Las tres mujeres que manejan (de maravilla) la vida de Tamara Falcó: Isabel Preysler, Susana Uribarri y Ana Boyer

Jamás nadie pudo imaginar que la vida sentimental reciente de Tamara Falcó pudiera despertar tantas pasiones. El drama suscitado a raíz del noviazgo incierto, el compromiso repentino y la infidelidad más que viral de Íñigo Onieva no tiene mucho misterio, más allá de comprobar que ni los aristócratas están a salvo de desengaños. Todo ha sucedido a plena luz de las redes sociales y las cámaras, y eso es lo peor. Nos interesa más, sin embargo, lo que no se ve. O, mejor dicho, las que no se ven. Las tres mujeres que están, ahora mismo, al lado de la marquesa de Griñón.

La explosión del personaje Tamara Falcó tiene mucho que ver con un alejamiento mediático de su madre, Isabel Preysler. Hasta 2019, la reina del corazones cobijaba bajo su ala las apariciones públicas de su hija, quien tampoco se atrevía demasiado a proponerse como heredera del mayestático imperio rosa de la madre. La decisión de saltar de la prensa rosa a la televisión, probablemente impulsada por Susana Uribarri, su representante, fue clave.

Tamara descubrió un territorio propio en el que, además, lo hacía mejor que su madre. Se coronó como ganadora de Masterchef Celebrity y, sobre todo, como estrella mediática. Frente al control y al hieratismo marca de la casa Preysler, Tamara Falcó se exhibió sin complejos ante el gran público, en un 'striptease' de cierta aristocracia que hizo tanta gracia como los personajes de Berlanga.

Su manera afectada de hablar, su simpatía, la ironía disfrazada de exquisita educación, el autocontrol del sentimentalismo y, sobre todo, un tono infantil totalmente inesperado en una mujer de casi 40 años la convirtió en un meme. Se cumplió lo que dicen de la televisión: es imposible engañar a una cámara, así que la única manera de triunfar es no mentir. Lo que vemos es Tamara, pero una inteligente versión paródica, intensificada.

Dicen los muy seguidores de Tamara que de Masterchef Celebrity a Íñigo Onieva la marquesa de Griñón cambió. Se fue alejando del personaje extravagante pero gracioso que había conquistado a los televidentes para mostrarse más inaccesible y misteriosa, más Preysler. El empoderamiento económico y sentimental de Tamara ha ido una vez más de la experta mano de su agente, Susana Uribarri.

Uribarri, representante de Ana Obregón o Georgina Rodríguez y famosa por su relación con el modelo polaco Darek (antes novio de Obregón), es un lince a la hora de monetizar la proyección televisiva de Tamara Falcó y colocarla en las lanzaderas mediáticas adecuadas. El trato con guante blanco que Tamara recibe en el 'El Hormiguero' es cien por cien marca Uribarri.

Además de Isabel Preysler y de Susana Uribarri, la tercera mujer que sostiene a personaje y la persona que es Tamara Falcó es Ana Boyer, su hermana pequeña. Solo se llevan siete años y ha tenido con ella mucha más relación que con sus hermanos Iglesias, sobre todo con Chábeli y Enrique. De hecho, Tamara es la madrina de Mateo, el hijo de Ana con el tenista Fernando Verdasco. La hija de Isabel Preysler y Miguel Boyer es su mejor apoyo emocional, su gran amiga.

Las tres mujeres que mecen la cuna de Tamara Falcó han salido a la luz en la gran crisis sentimental y mediática que la marquesa ha tenido que enfrentar estos días. Tanto Isabel Preysler como Susana Uribarri han jugado un papel central, hasta el punto de mostrar el camino que la aristócrata influencer debía recorrer para restaurar su imagen. Ana Boyer fue la única de sus hermanos que cogió un avión para correr a consolarla a La Moraleja, donde la marquesa refugió su corazón roto.

Si Ana Boyer es el consuelo, Preysler y Uribarri son la estrategia. Suya es la inteligencia que ha hecho posible que la jugada mediática de Tamara Falcó haya resultado redonda. Parece que Isabel Preysler fue la persona que logró quebrar la fe inquebrantable de Tamara hacia Íñigo, con su insistencia ante la evidencia de los vídeos. Fue, también, la que dijo a Tamara que Íñigo debía dar una explicación ante las cámaras sí o sí, forzando la mentira pública que a la postre le condenaría.

Si Isabel Preysler ha sabido utilizar las cámaras de la prensa rosa como la maestra del género que es, Susana Uribarri ha gestionado una crisis reputacional que va más allá de un desengaño sentimental. No solo gracias a un discurso sin grietas en el que Tamara refuerza la candidez que caracteriza a su personaje (¿cómo iba ella a sospechar lo evidente?), sino con un giro de guión que ha neutralizado una inminente campaña de desprestigio en un programa de máxima audiencia.

Tamara Falcó rompió internet y la parrilla televisiva al llamar en directo a un programa, minutos antes de conceder su rueda de presa. Esta millonaria exclusiva no se concedió por pura y simple generosidad de la marquesa de Griñón, sino por pura estrategia: para detener los comentarios de Jorge Javier Vázquez, polémico gurú de 'Sálvame', acerca de la «falsedad» del personaje de Tamara Falcó y su relación con movimientos católicos que no gustan del todo a las marcas del lujo. Objetivo conseguido por Susana Uribarri.

Mención aparte, porque se encuentran en el lado más amable de la mercadotecnia, merece el equipo de The Lab Talents, la agencia de representación liderada por Chus Martín que se ocupa desde hace un lustro de la imagen de Tami en todo lo que no es la televisión: portadas, campañas, estrategia de redes sociales... Un remanso de tranquilidad, comparado con el fragor de una ruptura televisada y prácticamente en directo.