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¿La familia crece? Todo lo que necesitas saber para dar la bienvenida a tu mascota

No hay duda de que una mascota aportará un cariño sin límites, pero para facilitar su integración a nuestro hogar es necesario preparar su llegada. Te contamos cómo.

Ana López-Varela

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A la alegría que supone la llegada de un cachorro a casa hay que sumarle que se trata de una nueva responsabilidad familiar. Por eso, antes de incorporar un animal a nuestro hogar, debemos reflexionar sobre si realmente encaja con nuestro proyecto de vida o si se trata de un capricho pasajero. Hay que entender muy bien lo que implica ser un propietario responsable (higiene, alimentación, veterinario, tiempo de juego…) y, de la mano de Royal Canin, vamos a explorar los puntos más importantes para preparar la llegada de un cachorro o un gatito.

Aunque sea pequeño, hay que ser firme con él desde el principio. Los refuerzos positivos serán clave para conseguir una educación adecuada

Una vez bien meditada y tomada la decisión, es conveniente preparar una serie de cuestiones que facilitarán que el animal se adapte a nuestro ritmo de vida. Un nuevo hogar puede suponer cierto estrés tanto a gatos como a perros, por lo que es importante pasar tiempo con ellos durante sus primeros días en la vivienda y seguir una rutina marcada que les aporte seguridad. 

En caso de tener niños, es importante cuidar ese primer encuentro con el que será su nuevo amigo. Puede ser un buen momento para que, desde el principio, los pequeños de la casa entiendan el compromiso que conlleva cuidar a otro ser vivo. Además, tienen que aprender a respetar el espacio del cachorro, a tratarle con cuidado y a respetar sus horas de sueño.

Los perritos necesitan un área propia. Intenta que sea un espacio cómodo, sin obstáculos ni objetos que pueda mordisquear, que pueda explorar con confianza.

Un aspecto importante en el momento de la llegada es su espacio. Habrá que buscar un lugar cómodo, sin obstáculos ni objetos que pueda mordisquear y seguro para que pueda explorar con confianza. Este será el rincón del cachorro y ahí acostumbrará a dormir con facilidad. La cama debe estar ubicada en un sitio tranquilo y no se debe cambiar el lugar para no desubicar al cachorro. De la misma forma, es importante establecer un espacio y unas horas fijas para sus comidas y no acostumbrar al perro a tomar otros alimentos que no sean su alimento, siendo firme con él desde el principio. 

Una buena alimentación es primordial para el desarrollo cognitivo y motor del cachorro, para cuidar su salud digestiva y su sistema inmune. El veterinario es el más adecuado para aconsejarnos sobre cuál debería ser –fórmulas secas, húmedas o la combinación de ambas (mixfeeding) -. Los cachorros requieren un alimento específico adaptado a la fase de crecimiento, y a su tamaño cuando sea adulto. Lo ideal es darle de comer tres veces al día, al menos hasta los seis meses, y tener siempre agua limpia y fresca a su disposición. En cualquier caso, desde que son pequeños debemos controlar la ración, sin ofrecer extras que desequilibren su alimentación y aporten calorías extra. 

Su educación es también uno de los aspectos clave. Los refuerzos positivos, como caricias y premios, serán claves para conseguir buenos hábitos y una educación adecuada. Los juguetes y el tiempo de paseo y juego harán que se refuerce el vínculo y resulte más sencillo su educación.

Los primeros cuatro meses de vida del cachorro serán decisivos para determinar su integración y asegurar un desarrollo y una conducta adecuados. Para ello, es útil exponer al cachorro a situaciones cotidianas, variedad de personas y contactos, sin olvidar a los niños –y no solo a los nuestros–. Es el momento perfecto para establecer vínculos que nuestro perro mantendrá una vez sea adulto. Por otro lado, la visita al veterinario de forma periódica es necesaria, pues nos aconsejará sobre cómo debe continuar su plan de vacunación y desparasitación y el programa sanitario que ha de seguir según cada Comunidad Autónoma.

Los felinos son exploradores natos y es mejor ir enseñándoles el nuevo hogar de manera gradual. Antes, asegura ventanas y balcones y protege los cables eléctricos.

Los primeros cuatro meses de vida del cachorro serán decisivos para su bienestar y desarrollo

Si te has decidido por un gato, también hay una serie de recomendaciones a tener en cuenta. Los felinos son exploradores natos y, para evitar sorpresas, es mejor ir enseñándoles el nuevo hogar de manera gradual. Antes de la llegada de tu gatito hay que asegurar ventanas y balcones para evitar que pueda caer; cerrar los lugares peligrosos para que no pueda esconderse en algún punto del que luego no puedas sacarlo; proteger los cables eléctricos; y mantener lejos de su alcance productos químicos, bolsas de plástico u otro tipo de objetos que pudiera tragarse. Además de cama y comedero, como en el caso de los perros, los gatos necesitan un arenero al que pueda acceder fácilmente, una estructura para rascar o un poste al que pueda subirse para descansar, rascar y jugar. Igual no lo ves necesario en este momento, pero tus muebles lo agradecerán. Además, es importante separar las zonas de juego de las de alimentación, de la bandeja de arena y de descanso, una parte fundamental en la vida de los gatos, ya que duermen en torno a 16 horas al día y buscan para ello rincones cómodos y a veces ocultos. 

Si ya hay otra mascota en casa, lo ideal es no mostrar preferencia por el recién llegado. Si se destinan los mismos niveles de atención se evitarán conflictos entre ellos.

La etapa de crecimiento de los gatitos dura hasta los 12 meses y se divide en dos etapas con necesidades diferentes: la primera hasta los 4 meses, con un crecimiento más intenso, y la segunda hasta los 12 meses, de crecimiento más gradual. En cada una de ellas sus necesidades serán diferentes. Para evitar problemas digestivos a la llegada a casa, mantén el alimento al que estuviera acostumbrado. Si quieres cambiarlo, porque así te lo recomienda el veterinario, hazlo de manera gradual. 

Como truco, además de los típicos comederos, existen dispositivos para alimentar a los gatos diseñados para satisfacer sus instintos cazadores y que ayudan a crear hábitos alimentarios activos. 

Para cuando llegue el momento de sacarlo de casa te hará falta un trasportín. Para que se acostumbre a usarlo –y tu vida sea mucho más fácil– es necesario que le resulte cómodo y tentador. Para conseguir que entre de forma natural, es importante dejarlo abierto y accesible, dejando dentro algún objeto con un olor familiar como, por ejemplo, una mantita. 

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Este contenido ha sido desarrollado por Content Factory, la unidad de contenidos de marca de Vocento, con Royal Canin. En su elaboración no ha intervenido la redacción de este medio.