Las claves del futuro de Victoria Federica en el negocio influencer: cirugía estética, polémicas publicitarias, home tour, boda o ruptura amorosa, haters y el bebé

La mutación, lo hemos comprobado, ya ha comenzado. En su primera aparición oficial como influencer de la agencia Soy Olivia, la misma que impulsa la carrera de María García de Páramo y Tomás Páramo (sus íntimos amigos) o María Pombo, Victoria Federica aparece ya bastante cambiada. Elegantísima con camisa blanca y pantalones grises adornados con plumas, ha amadrinado junto a su novio Jorge Bárcenas la inauguración del Salón Internacional de la Moda Flamenca (SIMOF).

No solo el look era impactante, sino sobre todo su rostro. El trabajo del equipo de maquillaje y peluquería le favorecía especialmente y, sobre todo, parece haber encontrado por fin cierta serenidad gestual. La relajación del rostro le favorece muchísimo.

No ha sido una sorpresa que la hija menor de la infanta Elena profesionalice su tirón en las redes sociales y dé un paso adelante para visibilizarse como lo que desea ser (modelo comercial). Como tampoco lo será que recorra el mismo camino que hemos visto recorrer a decenas de influencers recién llegadas, empeñadas en lograr la mejor versión de sí mimas: la que muestran los filtros de Instagram. No tenemos pruebas pero tampoco dudas de que en los próximos meses va a ser apasionante observar la transformación física de Victoria Federica.

Prácticamente todas las influencers del sector moda y cosmética relevantes han pasado por el quirófano y acuden con cierta asiduidad a las clínicas de estética para recibir tratamientos de todo tipo. De hecho, la fase de corrección no termina nunca: tras el retoque de nariz, barbilla, ojos, pechos y demás, viene el mantenimiento con fillers y el rejuvenecimiento. Los rostros tienden a buscar la perfección de la simetría y una piel impecable, pero al final del proceso podemos encontrarnos con caras clónicas, como el caso de María Pombo y Cristina Porta. Labios carnosos, ojos grandes y rasgados, pómulos marcados y nariz mínima es el objetivo. Victoria Federica tendrá que modificar mucho: hilos tensores para elevar los párpados, modificación de los labios, relleno del surco nasogeniano, proyección de la barbilla…

Victoria Federica cuenta con una ventaja indudable frente a las influencers que han tenido que construir su marca foto a foto: es famosa de nacimiento. De hecho, su vinculación con la familia real conllevará un trabajo extra para la agencia, que tendrá que ser extra cuidadosa para no suscitar ninguna controversia que pueda salpicar a ningún miembro de la familia del rey o poner en cuestión sus valores. Será interesante comprobar cómo fluyen los mensajes de Victoria Federica, esos textos que ahora son mínimos y que deberán ampliarse para las marcas. También cómo gestiona el equilibrio entre lo personal (que demandan los followers) y lo profesional.

Colegas como Pelayo Díaz han suscitado polémicas muy fuertes con referencias nada elegantes (por ejemplo, al mezclar un mensaje de venta con el fallecimiento del joven enfermero coruñés Samuel Luiz) o recomendaciones con poca sintonía con los tiempos (por ejemplo, al promover la compra de cachorros de raza en vez de la adopción). Hasta Tamara Falcó, probablemente un modelo a seguir para Victoria Federica, ha suscitado críticas por sufragar su fiesta de cumpleaños con dinero de la Junta de Castilla-La Mancha, una institución que ha recurrido a su influencia comercial para impulsar el turismo y la gastronomía de la región.

No solo habrá metamorfosis físicas y alguna que otra polémica, sino la plasmación viral de una serie de acontecimientos que se han ido produciendo puntualmente en los perfiles de casi todas las influencers. Hablamos del home tour de rigor, esa serie de vídeos en los que la influencer nos muestra la nueva decoración patrocinada de su casa, la renovación de la cocina (también patrocinada) o su casa nueva. Tras la flamante casa, tienen que venir las mascotas, gatito a tope de peluche o perrito de raza. En cierto momento, el tiempo online comenzará a pasar factura y el tema de la salud mental y los haters pasará a primer plano: todas las influencers han echado su lágrima ante la cantidad de odio que se encuentran en los comentarios o en sus buzones de correo.

Más argumentos que no pueden quedar fuera de la vida en directo que imitan las influencers: pedida de mano, despedida de soltera, ceremonias de boda y rupturas, un dramón que gracias a Dulceida o Rocío Osorno podemos performar con controlado estilo.Y que no se nos olvide la llegada del bebé. El manual de estilo que firma María Pombo para este trance es de obligado cumplimiento: el vídeo desde la cama del hospital nada más dar a luz y como si nada hubiera pasado es el inicio de un álbum infantil viral interminable.