Viajes De Lujo
Viajes De Lujo
No tenemos ninguna duda, pero sí muchas pruebas, de que París es una fiesta. Mucho más, cuando llega la Semana de la Moda, y las calles de la ciudad se inundan de estilismos imposibles, taxis que tienen las rutas estudiadas y calculadas al milímetro y amantes de la industria en todas sus formas — desde editoras de revistas, estilistas, hasta las grandes clientas — que corren de una punta a otra de la ciudad, todo para no perderse el siguiente desfile.
Teniendo en cuenta que sucede varias veces al año — con la Semana de la Moda, la masculina, la Alta Costura… —, es muy útil conocer la ciudad, llevar aprendidas las direcciones de los lugares de interés y, por qué no, alojarse en los hoteles mejor ubicados. Conocer los places to be, en el caso de ser amantes de la moda y de todo lo que se lleva, no está de más. De hecho, es mucho más que necesario.
Vamos a descubrir cuáles son los lugares que debes conocer y visitar si estás planeando una escapada a la ciudad del amor, de las luces y de la moda.
El Brach de París está situado a tiro de piedra de la Torre Eiffel, lugar que acoge algunos de los desfiles más espectaculares de las grandes firmas, aunque no de forma disciplinaria, pero sí reiterada. Saint Laurent nos regaló un auténtico espectáculo pasado por agua para presentar su colección prêt-à-porter primavera-verano 2022, bajo las piernas del afamado monumento. Alojarse en el Brach es buena idea, sobre todo si después de los desfiles la fiesta debe continuar.
Su mayor atractivo es su bar restaurante: con una exquisita cocina capitaneada por el reconocido chef Adam Bentalha — presente en otras cocinas como la del Ritz París —, no importa si es de noche o de día, siempre está lleno de gente. Su cocina es un homenaje al Mediterráneo oriental, con opciones sanas pero apetecibles que te dejarán con ganas de volver.
Con un lobby 'escondido' en su primera planta — precisamente para no disuadir a los visitantes del restaurante y ofrecer una experiencia más íntima a quienes se quedan a dormir en Brach —, lo cierto es que el hotel también hace las veces de club social: con una piscina de 22 metros, gimnasio y spa, es el place to be también para relajarse tras una jornada laboral. O así lo aseguran los parisinos más chic de la ciudad.
Su gran secreto escondido es su terraza: abierta en verano y con las mejores vistas a la Torre Eiffel, gracias a su ubicación en el XVI Distrito de París. Cuando llega el calor, se convierte en un lugar íntimo y agradable para pasar un buen rato con amigos. Con Jacuzzi incluido. El mismo que ofrece la suite Suzanne, en la penúltima planta del hotel. Tanto la mencionada, como el resto de habitaciones tienen una decoración exquisita, a cargo de Philippe Starck, quien se inspira en diferentes culturas para su ecléctico diseño de interiores. Acogedor y rompedor, podría decirse que es el hotel más moderno de todo París.
El plan perfecto para realizar a la mañana siguiente, tras una tarde de desfiles y una noche de cócteles, es dar un paseo por las calles colindantes al hotel y descubrir uno de los aclamados apartamentos de Sézane, justo al lado de la Torre Eiffel, en 25 rue de l'Annonciation. Para las amantes de la lectura, porque no solo de moda hemos venido a hablar, la Maison Balzac también se encuentra muy cerca del Brach y es otra visita obligada si te alojas en él.
El auténtico espectáculo de moda sucede más cerca Nolinski, otro hotelazo del grupo Evok que está situado en un lugar estratégico y cerca de todo: Le Marais. Este famoso barrio de París es la zona por excelencia que acoge todas las firmas francesas que adoramos: desde Maje, hasta Sézane, pasando por Claudie Pierlot o Sandro.
Este barrio en el que parece suceder todo lo que acontece en la moda parisina alberga auténticos lugares de interés cultural, como la casa de Alaïa, que se encuentra abierta al público. O el Museo de las Artes Decorativas, que a menudo acoge exposiciones relacionadas con el mundo de la moda. La última, Iris Van Herpen - Sculpting the Senses, recorre la obra de la diseñadora holandesa y está disponible hasta el próximo 28 de abril. En su interior, además, también alberga Loulou, un restaurante elegido por Valentino para celebrar la fiesta tras uno de sus últimos desfiles.
Si volvemos a pensar en el calendario de la Semana de la Moda, una de las localizaciones que nos vienen a la mente dentro de Le Marais es el Grand Palais: parada obligada para quienes hacen la Semana de la Moda de principio a fin, pues en él se celebra, desde hace años, los desfiles de las colecciones prêt-à-porter de Chanel. El mismo lugar que Karl Lagerfeld convirtió en un supermercado con productos con el logo de la enseña; para delirio de un público que intentó llevarse a casa los envases expuestos una vez terminado el desfile.
En cualquier caso, el Hotel Nolinski no solo es buena idea por su cercanía a literalmente casi todo lo que tenga que ver con la moda: la cocina de su restaurante más exquisita de lo que nadie puede imaginar, gracias al chef Philip Chronopoulos, con doble estrella Michelin. Su decoración más clásica que la del Brach y con el sello de buen gusto de Jean-Louis Deniot: cada una de sus estancias rezuman elegancia. Lo mejor de todo es que también cuenta con un spa en el que relajarse tras el frenesí de los desfiles.
Sin duda, Cour des Vosgues es el hotel más especial de los que tenemos apuntados en nuestra lista: es el único de París con vistas a la plaza de los Vosgos, la más antigua de la capital francesa. Construida a principios del siglo XVII bajo el nombre de Plaza Real de París, fue rebautizada con su nombre actual en 1800.
Se encuentra también en el exclusivo barrio de Le Marais, por lo que alojarse en Coeur des Vosgues, además de idílico, también es una idea perfecta si vas a París de compras. Este hotel boutique de 12 habitaciones fue todo un reto para Evok, pues se levanta en el interior de un edificio histórico del siglo XVII, por lo que los arquitectos Yann Lecoadic y Alessandro Scotto tuvieron que respetar algunos elementos inamovibles.
Las vigas pintadas del techo, como el suelo de terracota, son originales. «Las bases de su diseño fueron proteger, preservar y respetar la autenticidad y el espíritu del edificio», comentan desde el grupo. Con mayordomo y anfitriona que reciben a los invitados y les colman de atenciones, esta suerte de palacio/mansión cuenta con inesperado spa en su planta sótano, en el que relajarse como en el resto de hoteles del grupo, pero de una forma mucho más especial. ¿Preparada para la próxima visita a París?