ALL OF ME
ALL OF ME
Es la tercera vez que lo entrevisto y, a pesar de años y éxitos, Narciso Rodriguez (Newark, EE.UU., 1961) mantiene el mismo espíritu humilde y comprometido con la integridad y atemporalidad de la moda. La primera vez fue en Madrid, durante su etapa como director creativo de Loewe; la segunda, hace cinco años en París , poco después de ser padre de mellizos junto a su marido, Thomas Tolan, con quien se casó en 2013. Esta tercera coincide con el 20 aniversario de su superventas e icónico perfume For Her, con motivo de la presentación su nuevo y prometedor All of Me y de su regreso al diseño tras un parón motivado por la paternidad y la pandemia.
La influencia de su madre y sus tías, de las que guarda imágenes imborrables arreglándose con esmero, fue decisiva para despertar su vocación por la moda. «Eran pura inspiración», nos contaba en una ocasión. También el ilustrador portorriqueño Antonio López (1943-1987), al que admiraba y por el que se matriculó en la Parsons School of Design de Nueva York. «Sus trazos me animaron a seguir la senda de la moda», nos recordaba en otra charla. Rodriguez se graduó en 1982, trabajó con Anne Klein, Calvin Klein, Cerrutti y Loewe; y creó su propia firma. Considerado una referencia en la moda contemporánea norteamericana e internacional, en 2018 consiguió el premio del CFDA (Council of Fashion Designers of America) y ha acumulado muchos otros reconocimientos a lo largo de su carrera.
Mujerhoy. ¿Por qué se toma tanto tiempo entre el lanzamiento de un perfume y otro? En 20 años, éste es sólo el tercero.
Narciso Rodriguez. Sí, me tomo mi tiempo... [Risas] Soy una persona pausada. Aunque, bueno, a veces no tanto. Pero sí, me tomo mi tiempo para crear, a veces incluso demasiado.
Cada uno tiene un ritmo. El suyo es sosegado, pero a la vez está muy acostumbrado al frenesí que acompaña a las colecciones y al que exige la industria de la moda.
Sí, pero dejé esa locura. Cuando llegaron mis hijos, me tomé cuatro meses de baja por paternidad. Luego regresé al trabajo al 60% y poco después trabajaba solo martes, miércoles y jueves. Cuando de repente llegó el Covid-19 decidimos mudarnos a una casa que tengo fuera de Nueva York y cerré la empresa para estar en familia. La pandemia fue horrible en muchos aspectos y para mucha gente, pero a mí también me trajo cosas positivas, como pasar más tiempo con mis hijos, verlos crecer, llevarlos al cole por la mañana, recogerlos por la tarde... Me dio la oportunidad de disfrutar con ellos y ver lo rápido que crecen.
Ahora ha vuelto a Manhattan y ha reabierto su estudio.
Sí, he vuelto, pero de una manera diferente. No hago colecciones al uso. Tengo clientes a los que atiendo y este año hice una colección para Zara, con Marta Ortega. Me encantó trabajar con ella y con su equipo, fue increíble. He regresado, pero con cambios.
¿Recuperará su ritmo anterior de trabajo?
No, de ninguna manera. No creo en esa forma de trabajar. Tenemos nueva sede en Manhattan, estoy arrancando con el equipo, con los muebles... Y quiero hacer un nuevo tipo de colecciones, sin esa urgencia de antes. Yo admiraba mucho a Azzedine Alaïa , que trabajaba a su propio ritmo. Quiero tener esa libertad. No sé cómo será todavía, porque estoy dando los primeros pasos, pero será a mi manera.
¿No es un camino más difícil, sobre todo por la competencia de las grandes multinacionales?
No me interesa ese tipo de moda. Trabajé en la multinacional LVMH, sé lo que es y no va con mi carácter y mi personalidad. Prefiero la salud mental. Además, ahora lo más importante son mis hijos. Quiero que vengan a la oficina, que aprendan cómo avanza un diseño.
¿La paternidad le ha cambiado mucho la perspectiva de la vida?
Lo ha cambiado todo. Ha sido el momento más importante y el mejor que he tenido en la vida.
¿Es difícil ser padre?
¡Sí, sí, por favor! ¡Es muy difícil y un 24/7! [Risas] Estás preocupado a todas horas y por todo. Si hacen esto o lo otro, si debí hacer lo otro, si dije esto... Pero es maravilloso. La paternidad es un regalo.
Se crió en Nueva Jersey, a donde llegaron sus padres, inmigrantes cubanos. ¿Ha cumplido el sueño americano que ellos perseguían?
Sí, absolutamente. Lo he cumplido por completo. Mis padres llegaron a Estados Unidos cuando tenían 21 años. Eran muy jóvenes, no hablaban inglés, no sabían nada de esta sociedad, de este nuevo mundo. Yo siempre les decía que ellos tenían mucho más valor que yo, porque ellos hicieron cosas que yo no habría sido capaz de hacer. No tengo la valentía para dejar un país, salir de un sitio con una vida sencilla, con sol, para llegar a un lugar feo, frío, sin dinero, muchas veces hostil... Ellos sí que tuvieron un valor inmenso para empezar de cero y permitirnos una vida mejor.
¿Cuál es el origen y la inspiración del nuevo perfume, All of Me?
Después de haber hecho For Her con tanto cariño y tener la satisfacción de que siga siendo todo un éxito, tener la oportunidad de hacer otro perfume ha sido un proyecto muy excitante y emocionante. Ya desde el nombre resulta revelador. Hace 20 años, For Her fue rompedor en todo, pero nadie nos planteábamos que «Para ella» parte de la posición de un hombre... La sociedad occidental ha cambiado mucho y la reivindicación histórica de igualdad empieza a dar frutos. All of Me, todo de mí, parte de la posición de una mujer, de su seguridad, su poderío.
¿Es reivindicativo?
Absolutamente. Y sí, es también un punto de partida del empoderamiento de las generaciones más jóvenes, que tienen que saber que las cosas han de seguir mejorando para ellas. Yo siempre creo que hay más gente que piensa y actúa por el bien común que gente que solo piensa en sus intereses particulares, sean o no justos. Todo el proceso ha sido muy cuidadoso con todo, con la selección de los ingredientes, la sostenibilidad, el frasco, el nombre...
Sus valores encajan de una manera clara con los del grupo Shiseido, que produce sus perfumes: precisión, minuciosidad, perfeccionismo, calma...
Sí, absolutamente, estoy muy feliz.
¿Por qué eligió a la top Mica Argañaraz para la campaña?
La conocí hace más de 10 años, al inicio de su carrera. Estaba haciendo un casting y entró una mujer joven, segura, sonriendo, con ese corte de cabello maravilloso... Cuando en un casting entra una persona así, como cuando conoces a una persona única, no quieres que desaparezca nunca de tu vida. He trabajado con ella en desfiles y llevaba tiempo sin verla, pero cuando empezamos a hablar de quién sería la persona para representar el perfume, pensamos inmediatamente en ella. Sigue siendo la misma que entonces, igual de sencilla, con las ganas de trabajar intactas... ¡hasta mantiene su corte de pelo!
En la campaña, la viste con un sleep dress similar al que diseñó para Carolyn Bessette en 1996. Entonces fue revolucionario y 25 años después mantiene su contemporaneidad.
Sí, totalmente, es una enorme satisfacción; aunque para mí aquello fue hacer el vestido de novia a la persona a quien yo más amaba en el mundo para casarse con la persona que ella más amaba en el mundo [John F. Kennedy Jr.]. Causó una enorme sensación y aún me piden diseños similares, pero fue algo muy personal. Le voy a contar algo que no mucha gente sabe: cuando hice el vestido, cogí el patrón, los recortes de telas, el dibujo... Lo puse todo en una caja, la sellé y se la envié a Carolyn con una nota: « Nadie más tendrá este vestido».
Ese vestido para una ceremonia religiosa delante de un altar, con escote de tirantes, casi como una combinación, fue rompedor sin querer parecerlo. ¿Percibe que todavía se hacen cosas así en el mundo de la moda?
Hoy las cosas se hacen para impactar, por espectáculo, para que se vean en Instagram... Por eso creo que alguien como Mica, ese vestido, este perfume All of Me o las cosas auténticas tienen un sentido verdadero que nace con intención de perdurar. Como nació For Her, o los vestidos que he hecho a Michelle Obama y a muchas otras personalidades. Pero quiero seguir en esa dirección, aunque tengo claro que no será a un ritmo en el que no creo.