Victoria Beckham, sus básicos de lujo silencioso para Mango y un secreto: «Me tomo muy en serio lo que hago, pero no a mí misma. ¡Y me encanta reírme!»

De matrimonio no hablamos, porque Victoria Beckham (Harlow, 1974) ya está muy bien casada: « David es un padre y un marido increíble; y nos reímos y lo pasamos muy bien juntos», asegura la diseñadora. Pero entre Victoria y Mango sí hay un romance ganador, un binomio que salió de una tormenta de ideas en el seno del equipo barcelonés de Mango, hace dos años.

Para la directora creativa de la firma, Justi Ruano (Almería, 1968), « Victoria Beckham es un icono de estilo absoluto; la seguimos y admiramos desde hace mucho tiempo. Por eso, pensamos que un match con ella sería estupendo». Así que se encomendaron la labor de negociar un acuerdo con el equipo de la británica, y lo consiguieron.

Ambas partes están felices con el resultado. «No podemos estar más contentos», apunta Ruano. Victoria, con un sentido del humor tan agudo como poco conocido, no evita enfrentarse a su imagen pública a la hora de hablar de satisfacción: «¡ La gente piensa que yo no sonrío! Me tomo muy en serio lo que hago, pero no a mí misma. ¡Y me encanta reírme!», reconoce la diseñadora.

El resultado de este affaire fashion es una colección que se pone a la venta el 23 de abril y está formada por 39 prendas que tocan todos los palos (sastrería, modistería, camisería, punto y baño) y 15 accesorios (sandalias, bolsos y bisutería). De todo para el día y la noche en la ciudad. De todo para una beach party.

O para una pool party con estilo, porque Beckham se inspiró para esta colección precisamente en La piscina (1969), la mítica película de Jacques Deray protagonizada por Alain Delon, Romy Schneider, Jane Birkin y Maurice Ronet. No se basó en el guión, todo un drama, sino en el charm de los protagonistas. «En particular, en el personaje de Jane Birkin –explica la empresaria y creadora–. Tenía una extraordinaria belleza, era muy femenina y rezumaba libertad».

La sastrería, de corte masculino y patronaje oversize, es una de sus señas de identidad desde que comenzó en la moda en 2008, mientras que los vestidos remarcan la feminidad de la lencería y se convierten en prendas llamadas a ser estrellas de fondo de armario.

Beckham lo explica: «Me encantan los vestidos que se deslizan fácilmente y la sastrería. Siempre he jugado con lo femenino y lo masculino. Quiero ofrecer un guardarropa versátil, ponible y moderno». Confeccionados en tejidos naturales, como lino, algodón y seda, los básicos se reinterpretan como piezas limpias y lujosas, en una paleta neutra de blanco, negro, crudo y mantequilla, con toques de azul, melocotón y rosa malva.

«Mi primera colección fue muy meditada y se centraba en la silueta. Desde entonces, mi estilo ha evolucionado y he aprendido mucho», recuerda sobre aquella primera puesta en escena en una galería de Nueva York, en la que, mientras las modelos desfilaban, ella misma explicaba cada look, con la incertidumbre de si lograría el respeto en la moda tras su carrera musical.

«Trabajo con un grupo de personas increíble en la moda y la belleza, y me siento muy realizada y orgullosa de dónde estamos hoy», remata Beckham, que cuenta con el aplauso del sector y el público como diseñadora de culto y que ha conseguido la máxima atención en los medios con esta colaboración. Su otro gran triunfo es su vida personal: «La familia lo es todo y estoy muy agradecida de que la mía esté siempre a mi lado, apoyándome en cada paso del camino».