Por qué Taylor Swift cae tan mal: los ataques contra ella dentro y fuera de los Globos de Oro (ahora también sobre su orientación sexual)

Taylor Swift ha vivido en 2023 su año más dulce. Se ha coronado como la artista más influyente del año, con portada en la revista 'Time'; es la quinta mujer más poderosa del mundo, a tenor de su creciente fortuna (1.100 millones de dólares, según Bloomberg) y, sobre todo, ha logrado superar al mismísimo Michael Jackson con su última gira. 'The Eras Tour' ha desbancado a 'This Is It' en recaudación. Tendría que ser tan adorada como Beyoncé, o más. Sin embargo, es objeto de todo tipo de rumores y críticas.

El amor no está en el aire cuando se trata de la poderosa Taylor Swift, algo que pudimos comprobar en la mismísima gala de los Globos de Oro. La cantante se presentó diva, con un vestido de lamé verde de Gucci que subrayaba su condición imperial, pero sin novio del brazo. Se trata de Travis Kelce, el jugador de fútbol americano con el que sale desde septiembre y que, desafortunadamente, tenía partido al día siguiente. Casi mejor que no acudiera.

Taylor Swift y Travis Kelce estuvieron en la diana del cómico que presentó los Globos de Oro y que, para shock de muchos de los famosos de la gala, dirigió bromas sin mucha gracia tanto hacia la cantante como hacia 'Barbie', la película que puede considerarse gran perdedora de la gala (solo se llevó el Globo de Oro al Logro Cinematográfico y de Taquilla). Se pudo ver cómo tanto Swift como su mejor amiga Selena Gómez se limitaban a sorber sus margaritas y morderse los labios al escuchar sus chistes.

El cómico Jo Koy, conductor de la gala de los Globos de Oro y autor del monólogo cómico que suele caracterizar a este tipo de entregas de premios, se ensañó con Taylor Swift. No es raro: tirar contra los más poderosos del negocio del entretenimiento es asignatura obligatoria para los cómicos de 'stand up'. Sin embargo, sus bromas llegan en el peor momento. Justo cuando asombra al mundo una campaña para cuestionar la orientación sexual de la cantante.

En realidad, Koy se limitó a bromear sobre la diferencia entre los Globos de Oro y un partido de la NFL, la liga de fútbol americano en la que juega Kelce. «En los Globos de Oro enfocamos menos a Taylor Swift», sostuvo irónicamente el cómico, aludiendo a la inconsistencia del peso artístico de la cantante en una gala cinematográfica, en comparación con su papel como novia de una gran estrella del fútbol americano. Sin duda, una broma de mal gusto, pues trata de minimizar la relevancia profesional de Swift.

No fue la única broma en la que lo femenino quedaba reducido a la mínima expresión sexual. La generación millennial presente en los Globos de Oro abucheó a Jo Koy cuando se metió, de la peor manera posible, con la película 'Barbie'. El cómico dijo que la película estaba basada «en una muñeca con grandes pechos» y que «Barbie pasa de ser una belleza perfecta a tener mal aliento, celulitis y pies planos, o lo que los directores de casting llaman actuar». Evidentemente, Koy sabe que la incorrección política que abreva en el feminismo siempre es viral.

Es la cruda realidad: meterse con Taylor Swift y, en general, con las mujeres poderosas tiene siempre su público. De hecho, la cantante de Pensilvania lleva viviéndolo en carne propia desde hace años. Sin embargo, jamás nadie había llegado tan lejos como el diario 'The New York Times', donde se ha publicado una columna en la que se barajan teorías sobre la orientación sexual de Swift. La pregunta es: ¿por qué se especula ahora con la sexualidad de la artista?

No es común que la orientación sexual de los famosos se discuta de esta manera en los medios de comunicación. Sin embargo, Anna Marks desliza que Taylor Swift podría ser 'queer', o sea, miembro del colectivo LGTBIQ+, o sea, lesbiana o bisexual. Se basa en las supuestas pistas que la cantante habría ido deslizando en sus canciones y que Marks va narrando en un texto de alrededor de 5.000 palabras. Casi una biblia.

La periodista afirma que todas estas pistas sobre la orientación sexual secreta de Taylor Swift son inanes en solitario. Solo enumerándolas todas juntas puede sostenerse la teoría de que la cantante está en el armario. Por ejemplo, rastrea la cantidad de veces que ha utilizado los colores azul pastel, púrpura y rosa, los colores de la bandera bisexual. También se enumeran las veces que ha apoyado a la causa lesbiana o que luzca vestidos con la bandera arco iris. Se ignora, en cambio, la cantidad de veces que ella misma ha negado ser lesbiana.

El artículo, en sus peores líneas, sostiene que Taylor Swift podría ocultar su verdadera orientación sexual bajo noviazgos falsos por miedo a perder valor comercial e influencia artística. Y, aunque entre la comunidad fan de la cantante es habitual elucubrar sobre sus idas y venidas, este artículo para ir un paso más allá. Se beneficia de la viralidad de todo lo que atañe a la artista, pero también abreva en un fuerte sector de la audiencia que no puede ver delante a Taylor Swift. Más allá de su enorme masa fan, Swift también cae fatal.

Taylor Swift se ha convertido en la emperatriz de la causa woke en Estados Unidos: defiende la causa feminista, la causa LGTBIQ+, la causa de la salud mental, el antirracismo….). Molesta que sus fans peregrinen a su apartamento, que hasta sus gatos sean famosos y que sus relaciones más importantes sean sus amigas y sus fans, no sus novios. Sus venganzas, más gélidas que frías, han fulminado a hombres todopoderosos como Kanye West o a su ex manager, Scooter Braun. Ha vapuleado a varios ex novios en sus canciones.

Para evitar todas estas críticas, los ejecutivos de la industra musical aconsejaaron a Swift mantener la boca cerrada y no opinar sobre asuntos polémicos. Lo confesó en su documental 'Miss Americana': «A lo largo de toda mi carrera, los ejecutivos de las discográficas me decían: 'Una buena chica no obliga a la gente a opinar; una chica bonita sonríe, saluda y dice gracias'. Me convertí en la persona que todos querían que fuera».

Para liberarse de todas estas imposiciones, Swift confesó trastornos de la alimentación por su fama, denunció un abuso sexual a a manos de un locutor de radio (la tocó por debajo de la falda) y hasta fue señalada por cambiar de novio a menudo. Ahora, cuando su novio Travis Kelce hace un mal partido, los forofos se lo achacan a Swift, como si fuera otra Yoko Ono. O Shakira, otra cantante que tiene su buena legión de 'haters'.