Apasionados como estamos con la evolución de Victoria Federica Marichalar , de niña a mujer y a influencer en tiempo récord, no pasan inadvertidas las fortísimas señas de identidad que hereda de las mujeres con más carácter de su familia. Es cierto que la nieta favorita del rey emérito Juan Carlos, probablemente bien aconsejada, suele parapetarse tras el silencio en sus apariciones más mediáticas. Además, está constatado que se rodea de un grupo de fieles amigos que no suelen filtrar nada de lo que piensa, dice o hace. Por este motivo, observamos bastante de cerca cómo Victoria Federica se va refinando físicamente, algo inevitable para su postulación como la cara royal del lujo para el mercado español, pero sin conocer realmente lo que se le pasa por la cabeza a la joven más mediática de la familia Borbón.
Por suerte, algunos deslices de su carácter apuntan tendencias que apuntan a tres mujeres importantes en su árbol genealógico: Elena de Borbón, su madre; Concepción Sáenz de Tejada, condesa viuda de Ripalda, su abuela; y Simoneta Gómez-Acebo, hija de los duques de Badajoz y prima de su madre.
Victoria Federica Marichalar tiene carácter. Eso es algo que conocen muy bien los reporteros asfálticos y los paparazzi que la persiguen por si barrio y la acechan mientras saca a pasear a su perro. Aunque al inicio de su reinado social acertaba a mantener el silencio y la compostura, con el paso de los meses el baso Borbón ha ido rebosando hasta revelar su disposición emocional. No nos andaremos con circunloquios: Vic tiene carácter. Muchísimo. De hecho, sus arranques iracundos recuerdan bastante a los de su propia madre y son marca cien por cien Borbón.
Victoria ha pasado de las miradas asesinas a grabar con su móvil a los reporteros que la graban, preguntándoles: «¡¿A que jode?!». Normal que la joven esté harta y comprensible que se parezca tanto a su madre en cuestión de paciencia. Los prontos de Elena de Borbón, heredados de su padre el rey Juan Carlos, forman parte del anecdotario desagradable de los periodistas de calle. «¡¿Me puedes dejar?!», le ordenó a un cámara recientemente. Su hija parece seguirles los pasos como natural heredera.
Si el carácter de Victoria Federica es cien por cien Borbón, con su mal genio, sus prontos y su difícil equilibrio entre la etiqueta royal y la campechana, en lo físico remite directamente a la familia de su padre, los Marichalar Sáenz de Tejada. El parecido físico de Vic con su padre es evidente, pero donde se hace directamente impresionante es en la figura de su abuela, Concepción Saénz de Tejada, la condesa viuda de Ripalda.
Victoria posee el mismo porte y la elegancia clásica de su abuela, desgraciadamente fallecida en 2014 a los 85 años. La condesa de Ripalda era una mujer extremadamente conservadora, y como la reina Sofía se llevó un disgusto enorme con el divorcio de su hijo Jaime y la infanta Elena. Llevaba la mantilla como nadie y su nieta Victoria Federica recuerda mucho a ella cuando se viste a la manera tradicional española, como en su primer acto público en solitario, como madrina de la Exhibición de Enganches de la Feria de Abril de Sevilla en 2019.
La tercera mujer con carácter que se va perfilando como un modelo para Victoria Federica Marichalar es Simoneta Gómez-Acebo, la hija mayor de los duques de Badajoz, prima de la infanta Elena. El carácter fuerte de Simoneta es tan famoso como el de su prima Elena, o incluso más. Su trayectoria profesional parece encajar con el plan profesional que Vic parece querer para sí misma: la representación y relaciones públicas para firmas del lujo. Eso sí: Simoneta supo adquirir formación especializada sobre la marcha para ir afirmándose como una ejecutiva valiosa para las distintas compañías en las que ha desempeñado su labor.
Seguramente Victoria Federica deberá enfrentarse tarde o temprano a la cuestión de su futuro profesional. Modelar como influencer tiene una fecha de caducidad corta y la experiencia de Simoneta Gómez-Acebo puede ser para ella una inspiración. A no ser que un matrimonio muy tradicional le permita ejercer únicamente de madre y ama de casa.
20 de enero-18 de febrero
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