Cómo es hoy la vida de Xandra Falcó: el legado de su padre, la relación con sus hijas y el recuerdo de su marido

La vida de Xandra Falcó dio un vuelco en el otoño de 2020: en plena pandemia fallecía su esposo, Jaime Carvajal Hoyos, marqués de Almodóvar del Río, tras sufrir un infarto, seis meses después de la muerte de su padre, Carlos Falcó, marqués de Griñon . Siempre discreta y dedicada a sus proyectos vinícolas, Xandra salió poco a poco adelante, con el apoyo de su familia y sus más íntimos amigos, y hoy, casi cuatro años después de la desaparición de su marido, continúa con su vida, arropada por sus hijas, Isabella, de 23 años, Camila, de 20, y Blanca de 12, y sus hermanos, Tamara y Manuel Falcó, marqués de Castell Moncayo.

Por supuesto no dejó de asistir a la boda de su hermana Tamara con Iñigo Onieva , hace ahora un año, vestida de rojo por Lorenzo Caprile, que le acompañó a la ceremonia. Esta primavera también estuvo presente en la inauguración de las Colecciones Reales , a la que asistieron los reyes Felipe y Letizia. Xandra agradecía su invitación en sus redes sociales. Xandra siempre aparece en las fotografías sonriendo irradiando tranquilidad y alegría.

«El día que falleció mi marido, el mundo se volvió del revés», decía la hermana de la marquesa de Griñón a Vanity Fair en junio de 2021. Llevaba 32 años casada con el hijo de Jaime Carvajal Urquijo, marqués de Isasi, e Isabel Hoyos , marquesa de Hoyos. Fueron días muy duros, de los que, poco a poco, salió la marquesa de Mirabel –título que heredó de su abuela paterna, Hilda Fernández de Córdova, y que se remonta a 1535–, centrándose, sobre todo: un vino rosado gastronómico que quería trasladar la alegría de vivir.

En la época en la que murió su marido, estaba preparando el lanzamiento del primer vino, llamado XF, por sus iniciales, elaborado en colaboración con las Bodegas Sierra Cantabria. Xandra había dejado de dirigir la empresa familiar que llevaba junto a su padre y estaba empezando a volar sola.

Aconsejada por sus hijas, Xandra siguió con el lanzamiento, a pesar de su luto. El vino se presentó pocos meses después, en junio de 2021. En la web de la bodega lo calificaban como «invitación a disfrutar de un estilo de vida mediterráneo, optimista y apasionado». La descripción no podía ser más significativa.

Xandra se esforzó en seguir viendo el lado positivo de la vida y en sacar adelante sus sueños como bodeguera. Su primer caldo obtuvo unas buenísimas calificaciones nacionales e internacionales. Fue una manera de cumplir también el sueño de Jaime, su marido, que siempre apoyó a Xandra en su nueva aventura vinícola.

Xandra, que hoy tiene 56 años, estuvo especialmente unida a su padre. Dirigió durante 15 años Pagos de Familia Marqués de Griñón, la empresa familiar, productora de aceite y vino y luego dejó el puesto, aunque sigue estando en el accionariado. Xandra Falcó estudió Business y Marketing en ESIC y luego se matrículó en un máster en Management Internacional, en la escuela de negocios ESCP.

Sustituyó a su padre, tras fallecer éste, en la presidencia del Círculo Fortuny, una asociación sin ánimo de lucro que pretende en proteger y promocionar la excelencia de lo hecho en España. Es también presidenta de la Real Fundación de Toledo, dedicada a conservar el patrimonio histórico de la capital castellana, y académica de la Real Academia de Gastronomía.

La marquesa de Mirabel pasa todo el tiempo que puede en el campo con sus hijas, que adoran la vida campestre y el vino, pero son todavía muy jóvenes para mostrar un interés más profesional. Xandra ha recuperado el optimismo, un valor que le inculcó su padre, según ella misma ha contado. Siempre prefirió el anonimato, a diferencia de su hermana Tamara.

En sus apariciones en eventos familiares y en alguna reunión pública, Xandra es toda sonrisas. Además del optimismo, ha heredado, sin duda, la fortaleza de su padre, Carlos Falcó, que siempre contagió a todos los que le rodearon su alegría de vivir. Xandra y su hermano mayor, Manuel, son hijos del primer matrimonio de Carlos Falcó con Jeannine Girod .