Cada 9 de septiembre se celebra en la familia del rey (y en las cuentas de Instagram más afines a nuestros royals) un acontecimiento muy especial: es el cumpleaños de la hija de la infanta Elena , Victoria Federica. Con todo el respeto por la infanta Sofía, cuyos estilismos adoramos, y la princesa Leonor, que nos tiene encantados con su sonrisa y profesionalidad, dudamos que las hijas de los reyes de España a los 21 años consigan la cobertura 360 grados que cubre la información que existe sobre Victoria Federica , la auténtica reina mediática de las Borbones más jóvenes.
Mientras las hijas de la reina Letizia y el rey Felipe VI conserven un perfil bajo de exposición mediática y la hija de la infanta Cristina, Irene, continúe viviendo con su madre en Ginebra, Victoria Federica es la única esperanza que nos queda de tener una Borbón que rivalice en vida social y estilismos con las nuevas generaciones royals, Camille Gottlieb y Pauliue Ducruet incluidas.
Como si fuera consciente de las ganas que tenemos de tener una Borbón 2.0 en las páginas del papel couché, Victoria Federica ha pasado de los 20 a los 21 dándolo todo en su año más mediático: se ha convertido en un verso libre como su madre, ha protagonizado broncas con las autoridades con su hermano, cuarentenas covid escandalosas, viajes ilícitos, instagramea fiestas, lleva como nadie bolsos no aptos para nuestros bolsillos, se hace una PCR si hace falta con tal de no perderse una corrida de toros o un sarao... y todo eso sin renunciar a viajar a los desfiles de alta costura de París del brazo de su padre.
Mientras a su hermano siempre se le recordará por las patadas que repartió en la boda de los reyes, la imagen de la infancia de Victoria Federica quedó para siempre ligada a su aparición en los actos acompañada de un calcetín que siempre llevaba en la mano, una costumbre que adquirió cuando era bebé y que se extendió hasta que cumplió los siete años. Pero ya no queda nada de esa niña tímida, salvo la costumbre de seguir posando con el pelo metido dentro del cuello de la chaqueta.
El bebé ya es una veinteañera a la que sus amigos llaman Vic, que se codea con Instagramers y toreros con soltura, que ya ha tenido alguna pelotera que otra con su madre en público por llegar de buena mañana a casa tras una noche de juerga y que, por lo visto, toca el piano como los ángeles.
Con los cumpleaños «Vic» ha ganado confianza y las páginas de sociedad la royal/celebrity que les venía haciendo falta. Alguien que lo mismo pudiera vestir de Chanel en Milán que aparcar mal su coche en Marbella y quejarse después por la multa. De momento, la baza de la naturalidad la ha salvado de más de una polémica y sus peores desmanes han sido hasta la fecha de tan baja intesidad que no pasan de ser una mera anécdota.
Con la misma habilidad con la que seduce a su abuela, la reina Sofía, tocando música clásica Victoria Federica es capaz de captar la atención del aburrido verano pospandémico marcándose un tik tok con Omar Montes. Y eso tiene mérito. Como también lo tiene que en su verano más expuesto a los medios haya conseguido sustiruir las largas estancias en Mallorca con su madre o en Sotogrande con su padre por los conciertos nocturnos y marbellíes junto a su amor Jorge Bárcenas. No podemos esperar a conocer qué nos mostrará nuestra royal más pop a los 21 años
20 de enero-18 de febrero
Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más
¿Qué me deparan los astros?