina en el día de si cumpleaños (56).

Aún así, esta desgraciada coyuntura en la que una tragedia irrumpe en la agenda de los reyes pone de manifiesto el estrecho margen de maniobra con el que cuenta Casa Real para hacer frente a las labores de representación que caen bajo su responsabilidad. Aunque no se puede comparar la actividad del Palacio de la Zarzuela con Buckingham Palace (por eso a la maquinaria que mueve a los Windsor se le llama 'The Firm', como si fuera una corporación), sí es cierto que no deja de ser subrayable que todo el peso de la institución recaiga en dos personas, Felipe y Letizia, descartada hace tiempo la colaboración del rey emérito y las infantas.

En este contexto, la disponibilidad de la reina Sofía para cubrir a los reyes resulta de vital importancia y que puede interpretarse no solo como un reconocimiento del rey a la figura de su madre, sino como una continuidad en el servicio que la reina Sofía sigue haciendo a Casa Real.