La tendencia que llega del frío

Es sano, indicado para todas las edades… y tendencia. El salmón noruego recorre un increíble viaje desde los fiordos hasta tu mesa

Noruega reúne las condiciones perfectas para criar salmón atlántico en el mar: 130.000 kilómetros de costa, aguas frías que se reúnen con la corriente cálida del Golfo, profundos fiordos… y una larga tradición de pesca.  En Noruega la acuicultura del salmón no es sólo una industria, es la forma en la que miran al futuro. Para la cría de los salmones se ha recreado fielmente el hábitat natural de cada etapa de su vida, desde las piscinas de agua dulce donde nace hasta las granjas en plenos fiordos, en las que crece lentamente. En esos casi tres años de viaje, el salmón alcanza el tamaño de 7-8 kilos con el que desarrolla la textura y el sabor que lo hacen mundialmente reconocido.

El salmón noruego está recomendado para todas las edades y encaja perfectamente dentro de una dieta equilibrada. La doctora Ida Johanne Jensen, investigadora de la Universidad de Tromsø, explica que es “una gran fuente de proteínas de alta calidad, de Omega3 y aminoácidos, minerales como el selenio y vitamina D”. Además, añade que el salmón contiene “oligoelementos y yodo, que es muy importante en el desarrollo cerebral”. Quizá el aporte nutricional más conocido de este pescado es el “Omega3, que previene las enfermedades cardiovasculares y es importante en el desarrollo del feto”, puntualiza esta investigadora noruega.

Versátil como muy pocos

Existe un corte para cada receta de salmón. Si bien el filete es ideal para hacer rápido a la plancha o al horno, el lomo de este pescado resulta perfecto para hornear. Aunque este último corte es también muy adecuado para elaborar carpaccio o sashimi. Los tacos son deliciosos en barbacoa, salteados o con pasta, y con la picada de salmón se elaboran tartars o hamburguesas en muy poco tiempo.