Cuando Tiggy Legge-Bourke llegó a la corte de los Windsor dispuesta a cuidar de los nietos de la reina Isabel II , los príncipes Guillermo de Cambridge y Enrique de Sussex, poco podía sospechar que dos décadas más tarde acabaría recibiendo una indemnización millonaria para compensar lo mal que lo pasó en aquel momento. Por poner en contexto a esta historia de celos, reputaciones dañadas, rupturas matrimoniales y exclusivas televisadas habría que decir que, sin duda, la jovencísima Tiggy Legge-Bourke llegó en el peor momento al peor lugar: cuando el acoso de la prensa sobre Diana de Gales era extremo así como su paranoia y su necesidad de sobrevivir a su fallido matrimonio con el príncipe Carlos y salvar, al menos, su relación con sus hijos.
Martin Bashir utilizó a Tiggy para hacer creer a Diana que era la amante del príncipe Carlos. /
De todas las niñeras que desfilaron por la vida de los príncipes herederos del trono británico, la joven Tiggy Legge-Bourke fue la más joven, la más divertida… y la que más temía Diana que la «sustituyera» como madre. El hecho de que la joven elegida por la familia de su marido se alineara más en la línea educativa de Carlos que en la de Diana no ayudó a que la relación entre ambas fuera especialmente fluida y respetuosa. Tiggy fumaba, esquiaba, reía a carcajadas, metía a los niños en medio de un río y Diana se vio obligada por las circunstancias a transigir… hasta que llegó Martin Bashir.
El periodista artífice de la famosa entrevista de la princesa de Gales en Panorama de la BBC quería a toda costa sentar a Diana ante las cámaras para que reconociera de viva voz lo que era un «secreto» a voces, que su marido le era infiel, que su matrimonio era una farsa. Y para conseguir esa exclusiva que marcaría para siempre la vida de Diana de Gales, facilitaría su divorcio y su expulsión de la casa real por la puerta de atrás la BBC no dudó en inventar todo tipo de historias sobre una niñera de 20 años.
Tiggy fue una de las niñeras favoritas de los príncipes Guillermo y Enrique y hasta fue invitada a la boda de este último.
Según publican en el Daily Telegraph, Bashir no solo dió a entender a Diana que su marido estaba enamorado de la mujer que cuidaba de sus hijos, sino que fabricó «pruebas» para que la princesa le creyera. El periodista aseguró que el príncipe y su amante habían pasado dos semanas juntos en unas vacaciones secretas, que la chica había quedado embarazada y hasta enseñó a Diana un informe médico falso (con recibo incluido) en el que se exponía que Tiggy había abortado al hijo ilegítimo del príncipe Carlos.
Diana de Gales nunca pudo pedir perdón a Tiggy por creer a pies juntillas lo que afirmaba Bashir ni por encararse con la joven delante del personal de palacio y echarle en cara su embarazo secreto. Pero a la BBC sí le ha llegado la hora de compensar los daños y perjuicios ocasionados por las mentiras sobre Tiggy que utilizó Martin Bashir para engañar a Diana de Gales en 1995. De momento la cifra que se está manejando para compensar el daño es de 100.000 libras (algo más de 110.000 euros), pero aún se está negociando la cuantía que será definitiva a final de mes.