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No hay una fórmula para conseguirlo, pero sí un objetivo claro: vender. El e-commerce de moda ha pasado de ser un porcentaje mínimo a ocupar gran parte del gráfico de canales disponibles. No ha sido (ni es) un camino fácil. Son muchos los intentos que surgen y pocos los que consiguen llevarse el gato al agua.
Una de las tácticas que sí ha conseguido resultar exitosa es la de integrar el mundo online y offline. Un recurso que facilita el proceso de compra al que Louis Vuitton acaba de unirse mediante su servicio ' Click&Collect', que permite a los clientes adquirir sus colecciones de marroquinería, artículos de viaje, zapatos y accesorios en su tienda online para España y recoger sus compras en un plazo de 2 a 3 días en una de las cuatro tiendas habilitadas para ello.
Pero no solo la fusión de ambos canales es clave a la hora de impulsar el mercado. Hacer partícipe a los consumidores mediante contenidos prescriptores es clave no solo para captar, sino también para lograr que se mantengan. Así surgen interesantes ' shopping guides' como The Fanzy Net, que tratan de organizar y priorizar entre lo que estás buscando. Una fuente de inspiración para ayudar a no perderse en un laberinto de tiendas hasta dar con las últimas tendencias.
Similar a este concepto es el de la red social 21 Buttons que permite comprar en el momento aquello que te ha gustado en una web o un blog. Un modo de comprobar la rentabilidad directa de una influencia que está disponible a modo de App de forma gratuita para cualquier dispositivo.
Y frente a los novedosos métodos, hay un clásico que nunca falla: el de ofrecer facilidades de financiación. Vestiaire Collective, el primer marketplace de compra y venta de moda y accesorios de lujo de segunda mano, ha lanzado el procedimiento Paga+Tarde que permite comprar los artículos en cómodos plazos para hacer más accesible un mercado que de otra forma sería prohibitivo para muchos.