"La celiaquía no es una moda, y tampoco es una enfermedad para tomarla en broma, debido a la rigurosidad de la dieta que se tiene que seguir, libre de gluten y a los problemas que puede causar si no se hace correctamente". Así de contundente se muestra Marta Casadesús en la petición que ha hecho a través de Change.org donde solicita la retirada de una de las camisetas de nueva temporada de Zara.
La razón de su enfado es la frase que puede leerse estampada sobre la prenda: ' Are you gluten free?' (¿Eres sin gluten?), un mensaje que según la usuaria "banaliza un problema de salud importante, que cada vez afecta a más gente. Y conviene que todo el mundo se lo tome en serio para que ellos puedan hacer una vida lo más normal posible”. Más de 47.000 personas han apoyado ya la causa de esta catalana quien solicita a Zara que se disculpe ante el colectivo celíaco español.
Una situación similar a la que la firma vivió hace más de un año cuando se vio obligada a retirar una de las prendas de la línea infantil por parecerse al uniforme de los campos de concentración, y meses antes hizo lo propio tras la queja de una bloguera de la que fue utilizada su imagen en diferentes camisetas de la marca.
Pero no solo Zara se ha visto envuelta en polémicas por algunas de sus prendas. Urban Outfitters, por ejemplo, puso a la venta una controvertida sudadera con motas rojas que simulaban sangre y el logotipo de la universidad Kent State de Ohio, donde en 1970 murieron cuatro estudiantes por disparos.
A veces incluso son los empleados de la tienda los que destapan la caja de los truenos. El pasado mes de noviembre, American Apparel entregó a los dependientes de sus tiendas una camiseta con motivo del Black Friday en las que se podía leer: “ Ask me to take it all off” (“Pídeme que me lo quite todo”). Una frase con la que muchos se sintieron ofendidos y por la que fueron acusados de utilizar la sexualidad de los empleados para consegir ventas. Frente a las críticas, la marca tuvo que cambiar el eslogan y buscar otras formas de expresión sin llegar a cruzar la delgada línea que para muchos separa la creatividad de la ofensa.