Vicky Martín Berrocal y Manuel Díaz, en los años en los que eran pareja. / getty

Cuatro años juntos

Así fue la boda de Vicky Martín Berrocal y Manuel Díaz El Cordobés que revolucionó Sevilla: casetas, 1.200 invitados y muchos vips

La boda del torero Manuel Díaz El Cordobés y Vicky Martin Berrocal fue un acontecimiento social que paralizó Sevilla y congregó a más de 100 invitados. La pareja se separó cuatro años después, pero mantiene una estrecha amistad.

Sevilla se paralizó en la tarde de aquel 24 de octubre de 1997. Se casaban el torero Manuel Díaz el Cordobés y Vicky Martín Berrocal. Él, un chico de extracción muy humilde, hijo ilegítimo (y rechazado) de El Cordobés, y una de las figuras del momento. Ella, una chica bien, hija de un poderoso ganadero. La misa rociera se celebró en la Iglesia del Salvador, a las seis en punto de la tarde

Él vestía de corto y ella, de blanco, con un vestido de raso de seda de aire flamenco diseñado por Pepe Jiménez, con bordados en la falda. La parte trasera imitaba un capote y la novia llevaba un moño bajo cubierto con un velo, que sujetó con una diadema de brillantes perteneciente a su abuela paterna.

La novia llegó una hora tarde a la iglesia en una calesa tirada por cuatro caballos blancos. A su salida de la iglesia, los novios fueron recibidos por una lluvia de pétalos de rosa blancos. La novia dejó su ramo en capilla de El Baratillo. La gente se echó a las calles gritando «Torero, torero» y «Guapa, guapa». Poco antes de la boda, el torero había definido aquella historia de amor de forma contundente: « Cuando conocí a Vicky, yo era el Ceniciento y ella, la princesa».

Más de 1.000 invitados

La lista de invitados, unos 1.200, comprendía desde Rocío Jurado y José Ortega Cano, Norma Duval y Marc Ostarcevic o Patricia Rato y Espartaco a Pepe Sancho y María Jiménez, Paloma Cuevas y Enrique Ponce y Victorio y Lucchino o Marta Sánchez. Allí estaba también María Dolores Díaz González, la madrina y madre del novio. El programa 'Extra Rosa' retransmitió todos los momentos del enlace, desde la salida de la novia del Hotel Alfonso XIII, donde se vistió. Todas las revistas del corazón llenaron sus portadas con el enlace.

Manuel Díaz y Vicky Martín Berrocal, el día de su boda. (GTRES)

Muchos periodistas tuvieron acceso a la misa y al banquete, algo impensable hoy. Tras la ceremonia, la fiesta se celebró en el Rancho El Rocío, la finca de la familia Peralta, ubicada en Puebla del Río. La organizó el padre de la novia José Luis Martín Berrocal, y hubo casetas de feria, fuegos artificiales, una hoguera gitana y un banquete con bogavante, solomillo, sorbete de limón y tarta nupcial. Luego, los convidados disfrutaron de una recena con churros, migas y picatostes.

La luna de miel fue en Bora Bora y Los Ángeles. A su regreso, la pareja se instaló en un tríplex de 1.000 metros cuadrados en Sevilla. El Cordobés trataba entonces, por todos los medios, de obtener el reconocimiento de su padre, tras convertirse en una de las figuras del toreo más aclamadas de los años noventa.

José Luis Berrocal, su suegro, había intentado reunir a padre e hijo en numerosas ocasiones, sin conseguirlo. Berrocal era íntimo amigo de El Cordobés padre y un prospero ganadero muy bien relacionado. Cordobés hijo y Berrocal se habían conocido en 1993, poco antes de que Manuel se consagrara como torero y el joven se convirtió en su protegido y, más tarde, en su yerno.

Una infancia mimada

Manuel y Vicky se habían conocido en una corrida en Badajoz. José Luis le pidió a Manuel que le dedicara un toro a su hija, que estaba en la plaza. Manuel se quedó impresionado con la joven con un inequívoco parecido con una pintura de Julio Romero de Torres. Se intercambiaron los teléfonos. Pertenecían a clases sociales diferentes, pero Manuel no se amilanó y la invitó a cenar.

Vicky también tenía detrás una complicada historia. Su padre tuvo una relación con una joven de Huelva, Victoria, con la que no se casó nunca y de la que nació ella. Al tiempo, estaba con una mujer en Madrid, con la que tuvo varios hijos, y tampoco se casó. Vicky tiene tres hermanos por parte de padre. Un día, Berrocal dejó a su otra mujer y siguió con la madre de Vicky.

Manuel Benítez y Vicky Martín Berrocal / gtres

A pesar de la situación, Vicky había tenido una infancia y una adolescencia con todos los lujos. Estudió en un internado suizo y, más tarde, en una universidad norteamericana en Madrid. Luego había ayudado a su padre con la administración de la ganadería.

Vicky y Manuel se enamoraron profundamente. Para él, ella era guapa, elegante e inteligente y estaba relacionada con todo el entorno taurino al que Manuel trataba de acceder. Y él era una estrella ascendente del toreo, simpático y buena persona. Su noviazgo empezó siendo secreto, porque el representante de Manuel no quería que fuera con mujeres. Pero el padre de Vicky sí lo sabía y lo trató como a un hijo, presentándole a toda la buena sociedad. Él le compró una de sus fincas, Cerro Negro, en la que Manuel todavía vive.

El noviazgo de Manuel y Vicky duró cuatro años. Dieron la exclusiva a «¡Hola!» cuando anunciaron su compromiso. Tuvieron una hija, Alba, pero los rumores de desavenencias comenzaron pronto, en 1998. Ambos llevaban una vida muy volcada al exterior y ninguno de los dos se sentía cómodo. Eran muy distintos. La separación se anunció en 2001, cuando se cumplían cuatro años de la boda.

Con el tiempo, Vicky se convirtió en una exitosa diseñadora de trajes de flamenca, de fiesta y de novia y una presencia indispensable en numerosos eventos sociales. Se le han conocido varias parejas – la última con el empresario Enrique Solís, hijo pequeño de Carmen Tello– pero no ha vuelto a pasar por el altar. Por su parte Manuel se casó en 2004 con la venezolana Virginia Troconis, con la que tiene dos hijos. A pesar de todo, Vicky y Manuel conservan una gran amistad de la que han hablado muchas veces en los medios.