El poder de reconquistar la confianza
Santander Reencuentra es un programa pensado para apoyar y visibilizar el talento femenino. En concreto, el de esas mujeres que tuvieron que poner en pausa su carrera profesional y quieren reincorporarse al mercado laboral

El primer hijo de Nuria Vallejo nació con una enfermedad rara y un pronóstico muy poco esperanzador. “Me dediqué en exclusiva a sus cuidados, a entrar y salir de hospitales y especialistas para tratar de garantizarle la mejor calidad de vida posible. No me quedó otro remedio que sentarme con mi marido y decidir quién debía dejar de trabajar. Y como madre no hay más que una, me tocó a mí”, explica. Por suerte, los médicos se equivocaron. “Mi hijo está haciendo una vida normal, con sus pequeñas limitaciones. Y yo me hice la promesa de que el día que entrara en un colegio ordinario y empezara a hacer una vida relativamente normal, yo recuperaría mi vida profesional, que para eso había dedicado tantos años a estudiar y trabajar”, explica. Así es como Nuria conoció Santander Reencuentra, un programa pensado para mujeres que, como ella, decidieron poner en pausa su carrera profesional para dedicarse al cuidado de sus hijos o atender otro tipo de situaciones familiares y que, pasado un tiempo, han decidido reincorporarse al mercado laboral.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística, la tasa de empleo en las mujeres se reduce significativamente a medida que aumenta el número de hijos. En el caso de los hombres sucede justo al contrario. Pero los motivos por los que las mujeres mayores de 40 años deciden hacer un parón en su carrera profesional pueden ser muy diversos. Ana Alonso, que trabajaba en televisión y también se dedicaba a la organización de eventos, tuvo que aparcar su carrera para echar una mano en la empresa familiar, que atravesaba un momento delicado. “La situación se complicó y lo que yo pensaba que iban a ser unos meses, terminaron siendo más de tres años. Además, la empresa tuvo que cerrar”.

A Carmina Llorente, ingeniera de profesión, se le juntó la maternidad con la crisis económica, que afectó especialmente al sector de la construcción en el que trabajaba. “Acababa de ser madre, estaba embarazada de mi segunda hija y decidí parar de manera voluntaria, pero se alargó más de lo que yo había imaginado”. Begoña Valderrama tenía un negocio de bicicletas, pero tuvo que echar el cierre por motivos de salud. “Me diagnosticaron un cáncer y aunque traté de compaginar el tratamiento con el trabajo, finalmente tuve que dedicarme a curarme. Y casi fue una bendición porque conseguí darle un giro a mi vida”, recuerda.
Pero cuando llegó el momento de volver a trabajar, todas se encontraron con la misma decepcionante realidad. “Te pones a actualizar tu currículum y te das cuenta de que llevas cuatro años sin trabajar. A eso le sumas la edad y que eres madre y te descartan casi de manera automática, con un e-mail estándar. Y eso te desmotiva muchísimo”, explica Nuria. Los procesos de selección se convierten en un bucle, en un “ya te llamaremos” detrás de otro. “Lo más difícil es saber dónde buscar, qué canales utilizar, cómo venderte”, coincide Ana.
Santander Reencuentra es un programa pensado, precisamente, para mujeres que como ellas decidieron poner en pausa su carrera, pero ahora desean reencontrarse con el empleo. Gracias a la iniciativa, las cuatro recibieron formación en ofimática, pero también en emprendimiento, desarrollo personal, marketing digital, finanzas, contabilidad o liderazgo a través de un MBA on-line. “El programa te ayuda a empoderarte. Porque lo que quieres es seguir creciendo profesionalmente para seguir dando mucha guerra”, explica Carmina. El objetivo final es que las participantes encuentren trabajo en su área de especialización y en una empresa de su entorno. La iniciativa, proporciona experiencias profesionales temporales que contribuyen, de paso, a mejorar la red de contactos de las participantes.




“Hay un momento en el que llegas a pensar que quizá efectivamente no vales. Pero el programa te da la oportunidad de recuperar esa seguridad perdida en un entorno laboral”, explica Begoña. Pero también a retomar rutinas olvidadas. “Volver a trabajar me permitió salir de mi zona de confort. Te obliga a levantarte, arreglarte y enfrentarte. Te quitas ese miedo y te das cuenta de que es como montar en bicicleta, que no se olvida nunca. Cuando te reenganchas, todo empieza a fluir de nuevo”, explica Nuria.
Ahora que todas vuelven a estar en activo, su futuro y sus ambiciones profesionales han cambiado de manera radical. “Ahora miro hacia adelante y veo 200.000 oportunidades donde antes no veía ninguna. Me apetece todo. Me siento como una adolescente. Me veo capaz de enfrentarme a cualquier cosa y no le tengo miedo de nada”, explica Begoña Valderrama. Ana Alonso coincide: “Cuando empiezas a buscar trabajo, todas las puertas están cerradas. Ahora, las tengo todas abiertas. Sé que en cualquier momento puede surgir una oportunidad”.