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El autoconsumo fotovoltaico que se nota en el bolsillo (y en el planeta)

Las soluciones de autoconsumo de Iberdrola ayudan a reducir la factura energética, blindan al consumidor frente a las potenciales variaciones de los precios en el sector y generan energía libre de emisiones de CO2.

Álvaro Piqueras

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Las mejores decisiones son las que se toman pensando en el bien común. Y ese altruismo, que redunda también en beneficio propio, es precisamente el que necesita el planeta en un momento de especial relevancia debido a la emergencia causada por el cambio climático, cuyos efectos afectan de tantas formas a millones de personas en todo el mundo que cualquier gesto, por insignificante que parezca, es decisivo.

La humanidad ha llegado a un punto de no retorno en el que se hace indispensable pasar de las buenas intenciones a los hechos. Mirar hacia otro lado solo provocará que las consecuencias del cambio climático, que ya sufrimos de manera indiscriminada, se agraven sin que en muchos casos tengamos una respuesta eficaz.

Cada vez son más frecuentes, fruto del aumento de la temperatura global derivada de la quema de combustibles fósiles y la sobreexplotación de los recursos que tenemos a nuestra disposición, las sequías intensas, la escasez de agua, la proliferación de incendios, los fenómenos meteorológicos extremos, pero también el aumento del nivel del mar, el deshielo de los polos o las inundaciones. Y como resultado, una preocupante disminución de la biodiversidad en muchos casos irreversible.

Y quien piense que el proceso degenerativo del entorno no tiene efectos para las personas no puede estar más equivocado porque el cambio climático es  en sí mismo una amenaza para la salud de la humanidad porque los factores medioambientales se cobran cada año la vida de millones de personas. No es un juego.

Conciencia global, beneficio personal

Pero como decíamos, no todo está perdido y cabe la posibilidad de revertir la situación si actuamos con una conciencia global pensando también en el beneficio personal. Utilizar menos energía reduciendo el uso de la calefacción y el aire acondicionado, cambiando a bombillas LED y electrodomésticos de bajo consumo, lavando la ropa con agua fría o tendiendo la ropa mojada en lugar de utilizar la secadora son pequeños grandes gestos que suman. 

¿Pero y si además dejaras de utilizar en el hogar energía procedente del petróleo, carbón o gas? Cambiar a fuentes renovables como la solar e instalar paneles en el tejado para generar la energía de tu vivienda es una opción por la que cada vez más personas se decantan. En este sentido, en un escenario de crisis económica e inflación que amenaza con asfixiar a millones de familias, una decisión inteligente es apostar por el autoconsumo fotovoltaico. De la mano de Iberdrola, evidentemente.

En un escenario de crisis económica e inflación, una decisión inteligente es apostar por el autoconsumo fotovoltaico

Y es que apostar por la compañía española significa hacerlo por una entidad que lidera este nicho de mercado en España, con la gestión del 40% de los clientes de esta modalidad como resultado de su apuesta pionera en el sector en 2015. Y se trata de una solución alineada además con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas y una manera inmejorable de mejorar la gestión de la economía familiar. Porque vivimos un momento en el que cada euro cuenta.

Smart Solar engloba todos los servicios que Iberdrola pone a disposición de una amplia variedad de clientes, desde consumidores domésticos hasta grandes corporaciones industriales. Sin olvidar que en España, más de dos tercios de la población vive en edificios en altura por lo que para cubrir este segmento, la compañía también contempla un servicio denominado Comunidades Solares, mediante el cual varios usuarios pueden compartir su propia energía 100% renovable desde una misma instalación fotovoltaica.

En este caso, las soluciones de autoconsumo colectivo de Iberdrola incluyen instalaciones llave en mano y la posibilidad de colocar los paneles solares sin inversión previa, cediendo el espacio de la cubierta a la empresa y facilitando el acceso a la energía verde generada a las personas que vivan en un radio de 500 metros.

Conceptos clave del autoconsumo fotovoltaico

Pero vamos a tratar de desmenuzar qué implica realmente para el consumidor. En primer lugar, el autoconsumo fotovoltaico consiste en la producción de electricidad a partir de la energía del sol allí donde se consume, reduciendo el flujo de electricidad proveniente de la red y mejorando su eficiencia. Es cierto que se necesita una inversión inicial -que puede ser financiada a 10 años-, pero se amortiza más pronto que tarde y a largo plazo supone un enorme ahorro.

De hecho, la instalación de un sistema solar de autoconsumo puede suponer hasta un 30% menos en la factura anual en el caso de comunidades de vecinos; un 50% de para empresa y negocios; y hasta un 70% en viviendas unifamiliares. Este ahorro se produce por una triple vía: la energía producida por la instalación que el usuario no tiene que comprar, la compensación por los excedentes de energía no consumida, que es vertida a la red y el ahorro por menores impuestos.

Un sistema solar de autoconsumo puede suponer hasta un 30% menos en la factura anual en el caso de comunidades de vecinos y hasta un 70% en viviendas unifamiliares

Porque esa es otra de las consecuencias de apostar por la solución que ofrece Iberdrola. Y es que existen diversos incentivos al autoconsumo que contemplan bonificaciones municipales en el pago del IBI o el ICIO para instalaciones, deducciones fiscales por inversión en energías renovables y subvenciones autonómicas o estatales para la tecnología fotovoltaica en autoconsumo. 

Las ventajas económicas de la energía solar son evidentes y los sistemas de paneles solares, cuya instalación no lleva más de un par de días, funcionan realmente como inversiones con enormes tasas de rendimiento. De hecho es posible minimizar las tarifas, e incluso almacenar la energía en baterías para ser casi independiente en la mayoría de los casos. Además, la instalación de paneles solares aumenta automáticamente el valor del inmueble. 

Asimismo los paneles fotovoltaicos tienen una vida media de 30 años, por lo que si se realiza un mantenimiento adecuado de la instalación, esta dará grandes alegrías a su propietario durante mucho tiempo. 

En definitiva, todo son ventajas: se logra reducir la factura energética, se consigue una protección frente a las potenciales variaciones de los precios de la energía, se posibilita su uso incluso de noche (con la instalación de un sistema de almacenamiento de baterías) y se genera energía libre de emisiones de CO2.

Por qué Iberdrola

En una coyuntura como la actual, en la que el mercado de autoconsumo español se encuentra en un proceso de desarrollo acelerado debido a los efectos del incremento del precio del gas, las ayudas de los fondos Next Generation de la Unión Europea y la reducción de los costes de los paneles fotovoltaicos, entre otros factores, no existe mejor opción que apostar por la experiencia de una compañía como Iberdrola.

Su condición de pionera en el sector al ser la primera empresa en integrar en su oferta de servicios las soluciones de autoconsumo supone una garantía. No en vano, Iberdrola se ha consolidado como la compañía de referencia ya que ha incrementado su número de clientes un 75% en lo que va de año y es probable que esa cifra siga aumentando ya que la entidad prevé que el número de instalaciones casi se triplique en 2022, hasta alcanzar las 170.000, frente a las 65.000 registradas a cierre de 2021 y las 100.000 disponibles en la actualidad.

La compañía estima que en los próximos años se superará incluso el escenario de alta penetración descrito en la Hoja de Ruta del Autoconsumo del Gobierno de España y se alcanzarán los 14.000 MW instalados en 2030. Un hito en el que Iberdrola tendrá mucho que ver gracias a su liderazgo en este mercado del autoconsumo fotovoltaico, que es una de las soluciones inteligentes que se enmarcan dentro de las líneas estratégicas del grupo.

Sin ir más lejos, Iberdrola espera alcanzar los 40 millones de contratos con clientes en todo el mundo en 2025 con servicios como el almacenamiento de energía, la bomba de calor y la movilidad eléctrica, además del autoconsumo. Este modelo de crecimiento sostenible basado en promover la electrificación de la economía a través de la inversión en energías renovables, redes eléctricas y almacenamiento energético le ha permitido a la compañía convertirse en un líder energético global y en la primera de su sector en Europa por capitalización, con unos 70.000 millones de euros de valor en Bolsa. Sobran los motivos.