Sofía Palazuelo posa junto a su madre, Sofía Barroso, el día de su boda /
Sofía Barroso Fernández de Araoz, madre de la duquesa de Huéscar, Sofía Palazuelo , es un ave fénix de los negocios, una mujer que se ha reinventado con éxito tras su divorcio, pero que a su pesar sigue marcada por la ruptura con su ex marido Fernando Palazuelo, un conflicto que la obligará de nuevo a pasar por los tribunales.
Sofía Barroso y su ex se conocieron cuando él aún estaba en la Legión, pero las primeras noticias que se tiene de este matrimonio data de cuando desembarcaron en la Mallorca de los 90. La pareja se instalaba en la isla en pleno boom económico y del ladrillo y Jaime Palazuelo consigue hacer los negocios que siempre soñó: el sector inmobiliario. Su propia vivienda es una casa palacio que él mismo rehabilitó.
Ambos colaboran en la empresa familiar, Arte Express, él haciéndose cargo de la compra, venta y rehabilitación de viviendas, ella ofreciendo visitas a los VIPs y coleccionistas de arte que acuden a Mallorca para que descubran el rico patrimonio cultural y artístico de la isla.
Educada, inteligente, descendiente de Gregorio Marañón y con formación como historiadora de arte por la Universidad Complutense de Madrid, quienes la recuerdan de aquella época hablan de una mujer empeñada en dar la mejor educación a sus cuatro hijos (o al menos de hacerlos bilingües desde la cuna) al tiempo que organizaba las recepciones más elegantes de la capital mallorquina.
El currículum profesional de Sofía Barroso como especialista en arte nace y crece en Mallorca llegando a ser conservadora y gerente del Museo Español de Arte Contemporáneo de la Fundación Juan March en Palma de Mallorca durante un par de años.
Pero en 2005 la luna de miel con Mallorca se termina y la mudanza de Sofía Barroso y sus cuatro hijos a Madrid tiene un regusto agridulce. El retorno a la capital lo hace en solitario, separada de su marido tras comprobar que le ha sido infiel, con las cuentas con Hacienda poco claras y después de haber sido una de las mejores anfitrionas de la creme de la creme mallorquina.
Toca reinventarse y sacar provecho a las veladas con galeristas, comisarios de arte y artistas. Su nueva criatura se llama Around Art, la funda en 2008 y es un éxito que se mantiene hoy en día y que ha dado trabajo, incluso, a la duquesa de Huéscar.
Around Art proporciona experiencias únicas y exclusivas para VIPs del mundo del arte. Por ejemplo, quienes requieren sus servicios (y pueden pagarlos) tienen acceso a colecciones privadas, estudios de artistas y museos a puerta cerrada. Una buena idea que en los tiempos pre pandemia estaba respaldada por los buenos resultados económicos: según datos que publicó Vanitatis en 2020 la empresa facturó cerca de dos millones de euros.
Además de su propia empresa Sofía Barroso ha formado parte de ARCO, y es miembro del equipo de expertos culturales de la Fundación Caja de Extremadura, miembro de las juntas de las fundaciones Yannick & Ben Jakober (Mallorca), Zuloaga, y Patrona de la Fundación ANAR.
Pero ni su capacidad de reinvención, ni el apoyo de sus hijos han protegido a Sofía Barroso del trago más amargo de todos: el enfrentamiento en los tribunales que vive con su ex marido Jaime Palazuelo y que aún hoy no se ha resuelto.
Cuando en 2005 Sofía Barroso se mudó a Madrid, su todavía marido permaneció en Palma durante un par de años, mientras expandía el negocio familiar a Perú, país en el que acabaría instalándose y teniendo una amante a la que convertiría en su segunda mujer, Luciana Soldi. En 2012 Sofía Barroso y Fernando Palazuelo firmaron los papeles del divorcio, ya había nacido el primer hijo de la nueva pareja peruana.
Fueron sus propios hijos, que trabajaban con su padre en Lima, los que alertaron a Sofía Barroso de algo mucho peor que una infidelidad: una traición de 50 millones de euros. En 2017 Sofía Barroso decidió denunciar la segunda traición de su ex: presentó una querella contra Fernando Palazuelo, Luciana Soldi Rubio y la abogada de ambos, María Belén Corzo.
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Según su versión su ex marido, junto a las dos mujeres, habían tramado un plan para desviar fondos de las sociedades españolas que compartía Palazuelo con Barroso y llevar el dinero, a través de paraísos fiscales, hasta las filiales peruanas, que controlaba su ex marido en exclusiva.
El resultado de esta operación es que en España se quedaron las deudas y la quiebra y en Perú la empresa de Palazuelo prosperó. Sofía Barroso calculaba que su ex le había robado cerca de 50 millones de euros. Un pleito que aún no se ha resuelto y que ahora está en manos de la Audiencia Nacional.