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Pipas, el snack más saludable y apetecible del verano

Las pipas de girasol no son solo un tesoro nutricional sino también un aperitivo perfecto para el buen tiempo

María Caceres

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El picoteo entre horas es uno de los grandes retos del verano. Esos días de piscina y playa, de chiringuito y veladas hasta la madrugada en la que la dieta equilibrada pasa a un segundo plano. Pero cuidarse durante las vacaciones no tiene que ser sinónimo de renuncias. Basta con saber que hay alimentos perfectos para los días de verano, compañeros ideales que han estado siempre entre nosotros y que se imponen en la época estival como aliados para llevar una alimentación saludable. Tres características que cumplen a la perfección las pipas de girasol.

Asociadas a la infancia, a los eventos deportivos o a las noches de cine de verano, las pipas son un snack ideal en cualquier momento del día

Asociadas a la infancia, a los eventos deportivos o a las noches de cine de verano, las pipas son un snack ideal en cualquier momento del día, además de un tesoro nutricional perfecto para cuidarse en esta época. Porque, además de saciar el apetito, son una excelente fuente de vitaminas y minerales, grasas saludables y antioxidantes. Y nada más fácil y cómodo que comerse unas pipas como aperitivo en la toalla frente a la playa o la piscina o como aperitivo en una reunión informal con amigos o la familia. Pero también, los más foodies pueden sorprender a  sus invitados utilizando pipas en platos como panes, muffins, galletas, ensaladas, yogur o para envolver pollo o pescado. De hecho, las pipas siempre han estado asociadas al relax, tal y como demuestra un estudio realizado por Pipas USA que revela que un 71% de los consumidores de pipas de girasol las toma en los momentos de ocio.

Fuente de vitaminas y minerales

El principal valor nutricional y saludable de las pipas de girasol es su alto contenido en vitaminas y minerales, algo fundamental a la hora de elegir un snack para quienes nos encanta comer entre horas. Las pipas son, comparadas con otros frutos secos, una de las mayores fuentes de vitamina E, que nos ayuda a proteger el corazón y el sistema cardiovascular, reducir el colesterol y mantener la piel saludable. Con 28,3 gramos de pipas, aportamos a nuestro organismo el 84% de la vitamina E que necesita nuestro cuerpo cada día.

Las pipas son, comparadas con otros frutos secos, una de las mayores fuentes de vitamina E, que nos ayuda a proteger el corazón y el sistema cardiovascular

Además, tienen propiedades antioxidantes, fundamentales para la prevención del cáncer y el envejecimiento de la piel. También son ricas en zinc, que ayuda a estimular el sistema inmunitario y combatir agentes infecciosos, y son una fuente de fitoesteroles, una clase de compuestos químicos de origen vegetal que fomentan la reducción del colesterol y mejoran la salud del corazón. Por último, las pipas de girasol contienen grasas saludables fundamentales en cualquier dieta sana gracias a su aporte de energía y a que ayudan a absorber vitaminas A, D, E y K. Y son ricas en fibra, que ayuda a reducir el colesterol en sangre, a controlar la glucosa y prevenir el estreñimiento.

Ideales para deportistas y embarazadas

Entre los frutos secos, las pipas de girasol también sobresalen por sus beneficios nutricionales para las mujeres embarazadas. Sus altas dosis de folatos, un nutriente indispensable para el buen desarrollo del feto ya que interviene en la formación, el desarrollo y la maduración de los glóbulos rojos, las convierten en un alimento clave para todas ellas.

Las pipas de girasol disponen de unas altas dosis de folatos, un nutriente indispensable para el buen desarrollo del feto ya que interviene en la formación, el desarrollo y la maduración de los glóbulos rojos

Por otro lado, son un alimento muy interesante para los deportistas ya que su alto contenido en minerales como magnesio proporciona lo necesario para relajar los músculos y los nervios del cuerpo. También son ricas en potasio, que ayuda a mejorar el rendimiento en los entrenamientos y a evitar lesiones, mientras que su nivel de selenio, un nutriente que frena el estrés oxidativo, contribuye al mantenimiento de las articulaciones en buen estado. Algo fundamental también para el buen tiempo cuando proliferan los deportes al aire libre.

En definitiva, son un auténtico superalimento ideal para picar entre horas en estos días de verano. Y no es de extrañar porque históricamente las pipas de girasol se empezaron a comer en España en torno al siglo XVI por sus fines médicos. Hoy, el 52% de las pipas de girasol que comemos procede de Estados Unidos, según datos de Eurostat, tras seguir estrictos protocolos de control que garantizan su seguridad y calidad. Además, las pipas de girasol procedentes de Estados Unidos son un snack 100% no O.G.M., es decir se trata de un cultivo no modificado genéticamente. Una razón eco más que hace de las pipas de girasol un must en nuestra dieta veraniega.