Adolfo Domínguez vuelve a las pasarelas con modelos reales
La firma gallega llevaba sin desfilar desde 2011 y ha presentado su colección otoño-invierno con 60 modelos no profesionales de todas las edades y tallas
Una vuelta a las raíces y a las pasarelas. Tras ocho años ajena de Semanas de la Moda, Adolfo Domínguez ha vuelto a desfilar volviendo a los orígenes y dejando claro que su apuesta por la moda de autor es también una apuesta decidida por la belleza real e imperfecta. Desde que desfilara por última vez en la Pasarela Cibeles en 2011, la firma de moda gallega se había alejado de la vorágine y los focos de la pasarela pero en septiembre decidió volver a organizar un desfile único y especial recuperando su verdadera esencia. Un emotivo desfile que se integró en el casco histórico de Ourense, su hogar natal, y que combinó los valores culturales de la moda con una performance integrada en la vida de la ciudad.
Un regreso a las raíces del gran maestro del diseño gallego que estuvo protagonizado por 60 modelos no profesionales de todas las edades y tallas, acompañados por música tradicional gallega, a cargo de un grupo de pandereteiras y distintas representaciones artísticas.
La vuelta a las pasarelas de la firma gallega es también una vuelta a sus orígenes. A una esencia que concibe la moda como algo duradero y comprometido con nuestro entorno. Por eso, esta nueva colección sigue ahondando en esos conceptos de sostenibilidad medioambiental y social para romper con la cultura basura y de lo efímero, con las dictaduras estéticas pasajeras y la sociedad del usar y tirar.
Su leit motiv es el gender fluid, el género fluido o la no identificación de género, por eso hay prendas que trascienden el estándar binario y pueden ser utilizadas por hombres y mujeres. Lo esencial y la belleza de la sencillez prevalecen en una colección donde priman los colores neutros y terrosos y una estética atemporal. Porque, acorde a las campañas de las pasadas temporada, Adolfo Domínguez tiene claro que la moda no debe ser un producto efímero ni debe dejarse llevar por los preceptos del consumo irreflexivo. La moda tiene que dialogar con la sociedad en la que vive e inspirarse en la durabilidad y la sostenibilidad para responder a la personalidad única de cada uno de nosotros.
“Estamos en un sector que es pionero de por sí. Debemos formar parte del diálogo social, hay mucha gente joven cuestionándose el tema del género y nosotros como creadores de ropa debemos entrar en ese diálogo”, asegura la consejera delegada de la firma, Adriana Domínguez.