La fascinante historia de Janet Harbinson, la mujer que hizo posible el whisky más exquisito y caro del mundo

Dice el tango que 20 años no son nada. Doscientos, los mismos que cumple The Macallan, son todo un viaje a través del pasado, el presente y el futuro que nos hace cuestionarnos, precisamente, qué es el tiempo. Durante la celebración del bicentenario del legendario whisky escocés, además de descubrir su fascinante historia, esta pregunta flota en el ambiente. Qué es el tiempo...

«El tiempo es la única cosa que realmente poseemos y que, una vez lo gastamos, es imposible volver a recuperar. Nada ni nadie resiste el paso del tiempo», refiere Andrea Senna, Brand Ambassador de The Macallan. Eso sí, « el tiempo sabe a The Macallan«, sentenció como conductor de una velada que disfrutamos con los cinco sentidos en Nomad Madrid de la mano (y el buen gusto) de la legendaria marca.

Fundada en 1824 por Alexander Reid, un agricultor de cebada y maestro de escuela, The Macallan fue uno de los primeros destiladores de Escocia en obtener una licencia legal. Pero fue un diminuto detalle el que cambió su historia: los alambiques curiosamente pequeños que usaban en la destilería tenían una forma y un tamaño únicos que permiten que el líquido tenga el máximo contacto con el cobre, lo que ayuda a concentrar el licor de nueva elaboración y proporciona los sabores ricos, afrutados y con cuerpo característicos de la marca. Esos «alambiques curiosamente pequeños» aparecen en el reverso de los billetes de 10 libras del Banco de Escocia.

Precisamente el tiempo es lo que hace único a este whisky, el más lujoso y deseado del mundo. También la maestría de los whisky makers que protegen un legado de dos siglos. Y el acento español con el que habla en nuestro paladar, gracias a las barricas de Jerez de la Frontera en las que reposa durante años y que le dejan ese sabor tan característico. Y una mujer: Janet Harbinson.

La legendaria firma de whisky basa toda su filosofía en los seis pilares que han forjado su historia: el color natural, la maestría, los alambiques curiosamente pequeños, el patrimonio, las barricas de roble excepcionales y el vino de Jerez. Y una mujer adelantada a su tiempo como lo fue Janet Harbinson, Nettie, a quien debemos que el sabor artesano del mejor escocés del mundo perdure hasta hoy y a quien The Macallan dedicó una película a modo de homenaje en 2022.

Audaz, atrevida, ingeniosa y muy inteligente, Janet Harbinson contravino todo lo que se esperaba de una mujer de su clase en aquella época y, tras la muerte de su marido en 1918, se puso al frente de la destilería familiar en los combulsos años que tuvieron lugar entre la I y la II Guerra Mundial. Aunque fueron muchos los que intentaron aprovechar la oportunidad y comprar el ya exitoso negocio, Nettie se convirtió en directora general de The Macallan con el objetivo de proteger la forma creativa y artesanal de elaborar su whisky, asegurando el empleo de la comunidad local, contratando a los mejores asesores para aprender de ellos e invirtiendo con una visión asombrosa para mantener el negocio a flote.

Aquel compromiso de Janet Harbinson con el legado familiar y con su comunidad, aquel respeto por la tradición y el buen hacer y aquella imponente visión empresarial han sido la clave para que hoy sigamos disfrutando del mejor whisky escocés del mundo. Y es que The Macallan tiene el honor de haber puesto de acuerdo a los exquisitos paladares de Harvey Specter ('Suits') y James Bond. También de haber vendido en subasta el whisky más caro del mundo hace solo unos meses: en noviembre de 2023, Sotheby's consiguió 2.4 millones de euros por una botella de The Macallan 1926 que pertenecía a pack de solo 40 unidades que fueron embotelladas en 1986 tras haberse dejado envejecer durante seis décadas en barricas de Jerez.

Ahora, con motivo de su 200º aniversario, The Macallan lanza Time : Space una edición especial y limitada de 200 unidades (una por cada año) que no es solo un whisky de lujo y una joya de coleccionista para hedonistas con gusto exquisito: es una auténtica cápsula del tiempo, «un verdadero canto al pasado y futuro de The Macallan» que presenta en su interior dos recipientes con un líquido diferente en cada uno, rindiendo tributo a su historia.

«El primero, ubicado en la cámara exterior, es el whisky más antiguo de The Macallan, de la añada de 1940. Con 84 años de maduración, homenajea el buen hacer y el pasado de la marca. En la cámara central, por su parte, se aloja un whisky single malt, una añada de 2018 que, además, se trata del primer líquido de la nueva destilería de The Macallan, haciendo un guiño al futuro de la casa y a su compromiso con la excelencia de sus bebidas«, cuentan desde la marca.

Como aseguran desde The Macallan, nada ni nadie resiste el paso del tiempo. Y ese peso y paso del tiempo, precisamente, son los que escriben su fascinante historia y convierten en una leyenda a esta destileria de fuertes raíces escocesas que, durante 200 años, ha resignificado la exclusividad y el lujo a través de una conjunción perfecta de tradición, maestría y visión de futuro, escrito todo con letra de mujer.