La convivencia ha sido, dicen, letal. En junio de 2020, cuando se levantó el duro confinamiento causado por la covid-19, Vicky Martín Berrocal se lió la manta a la cabeza y se mudó a Lisboa, decidida a darle una oportunidad en serio a su relación con Joao Viegas Soares , el empresario portugués con le que llevaba saliendo casi dos años. Era una relación a distancia, construida sobre la ausencia obligada por los negocios y el deseo de reencontrarse. Parece que la asiduidad no le ha venido bien a esta pareja de guapos y carismáticos, ambos dueños de una personalidad fuerte y un carácter potente. En la versión oficial que transita por canales informales, se habla de un desgaste de la relación, algo que las familias de ambos lamentan : ya habían celebrado juntos hasta la Nochevieja.
Vicky Martín Berrocal siempre ha dicho que el destino le unió a Joao Viegas Soares: «Hay personas con las que conectas de inmediato.A las que miras los ojos y sabes que tenía que suceder, que debía ocurrir. Y no sé si es el destino o una puñetera casualidad. Pero yo, ya no concibo una vida sin ti», escribió Vicky en su Instagram cuando se encontraba en lo más dulce de su romance. La diseñadora y el empresario se conocieron en 2013, en unas vacaciones en Ibiza, pero él mantenía entonces una relación y no fue hasta noviembre de 2018 que pudieron activar su atracción mutua, después de reencontrarse en Lisboa en la fiesta de cumpleaños de una amiga común.
Esta sorprendente ruptura coincide con un momento muy dulce para Vicky Martín Berrocal, cuya carrera en televisión continúa vivísima gracias a su participación en el programa de Bertín Osborne en Canal Sur y con muchos éxitos con su marca de moda, Victoria. Además, en los últimos meses se ha empleado a fondo con el entrenamiento y la dieta, además con contrato promocional con una marca dietética, y luce rejuvenecida en su influyente perfil de Instagram. Este revenge body que luce desde hace un par de meses podía haber sido el anuncio adelantado del enfriamiento de relaciones: en San Valentín los novios no se dedicaron palabras en las redes y hacía un tiempo que ella no viajaba a Portugal. Han quedado así en nada los planes de boda de ella, quien ya soñaba con un nuevo vestido blanco de novia en las redes sociales. Su gran look de novia tendrá que esperar.
20 de enero-18 de febrero
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