El impresionante desfile de Dior en México: el triunfo del lujo feminista de Maria Grazia Chiuri

«Mi posición en una casa tan influyente como Dior , pero también en mi rol como madre, me recuerda cada día mis responsabilidades y la importancia de mis acciones«, aseguraba en 2017 Maria Grazia Chiuri. La directora creativa de la maison acababa de hacer historia en la pasarela durante la presentación de su colección primavera-verano con una emblemática camiseta que nos recordaba que «We should all be feminist», una prenda que pronto se volvió viral e incorporaron en masa a sus estilismos iconos de moda a la altura de Rihanna o Chiara Ferragni.

En el Festival de San Remo, y otra vez de la mano de Ferragni, Maria Grazia Chiuri volvió a gritar un mensaje feminista en la alfombra roja a través del altavoz que brinda la moda con los espectaculares diseños de Dior que creó para la empresaria e influencer. El objetivo, esta vez, era «llamar la atención sobre los derechos de las mujeres, sus cuerpos y cómo deshacerse del cuerpo femenino, lamentablemente, todavía se considera discutido y cuestionable».

Los looks de Chiara buscaban «recordar a las mujeres que no dejen que los enemigos las derriben porque solo las opiniones de quienes nos aman son las que realmente importan», aseguraban desde Dior; al tiempo que la propia influencer apostillaba en su Instagram que los rompedores vestidos que lució «representan la esperanza de romper con las convenciones impuestas por el patriarcado. Una esperanza que depositamos en las niñas de hoy que serán las mujeres del mañana».

Ahora, la presentación de la colección crucero de Dior en Ciudad de México ha sido el mensaje de compromiso definitivo de la diseñadora a favor de la vida (y los derechos) de las mujeres, demostrando así que la moda y el lujo pueden y deben tener propósito más allá de la belleza. «¡Viva mi vida!», rezaba uno de los vestidos de Chiuri que se vio en el cierre de la presentación. Pero no fue el único grito feminista que se escuchó en el patio central del Antiguo Colegio de San Ildefonso.

El lugar elegido en sí era ya toda una declaración de intenciones. En el patio central del Antiguo Colegio de San Ildefonso se conocieron y enamoraron Frida Khalo y Diego Rivera. Que su relación tormentosa fuera o no paradigma del feminismo da para otra discusión larga y tendida, pero lo cierto es que Maria Grazia Chiuri había puesto el escenario sobre la mesa desde su llegada a Dior en 2016.

Seis (exitosos) años después el anhelo de la diseñadora se veía cumplido, y la iconografía que envolvió todo el desfile de la nueva colección Crucero de Dior fue tan inspiradora como los imponentes looks que se presentaron bajo la lluvia. «Te mereces un amor con relámpagos y flores, un cariño sin temor del pasado y sus errores», clamaba una mariachi para dar el pistoletazo de salida a un show que ya es historia de la moda.

La rebeldía de la mujer Dior, aquella que desafió las convenciones de los roles de género, se representó a través de poderosos trajes de inspiración masculina y la voz de la mujer mexicana, azotada por la violencia machista de manera intolerable durante décadas, resonaba en cada puntada de los vestidos inspirados en la tradición y la artesanía del país azteca. Sobre la pasarela, un desfile de coloridas faldas tehuanas, huipiles (túnicas bordadas típicas) y camisas tradicionales cosidas en Oaxaca con la reconocible impronta de la maison.

El imaginario visual de Frida Khalo, de su paleta vibrante a la fauna que habitaba en sus obras, colorearon los diseños de Maria Grazia Chiuri al tiempo que elementos tan reconocibles como sus botas texanas se colaban en los looks que, empoderadas, mostraban las modelos. Y las mariposas se adueñaron de la escena como símbolo de feminismo, pero también de renacimiento y transformación.

Esas mariposas sobrevolaron durante todo el desfile en forma de bordados, de corsés, de collares y complementos. Y no fue casual la elección de Chiuri: precisamente fue ese, «las mariposas», el nombre secreto que se dio a las hermanas Mirabal (Minerva, Patria y María Teresa) para guardar su identidad mientras luchaban en Santo Domingo contra el régimen del dictador Rafael Leónidas Trujillo en su búsqueda contra la opresión y a favor de la libertad femenina en su país. Su brutal asesinato el 25 de noviembre de 1960 marcó un antes y un después en la lucha feminista y, precisamente en esa fecha, se conmemora cada año desde 1990 el Día Internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer.

Para poner el broche a este manifesto en forma de desfile que orquestó Maria Grazia Chiuri, la voz de Vivir Quintana entonando la letra de ' Canción sin miedo', el himno feminista más poderoso que han entonado millones de mujeres para plantar cara al horror del feminicidio que azota a buena parte de la población mundial. «Cantamos sin miedo / pedimos justicia / gritamos por cada desaparecida / que resuene fuerte »¡nos queremos vivas!« / que caiga con fuerza el feminicida», resonaba en el claustro del Antiguo Colegio de San Ildefonso mientras las modelos cerraban un desfile soberbio luciendo sus vestidos blancos salpicados de mensajes en rojo sangre en los que se leían frases como 'Feminismo y Resistencia', 'Alas para volar' o 'Viva mi vida'.