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¿Eres de muslo o pechuga? Conoce las diferentes piezas del pollo y cuál es la mejor para ti

No todas las partes de pollo tienen el mismo índice de grasa y proteínas. Conocer qué te aporta cada pieza te ayudará a saber escoger en función de la necesidad o la época del año.

Àngela Zorrilla

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Ángela Zorrilla

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El pollo es uno de los alimentos más consumidos en España. De hecho, en 2020 fue la carne más comprada y cocinada por los españoles, con cerca del 38% total, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Los expertos recomiendan comer carne magra –entre la que se incluye el pollo, el pavo o el conejo- máximo tres veces a la semana. Su versatilidad en la cocina y, sobre todo, su poco aporte calórico hace que sea un ingrediente muy presente en nuestras mesas. Eso sí, recuerda que las calorías variarán en función de cómo lo cocines y qué parte elijas.

Según la Federación Española de Nutrición (FEN), por 200 gramos de pollo sumas unas 234 kilocalorías. Además, señala que la carne de pollo tiene como componente mayoritario, en un 70%, al agua. Su grasa es, en gran parte, monoinsaturada y es una gran fuente de vitamina B3 y de minerales como el hierro, el calcio, el fósforo o el zinc.

Pero ¿sabes cuántas partes tiene y cuál es la mejor para tu alimentación y salud? Escoger, por ejemplo, entre pechuga o muslo puede parecer una cuestión sin importancia, pero sin olvidar la preferencia personal, hay que decir que sí existen diferencias entre las partes del pollo.

La pechuga es la parte más magra; esto es, la que tiene menos grasa.

Así, la pechuga es la parte más magra; es decir, la que tiene menos grasa y la más habitual en las dietas, aunque esto la hace menos gustosa. No obstante, “la piel del pollo sí que contiene un aporte de grasa mucho más alto que la propia carne”, recuerda Jaime Giménez, dietista-nutricionista y director de Nutritional Coaching. Por eso, cuando vayas a preparar el muslo, es aconsejable hacerlo sin la piel, que es donde está gran parte de su grasa. El muslo, por su parte, tiene más sabor y es más jugoso, y también aporta hierro y colágeno porque esta zona sí tiene más grasa.

¿A nivel nutricional son válidas las dos? Giménez asegura que apenas hay diferencias significativas en el aporte nutricional entre estas dos partes. “Ambas son igual de válidas, aunque si tuviéramos que escoger una sería la pechuga, ya que su aporte de proteínas, vitaminas y minerales es mayor que la del muslo”, añade.

A nivel nutricional, apenas hay diferencias significativas entre estas dos partes del pollo

Producto de calidad y la mejor técnica de cocinado

Y si partes hay muchas, maneras de cocinarlo y comerlo aún más. Existen diversas técnicas culinarias para cocinar el pollo, sobre todo según las partes que se vayan a comer. Jaime Giménez explica que con los huesos y las carcasas, lo mejor que puedes hacer es preparar ricos y sabrosos caldos, guisos, consomés... Por otro lado, partes como la pechuga y los muslos son, para él, la mejor opción para hacer a la plancha, al horno, estofado e incluso rebozado, aunque esta última “es menos saludable por su alto aporte de grasas”.

"Ambas son válidas, aunque si tuviéramos que escoger una sería la pechuga, ya que su aporte de proteínas, vitaminas y minerales es mayor"

Jaime Giménez, dietista-nutricionista

Finalmente, independientemente de la pieza y la receta, recuerda que es mejor siempre comprar carne de calidad. Para ello, fíjate en el color. Si la carne presenta un color amarillento es buena señal: este color vendrá dado por una alimentación a base de maíz típica en pollos bien criados. Además, observa su textura. Las piezas de pollo de calidad serán lisas y tersas.

Platos sanos... y de rechupete

La carne del pollo es una de las que menos grasas aporta y más maneras de prepararla nos ofrece, aunque recuerda que es recomendable cocinarlo al horno o a la plancha –y evitar fritos o rebozados- para que tu alimentación sea mucho más saludable. Y nuestro consejo final es que lo acompañes con productos frescos como vegetales y verduras. ¡Tus platos estarán para chuparse los dedos!

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