Tres ideas para sorprender con un pollo campero
Es unos de los alimentos que más se consume en España y al que puedes sacar más partido con recetas originales optando por pollos criados de forma sostenible. Más sabor y más saludable
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El pollo es uno de las carnes más demandadas del mundo y de España. Tanto que más del 37% de los kilos de carne fresca que se compra en cada hogar al año son pollo. Así lo dejan claro los datos del Informe del consumo de alimentación en España del año pasado del Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. Pero no solo es uno de los productos más consumidos en nuestro país sino que, además, es uno de los alimentos con más presencia en dietas para perder peso, para deportistas o personas mayores y niños gracias a su bajo contenido en grasas y su alto nivel de proteínas, fósforo y vitaminas B3 y B6.
Todo esto convierte al pollo en uno de los grandes reyes de la mesa, pero, reconozcámoslo, a veces se vuelve tedioso. El truco para sacarle más partido es explotar su versatilidad con recetas originales e incluir en la cesta de la compra pollos camperos. Son mucho más sabrosos y sostenibles ya que se crían en origen y se alimentan de forma natural fomentando la economía circular.
Con una alimentación 100% vegetal y siguiendo el modelo de ganadería tradicional, Carrefour ha sido pionero en lanzar en España el primer pollo campero criado sin tratamientos antibióticos y siguiendo estrictos parámetros de sostenibilidad ambiental. Estos pollos de la tradicional raza rubia respetan los ciclos naturales, salen al campo y están alimentados con la vegetación autóctona, que incluye un 70% de cereales, de los que el 50% es maíz, para demostrar que la importancia de cuidar el producto implica también cuidar el medioambiente. Precisamente, la apuesta por estos pollos camperos bio se enmarca dentro del compromiso Act for Food de Carrefour, con el que la empresa quiere democratizar la alimentación orgánica y garantizar la sostenibilidad y trazabilidad de sus productos, a la vez que fomentar acciones para que comamos mejor. ¿Y cómo podemos sacarle el mejor partido al pollo campero?
Es saludable, sabroso y sostenible, pero además el pollo nos ofrece múltiples opciones que hay que explotar a diario. Más allá de las pechugas a la plancha, el pollo al horno con esa piel crujiente y deliciosa o los jamoncitos en salsa, hay muchas opciones para hacer del pollo campero un alimento original. Por ejemplo, unas espirales de pasta con queso brie, espárragos, aceite de trufa y pollo campero es un plato equilibrado y fácil de hacer, además de un primero perfecto y completo.
También puedes hacer en escabeche y combinarlo con verduras para dar un toque distinto a los entrantes. O una buena idea es convertirlo en un ingrediente recurrente en tus ensaladas como en esta (puedes ver el vídeo arriba) de pollo, tomate y aguacate. Fácil, rápida y deliciosa.
Otras dos ideas sencillas y riquísimas para un segundo son hacer pechugas de pollo camperas rellenas de pesto, albahaca y queso acompañadas de unos bimis salteados o unos cuartos a la cazuela con verduras. El resultado es mucho más sabor y siempre saludable.
Productos que te cuidan y cuidan lo que te rodea
El pollo no solo es una de las carnes más demandadas del mundo -en España se consumen más de 37% de kilos en cada hogar, según datos oficiales- sino que además es una de las más saludables. Su bajo contenido en grasas y calorías, hace del pollo un alimento clave en cualquier dieta, pero también para el desarrollo de niños y para los deportistas, ya que cuenta con en promedio con unos 21 gramos de proteínas por cada 100 gramos de carne.
Además, el pollo favorece buenas digestiones, sobre todo comparado con las carnes rojas, y es una fuente de proteínas con muy bajas grasas. De hecho, el 70% de su grasas se localiza en su piel y al ser tan fácil de limpiar, estamos ante un alimento con muy pocas calorías. Si optamos por los productos orgánicos y sostenibles como el pollo campero, estaremos optando por una carne con muchos más beneficios porque están alimentados con grano (que sean más o menos blanquecinos o amarillos depende de esto) y en el campo, además de apoyar la economía local y los oficios tradicionales porque no todos los pollos son iguales.