
Puesta a punto para el otoño: estos son los tratamientos que hay que tener en cuenta para una rutina adecuada
En lo que a salud se refiere, la genética es la baraja y el estilo de vida y los hábitos la jugada. Un tratamiento adecuado puede ser una oportunidad para todos los que quieran cuidar su rostro durante más tiempo.

Con la llegada del otoño, es momento de retomar hábitos y costumbres que parecían olvidados durante el verano, así como la frenética rutina. Con ella, vuelven (en mayor o menor medida) el estrés y las preocupaciones. Y esto, lejos de darnos más energía y vitalidad al rostro, produce el efecto contrario: el origen del envejecimiento prematuro o la famosa flacidez. ¿Las zonas más afectadas? Los expertos coinciden: los pómulos y el mentón.
Como consecuencia de los efectos de esta rutina frenética, hay multitud de personas (tanto mujeres como hombres) que buscan un objetivo beauty común: un rostro firme, libre de manchas y una luminosidad que proporcionen un aspecto saludable y natural.

Hoy en día la gente no busca un canon de belleza inalcanzable, sino uno individual que al mismo tiempo realce y potencie sus atributos
Pero ¿realmente le das a tu piel los cuidados necesarios para conseguir este aspecto? Si vacilas en tu respuesta, las doctoras Candy Hernández y Juana Silva pueden ayudarte. Las expertas coinciden en que los tratamientos mínimamente invasivos pueden ayudar a recuperar la piel y definir aquellas zonas donde el proceso de envejecimiento haya hecho mayor acuse.
"Existen diferentes tratamientos que pueden hacer nuestro rostro más joven, descansado y atractivo", dice la dra. Candy Hernández.
Y en este terreno, existen diferentes tratamientos con doble función: por un lado, aportar volumen a zonas en las que falta y, por otro, conseguir reposicionar la piel logrando un óvalo facial más perfilado y definido que “se verá más joven, descansado y atractivo”, explica la doctora Candy Hernández.
Por ejemplo, la zona temporal, los pómulos, el mentón y el ángulo mandibular son los puntos principales que tratan ambas doctoras. “Podemos reducir el surco nasogeniano tratando el pómulo y temporal, haciendo un efecto lifting de esa zona. A diferencia de otros tratamientos que se hacían antiguamente, ahora tratamos más la zona donde se ha originado el problema de la flacidez, que no es la zona del surco, sino la que se sitúa más arriba, en la parte que ha descendido o ha perdido volumen”, explican.

¿Realmente le das a tu piel los tratamientos necesarios para conseguir este aspecto?
Hoy en día la gente no busca un canon de belleza inalcanzable, sino “uno individual que al mismo tiempo realce y potencie sus atributos”, asegura la doctora Juana Silva. Y ahí es donde la ciencia y la estética se encuentran, trabajando para precisar un estudio exhaustivo y personalizado para cada rostro, averiguando cuáles son los puntos que darán mayor elevación y llevando a cabo una constante evolución.
"Hoy la gente no busca un canon de belleza inalcanzable, sino uno individual que realce y potencie sus atributos", asegura la dra. Juana Silva.
Y es, precisamente, a través de esta elevación donde se produce el llamado efecto en V. Puesto que “nuestro rostro, cuando envejece, pasa de ser triangular a tener un aspecto más cuadrado”, defiende esta experta.
Estos tratamientos, mínimamente invasivos que, con la ayuda de la lidocaína, reducen el dolor, buscan potenciar los rasgos naturales del paciente, sin cambiar su expresión, con tratamientos donde prime la naturalidad y, sobre todo, resaltando la virtud de mejorar sin transformar”.
En cuanto a cómo ha evolucionado la percepción que se tiene en la sociedad de la medicina estética, ambas coinciden que estos tratamientos contribuyen a aumentar la confianza y la autoestima de los pacientes, sin cambiar su rostro por completo. Y concluyen: “Mejorar su aspecto exterior es directamente proporcional al aumento de confianza en ellos mismos”.
ES-AGNA-220319
En colaboración con Allergan Aesthetics